I'm Your Crime

"Lo voy a encontrar"

-Pfff... ni me lo recuerdes...- rodó los ojos.
-A ver, bonita, cuéntame... ¿por qué no te fue bien?- dejé un beso sobre su mano derecha.
-Agh... es que esa perra de Shanon.- resopló.
-¿La chica ardida que trató de seducirme?- pregunté.
-Sí, la misma. Estábamos en clase de cálculo y se me estaba haciendo jodidamente pesado, así que me puse a dibujar. Y esa maldita zorra le dijo al profesor que no estaba poniendo atención. El profesor me bajó un punto y me amenazó con confiscarme el cuaderno de dibujo.- escuchaba con atención. -Y tú sabes cuánto había estudiado para su estúpido examen...- asentí con la cabeza. -Me enfadé y le dije que no era mi culpa que su clase fuera tan aburrida.- abrí los ojos sorprendido. -Después el anciano se enojó, me pidió mi cuaderno y le dije que no se lo daría. Me amenazó con ponerme falta y le dije: "Pues póngame su estúpida falta, anciano" y me salí del salón.- vaya que Courtney tenía un carácter fuerte. Y eso me fascinaba, así como también escucharla y ver todos y cada uno de sus gestos al hablar. -A la hora de la salida la directora me llamó la atención porque el anciano abrió la boca y me dijo que si no quería que se me bajaran puntos debía pedirle una disculpa al profesor y dar su clase de mañana.- puso los ojos en blanco. Tal vez al estar tan hipnotizado por su voz y su forma de ser y de expresarse, parecía que no estaba poniendo atención a nada de lo que decía. Pero no podía estar más atento a cada una de las cosas que emanaran de sus preciosos y carnosos labios. Amaba esto, amaba el hecho de amarla, a pesar de que eso me causara un miedo inenarrable. Quería que esto pasara cada día de mi vida. Quería escuchar todo lo que ella tuviera que decirme, así fueran cosas negativas que le pasaron a lo largo de su día, y deseo ver siempre como su frente y su nariz se arrugaban de esa manera al contármelas. -Pero bah... no todo fue tan malo.- su hermosa sonrisa regresó a su rostro. -Milly escuchó mi problema y se ofreció a ayudarme a estudiar el tema y ahora estoy más que lista para mañana.- dijo orgullosa.
-Claro que sí, tú eres muy inteligente, amor. Pero no me gusta que te metas en problemas. Recuerda que problemas en la escuela pueden significar problemas con tu padre.- acaricié su mejilla.
-Agh... lo sé.- rodó los ojos. -Y tú sabes bien que estoy haciendo un enorme esfuerzo para no meterme en problemas, pero este día simplemente no estaba de buenas.- se encogió de hombros.
-Te entiendo, preciosa, a todos nos pasa.- dije jugando con las puntas de su cabello. ¿En algún momento iba a poder dejar de tocarla? Nah.
-Me faltaba hablar contigo...- me abrazó.
-Oh, linda, yo también te he echado de menos.- suspiré.
-Supongo que Miros ya te contó la situación.- dijo sin dejar de abrazarme.
-Por supuesto que lo hizo. Por lo que me contó dejó bastante pensativo a tu padre.- respondí.
-Y que lo digas...- se separó de mí. -Todo el día de ayer estuvo como ido. Miros es una genia.- rió.
-No tienes idea.- reí con ella. -Espero que eso lo haga recapacitar un poco y que se de cuenta de lo mucho que amo a su hija.- Courtney se sonrojó y besó cortamente mis labios.

Zacky:

