I'm Your Crime

¿Por qué?

-Te veo mejor.- dijo Amber mientras esperábamos nuestro almuerzo.
-Sí, te dije que ya pasaría.- sonreí y di un trago a mi té helado.
-¿Acaso estabas mal por algo que viste en... la web que te di?- preguntó bajando la voz.
-Ahm... no, no, nada de eso. Sólo... problemas familiares.- respondí.
-¿Familiares o con tu novio?- sonrió de lado.
-¿De qué hablas?- reí.
-Te vi ayer afuera de la escuela con ese chico y parecías molesta con él.- explicó.
-Oh... sí, sí estaba molesta con él. Pero no es mi novio...- mi tono en la última oración decayó tanto, que le hice saber a Amber más de lo que debía saber.
-No es, pero te gustaría.- solté una risita.
-Vaya que eres muy observadora.- dije entre risas.
-La mayor parte del tiempo no hablo con nadie y observar es lo que me queda. Es un don, supongo.- se encogió de hombros. -¿Por qué no es tu novio? Se ve que le gustas mucho.- añadió, curiosa en el tema.
-No, no él... ¿cómo sabes que le gusto?- fruncí el entrecejo.
-Lo rechazaste todo el tiempo y aún así te insistió. Incluso después te siguió.- respondió.
-¿De verdad? No noté eso último.- dije pensativa.
-Sí, poco después de que te fuiste, él fue tras de ti.- ahora que lo analizaba bien, no era la primera vez que Matt me seguía.
-Sí, es demasiado tedioso. No es la primera vez que lo hace.- decidí compartir mis pensamientos con Amber.
-Es muy guapo, si disculpas mi atrevimiento.- rió.
-Sí, es muy guapo...- suspiré.
-¡Courtney y Amber!- la de la cafetería nos llamó.
-Yo voy, descuida.- me levanté de la mesa.
-Gracias.- dijo Amber agradecida antes de que me alejara por completo.

La señorita me entregó mi almuerzo y el de amber en un par de charolas.

-¿Quién es ese novio tuyo, Anderson?- escuché a Shanon a mis espaldas.
-¿Qué?- pregunté haciéndome la loca.
-Tu novio. Alto, piel blanca, tatuajes, hermoso rostro y cuerpo de ensueño.- dijo mirando al techo.
-Ahh... ¿qué pasa con él?- pregunté seria.
-¿Enserio es tu novio?- preguntó burlona.
-Sí, ¿algún problema?- sonreí.
-Vaya, no puedo creer que habiendo tantas buenas opciones en esta escuela, ese chico se vaya por la más estúpida insulsa e inadaptada.- escuché como sus amigas rieron.
-¿Me dices insulsa a mí? Cuando tú eres la tipa más básica que hay en toda la escuela. Mírate, ¿de qué te sirve usar accesorios a la moda si nada de eso te hace sobresalir?- me encogí de hombros.
-Soy mucho más sobresaliente que tú, estupidita.- dijo tratando de esconder su rabia.
-Tal vez seas popular. Pero si tú y yo entramos al mismo tiempo a una habitación llena de chicos; puedo asegurarte que el 90% de ellos me volteará a ver a mí. Tú no tienes ni la mitad de personalidad que yo, Shanon.- realmente no me gustaba actuar con superioridad a otros. Pero con perras como Shanon, había que darles en donde más les doliera. Y yo era experta en eso. -Como ese chico que tanto te gusta... ¿cómo se llama?... ¡Ah claro, Jordan! Me agregó ayer a Facebook y también me saludó. ¡Qué gentil!, ¿no crees?- dije sarcástica.
-Veamos entonces a quién de las dos le gusta más a tu noviecito.- dijo entre dientes.
-¡Shanon!...- puse la mano sobre mi pecho, fingiendo sentirme indignada. -¿Vas a ir a zorrearle a mi novio?- pregunté en un exageradísimo tono.
-Tal vez...- sonrió orgullosa y se cruzó de brazos.
-Oh... adelante. Veamos quién sale perdiendo más.- reí gracias a mi chiste personal. Di media vuelta, poniendo punto final a la discusión. Y dejando a Shanon roja del coraje.

-Joder, soy tú fan. ¿Cómo haces eso?- preguntó Amber emocionada.
-Sólo no debes tomar en cuenta ninguno de los comentarios que te hacen. Una vez hecho esto... lo demás es sencillo.- mordí mi rebanada de pizza.
-¡Eres asombrosa!- rió divertida. -Oh, creo que tu celular está sonando.- señaló mi celular sobre la mesa. Dejé mi pizza en el plato y tomé mi celular, que en la pantalla ponía el nombre de Matt. Pulsé el botón verde y me puse el teléfono en la oreja.

-Hola...-
-Hola... ahm... ¿cómo estás?-
-Bien, estoy en descanso.- dije con la boca aún llena.
-Excelente, me da gusto no haber llamado en un mal momento. Provecho.-
-Gracias... ¿tú cómo estás?-
-Bien... bueno, más o menos...-
-¿Por qué?-
-Porque de verdad te extraño, Courtney.-
-Pues no entiendo porqué. Ayer te quedaste toda la tarde conmigo.-
-No me refiero a eso y lo sabes...-