-Te lo dije...- la respiración de Matt pasó de una muy acelerada, a una que se asemejaba más a la de un animal salvaje. -¡Fue ese bastardo!... ¡Ese bastardo asesinó a mi abuela!- gritó entre lágrimas de ira. Pero su dolor comenzó a vencer esa rabia casi al instante. -¿Por qué?...- preguntó con la voz rota. -Mi abuela era un trozo de pan, ella no merecía nada de esto... Yo soy el que debería de estar muerto.- sollozó.
-No...- lo sostuve con fuerza desde atrás.
-Hermano, no digas eso... estoy seguro de que ese imbécil lo va a pagar de una forma u otra.- dijo Zacky.
-¿Y yo también?... ¿yo también voy a pagar por todo lo que he hecho, hermano? Porque siento que ya lo estoy haciendo...- mordía mi lengua para evitar llorar, pero me era imposible.
-Puede ser, hermano...- respondió Zacky derramando una lágrima.
-Pero nosotros vamos a estar para ti. No vamos a dejarte solo...- añadí.
-Es verdad. Sea lo que sea que venga, hermano, siempre vas a contar con mi apoyo y con el de Courtney, por supuesto.- dio una palmadita en su hombro. -Lo importante de todo esto ahora, es que ya tengo pruebas para poder volver a abrir el caso y buscar a ese desgraciado de una vez por todas.
-¿Cómo comprobarás que fue él?- pregunté.
-Revisaré las cámaras de seguridad de cada calle que Miros recorrió en sus últimos minutos. Seguro que encuentro algo. Ustedes no se preocupen por eso, yo me encargo de que ese malnacido vaya preso.- aseguró.
-Quiero ir contigo a revisar esas cámaras.- dijo Matt clamando su llanto.
-No, hermano. Con trabajos conseguiré que me dejen verlas solo. Menos con alguien que ellos no conocen de nada. Deja que me encargue.
-Yo quiero saber...- ese tono de voz que siempre me rompía en mil pedazos no se iba.
-Lo sabrás en cuanto yo lo sepa, hermano, te lo prometo.- aseguró Zacky. -Además mañana es tu primer día en la Universidad y no quiero que nada de esto interrumpa el avance que ya hay en tu vida.
-Él tiene razón, cariño, tienes que procurar tener la mente despejada...- tomé sus manos entre las mías.
-¿Cómo tener la mente despejada cuando sé que ese maldito asesinó a mi abuela?- gimoteó.
-Tienes que intentarlo...- supliqué entre lágrimas. -¿Por qué no te quedas el resto del día conmigo?
-Es buena idea, quédate con Courtney y descansa, hermano. Estoy seguro de que estando con ella lograrás calmarte un poco...- agregó Zacky.
-Sí...- Matt asintió con la cabeza.
-Anda, vamos a que te recuestes...- lo cogí del brazo.
-Sí, sí, yo me voy ya. Y prometo avisarte cualquier cosa, hermano.- dijo Zacky.
-Gracias, viejo...- Matt no puso resistencia y subió conmigo las escaleras, mientras Zacky se retiraba.~
Intentando calmar a Matt, me había vencido el sueño estando recostada a su lado, hasta que espabilé cuando él pasó sus dedos delicadamente sobre mi mejilla.
-Hola...- le dediqué una sonrisa.
-Hola, bonita.
-¿No estabas dormido?- dejé un beso sobre su mano.
-Sí, pero desperté, me quedé un momento viéndote dormir, y... pensando...-
-¿Pensando en qué?
-En que no quiero que te vayas nunca.
-¿Por qué dices eso, cariño?- fruncí el entrecejo.
-No lo sé... tengo miedo de perderte... de una u otra forma.- apartó el cabello de mi rostro y me miró como si apreciara una obra de arte. -Pensar que no podré tocar tu rostro, besar tus labios, sentir tu piel, ver esos ojos... no me atrevo ni siquiera a imaginar cómo se sentiría eso.
-No me iré. Porque no tengo dudas acerca de que quiero quedarme contigo hasta el último día de mi vida.- Matt sonrió orgulloso, tomó mi cabeza con delicadeza y me pegó contra su pecho.
-Tienes razón... siempre tienes razón. Sólo tú puedes calmar la bestia que hay en mí.- besó mi frente. -Te amo.
-También te amo, cariño.
-Eres como un ángel...- se separó de mí, para poder admirar mi rostro. -Mí ángel...- dio un tierno toquecito en mi nariz con su dedo índice. -Debo irme ya...
-¿No quieres quedarte hasta mañana?- pregunté aferrándome a él.
-Sí, linda, pero no quiero molestar a tu padre.- guiñó el ojo, dejó un fugaz beso sobre mis labios y se incorporó.
-¿A qué hora entras mañana a la Universidad?
-A las nueve de la mañana.- respondió mientras se colocaba nuevamente su sudadera color negro.
-Ya, ¿y qué pasará con el banco?
-Ya hablé con mi jefe sobre eso. No te preocupes, linda, buscaré trabajo en las tardes. Por mientras me servirá el dinero de Miros.
-No es que me interese que tengas dinero, sólo quiero que tú estés bien. De cualquier forma, sabes que yo puedo ayudarte...- Matt soltó una risita y se volvió hacia mí.
-Eso ya lo sé, cielo...- sonrió de lado. -Pero no te preocupes, no será necesario que me ayudes. Como te he dicho conseguiré un trabajo en las tardes y todo irá bien.- sostuvo mi barbilla con su dedo índice y pulgar. -Además ya no tengo que seguir rentando ese departamento, cuando la casa de Miros ya es de mi propiedad.
-Vale...- asentí con la cabeza. Matt se inclinó hacia mí, y me dio un apasionado beso.
-Te ves preciosa...- susurró sobre mis labios.
-No me quité la pijama en todo el día.- reí.
-Y paraces una diosa a pesar de ello.- dijo coqueto.
-Calla ya...- sentí mis mejillas arder.
-Y sonrojada también te ves hermosa.- añadió. Tomé una almohada de mi cama y golpeé con ella su trasero.
-Te veo mañana.- dije calmando de tema.
-Vale, vale...- caminó hacia la salida.
-¡Guapo!- grité mientras salía por la puerta, haciendo que él se volviera hacia mí, para mandarme un beso.
ESTÁS LEYENDO
I'm Your Crime
Fanfiction¿Alguna vez te has preguntado qué tan peligroso puede ser el amor?, ¿te has puesto a pensar en qué personalidad hay detrás de cada individuo que conoces?, ¿haz acaso imaginado en algún momento que eres cercana(o) a alguien peligroso?, ¿Y alguna vez...