-Amor, estás muy callado, ¿ocurre algo?- preguntó Milly recostándose a mi lado.
-Sí, lo siento... estoy dándole muchas vueltas a este asunto.- la rodeé con mi brazo izquierdo.
-¿Qué asunto, cariño?- preguntó confundida. Me quedé en silencio unos segundos pensando si era adecuado decirle a mi chica tremenda sospecha. -Sabes que puedes contarme lo que sea.- interpretó mi silencio.
-Sospecho que Matt tiene algo qué ver con Shadows... o peor aún... es él.- Milly abrió los ojos como platos y se incorporó.
-¿Cómo?... ¿Matt?... ¿qué Matt?- preguntó ansiosa.
-Matthew Sanders, el chico al que fuimos a ver hoy, por supuesto.- respondí serio.
-¿Cómo llegaste a esa conclusión?- preguntó.
-No es una conclusión, cariño... es sólo una sospecha.- suspiré.
-¿De cuánto?- se inclinó más hacia mí.
-No sé... como de un 30%.- Milly abrió la boca impactada.
-Dios... ¿pero por qué lo dices?- preguntó angustiada.
-Matt no sólo tuvo problemas con Dallas... También con Montgomery O'Connor. Ambos estaban ahí.- aseguré.
-¿Y eso qué tiene que ver?- parpadeó varias veces, confusa.
-Son los únicos delincuentes que conocen el rostro de Shadows, amor.- expliqué.
-¿Y pudiste escuchar lo que dijeron?- preguntó.
-No, no pude... me encontraba demasiado lejos, para asegurarme de que no percibieran. Hasta que vi que Matt estaba en problemas y tuve que entrar a la pelea.- respondí. -Llevo observando a ese par desde hace varios días y no entiendo por qué quieren a Courtney.- masajeé mi frente.
-¿Matt no es traficante de drogas?- cuestionó con gran interés.
-Eso he estado investigando, pero por ahora no he visto ninguna señal de que Matt esté en el narcomenudeo. Lo que me hace sospechar más. No tiene sentido que tenga problemas con Dallas y Monty si no lo es... Eso quiere decir que se dedica a otra cosa.- dije serio.
-Por eso estás tratando de ganarte la amistad de Matt, ¿cierto?- me incorporé solté el aire almacenado en mis pulmones y continué.
-Sí, sí yo me gano su confianza y la de su novia, sé que podré conseguir algo más.- entrecerré los ojos mientras miraba a la nada.
-Pero yo veo a Matt una persona muy tranquila... digo, tiene a su abuela, una adorable novia y un trabajo decente, por lo que me dijiste la otra vez. Además Shadows no ha vuelto a matar. No al menos aquí.- se encogió de hombros.
-Sí... pero yo sé que ese desgraciado sigue aquí. Vivo. Y lo voy a encontrar.- aseguré.
-Cariño, no me gusta que te tomes el trabajo tan personal.- dijo Milly dando un masaje en mi espalda.
-Lo sé... pero quiero que se haga justicia.- apreté ambos puños.
-Zacky...- la interrumpí.
-¿Qué habría pasado si yo no te hubiera conocido, Milly?... tal vez serías una de sus tantas víctimas.- dije con rabia. -Y tú vas a ayudarme.- dije en modo autoritario.
-¿De qué hablas?- preguntó con los ojos llorosos.
-Vas a hacerte amiga de Courtney y le vas a sacar todo lo que ella sepa de él.- dije serio.
-No quiero usar a la gente para obtener información.- soltó una lágrima.
-Cariño...- sostuve su rostro con ambas manos. -Por favor. Le caíste muy bien a Courtney, lo vas a lograr. Tenemos que encontrarlo, amor, o más gente seguirá muriendo. ¿Tú quieres eso?- pregunté. Ella enseguida negó con la cabeza. -Entonces apóyame en esto. Te lo pido...- supliqué.
-Está bien...- agachó la mirada.

Matt:

Estaba realmente animado de que mi recuperación avanzaba cada día más. Ya podía levantarme sin problema alguno y así ya no tener que ser una carga para mi abuela. Courtney venía cada día después de la escuela. Su padre ya le había devuelto su celular y por lo que ella me contaba, cada día estaba un poco más relajado acerca de ese tema. Incluso había quitado la cámara de seguridad. Estaba ansioso por regresar a mi vida normal y así poder hablar con él, y decirle todo lo que ya había pensado en estos días de ocio.

Era un sábado por la mañana y yo me disponía a pasar el resto del día jugando videojuegos. Hacerlo era lo único que me mantenía lo suficientemente cuerdo como para no pensar en asesinar a alguien por la falta que me hacía Courtney en la mayoría del tiempo. Encendí mi consola y pensé que me encantaría que ella estuviera aquí para que jugara una partida conmigo. Pero no quería molestarla. Después de todo, los fines de semana eran los únicos días que ella tenía para despertarse tarde. Tomé mi celular y marqué el número de Zacky. Un par de tonos y hubo respuesta.

-¿Sí?-
-Hola, Zacky.-
-Ah, hola, Matt, ¿cómo estás?, ¿está todo bien?-
-Sí, sí, todo bien, ahm... ¿interrumpo algo?-
-No, no, descuida, acabo de salir de la ducha.-
-¿Tienes planes para hoy?-
-No hasta en la noche. Milly y yo iremos a cenar.-
-Entiendo, ehm... ¿te gusta Halo?-
-Sí, por supuesto, aunque hace años que no juego.-
-¿Te gustaría venir y jugar un par de partidas conmigo?-
-¡Seguro!... dame una hora y estaré allá.-
-Genial, entonces te veo en una hora.-
-Bien, hasta pronto, Matt.- colgué.

Fui a la cocina, preparé un gran tazón de palomitas de maíz y un par de vasos llenos de té helado. Cuando Zacky llegó, nos acomodamos en la sala y comenzamos a jugar.