Desenfunda tus secretos

95 10 7
                                    

Después de varios minutos conversando, comiendo pastel y una deliciosa pizza de tomate y albaca que mi papá preparó, la noche cayó.

-¿Tienes calor?- pregunté al ver a Matt agitar su camisa.
-Sí, es una noche calurosa.- respondió con una risita.
-Papá, ¿puedo meterme a la piscina con Matt?- pregunté a mi padre.
-Hija, estamos conversando.- respondió mi padre.
-¡Oh no hay problema!... déjelos divertirse, nosotros podemos seguir con nuestra plática, señor Anderson.- dijo la señora Miroslava sonriéndome con complicidad.
-Está bien, vayan.- mi padre no estaba nada contento con el plan, pero necesitaba estar un momento a solas con Matt.
-¡Genial!- arrastré de la mano a Matt escaleras arriba.
-Ahm... linda, pero no tengo traje de baño.- dijo mientras entrábamos a mi habitación.
-No importa, usa tu ropa interior.- me encogí de hombros. -Yo iré a ponerme esto al baño.- saqué de mi clóset mi traje de baño favorito y entré al baño.

Cuando estuve lista con mi traje de baño color negro, con escote hasta el abdomen y con cordones cruzados en el mismo, salí del baño y encontré a Matt con el torso desnudo.

-No te has quitado el pantalón.- dije coqueta mientras Matt me escaneaba con la mirada.
-No voy a cruzar la sala en calzoncillos, preciosa.- me rodeó con ambos brazos y besó mis labios. -Te ves preciosa.- susurró.
-Sí, vamos abajo ya, antes de que mi padre crea que hacemos cosas indebidas.- tomé su mano y lo llevé hasta abajo.
-Viéndote con ese traje, sí que se me ocurre hacer muchas cosas indebidas.- dijo mientras bajábamos.
-Calla...- me ruborizé.

Al llegar a la piscina yo fui la primera en entrar mientras Matt se quitaba los pantalones y los calcetines.

-Vaya, el agua está genial.- dijo mientras entraba.
-Sabía que era buena idea.- Matt nadó hasta mi y puso sus manos en mi trasero. -¡Matt!- reí sonrojada.
-Lo siento, no puedo ser decente cuando tienes eso puesto.- dijo a pocos centímetros de mis labios.
-Entonces me lo quito.- sonreí pícara.
-Eso será peor y lo sabes.- solté una carcajada. -¿Quién es Ben?- preguntó tornándose serio.
-¿Qué?- mi escandalosa risa no me había dejado escuchar con claridad.
-¿Quién es Ben? El que te envío los audífonos.- entrecerró los ojos.
-Ahh... Ben... él es mi mejor amigo desde la secundaria.- expliqué brevemente.
-Oh...- desvío su mirada a la derecha y mostro un rostro de indignación. -Yo creí que tu amigo ahora era yo.- dijo serio.
-Con ese amigo no he follado.- dije entre risas.
-Ah... ¿quieres decir que sí lo harías?- estaba celoso y no podía verse más adorable.
-No, no voy a follar con alguien que quiso follarte a ti, en cuanto supo de tu existencia.- respondí. Matt abrió los ojos como platos y sacudió su cabeza un par de veces haciéndome estallar en carcajadas.
-¿Ben es gay?- preguntó relajando su rostro.
-Sí, así es...- asentí con la cabeza, tratando de calmar mi risa.
-¿Por qué no dijiste eso antes, bonita?- los tiernos hoyuelos de sus mejillas se marcaron perfectamente.
-Porque te ves adorable poniéndote celoso.- reí.
-Ahhh... ¿eso crees?- empezó a hacerme cosquillas en el abdomen.
-¡Matt, basta!- dije entre risas. Puse mi pie derecho en su abdomen y lo empujé hacia atrás, para después nadar lejos de él.
-¡Ven acá!- lo escuché a mis espaldas. Sumergí mi cabeza en el agua y nadé más rápido, hasta el otro lado de la piscina. Al emerger del agua, Matt tomó mi tobillo y tiró de él. Solté un grito y con mi otro pie pataleé salpicando en su cara. Él sujetó ambos tobillos y volvió a acercarme a su cuerpo.

-¿Todo bien?- preguntó mi padre aproximándose. Enseguida Matt me soltó y yo nadé hasta una esquina.

-Sí, sí... todo bien, padre, ¿por qué?- pregunté nerviosa. Colocando mis codos en el borde de la piscina.
-Escuché que gritaban.- entrecerró los ojos.
-Hacemos competencias.- respondió Matt con su dedo pulgar en alto.
-Sí, y hacemos guerritas de agua...- con ambas manos levanté una ola de agua, lo suficientemente alta como para mojar el rostro de Matt. Él contraatacó y se volvió una lucha por quién mojaba más al otro.
-Ok, ok, ya entendí.- mi padre levantó ambas manos a la altura de su rostro y se alejó. Cuando la vista de mi padre se quitó de encima nuestro, me abalancé a los brazos de Matt y lo besé de manera intensa.
-No me habías dicho que te habían despedido.- dije después de aquél fugaz pero apasionado beso.
-No, pero era evidente que lo harían, linda. Falté muchos días.- se encogió de hombros. -Pero no te preocupes. Conseguiré un nuevo trabajo.- frotó con delicadeza la piel debajo de mi ojo izquierdo con su dedo pulgar. Seguramente por los restos de maquillaje que ya se me estaba corriendo a causa del agua.
-Claro que lo harás.- aseguré.
-Cambiando de tema... se me había olvidado comentarte...- su rostro se volvió serio. -¿Conoces a esa chica rubia de tu escuela?... la verdad no recuerdo si dijo su nombre, pero se me acercó el otro día y me invitó a salir.- hizo una mueca de desagrado. La perra de Shanon, no había duda.
-Agh...- puse los ojos en blanco. -Estaba segura de que esa zorra cumpliría su palabra.- dije irritada.
-¿Por qué lo dices?- preguntó Matt confundido.
-Porque al parecer todo mi estúpido salón te conoce de vista y a Shanon le gustaste.- expliqué.
-Bueno, eso me lo dejó más que claro, ¿pero ella te dijo algo a ti?- preguntó.
-Sí, me dijo que alguien como tú no debería de estar saliendo con una "insulsa" como yo.- hice comillas con mis dedos.
-¿Insulsa? ¡Vaya, sí que te tiene envidia!- rió.
-Sí, lo sé, tengo ganas de dejarla calva.- rodé los ojos.
-Nada de eso, señorita, usted debe portarse bien.- solté una risita.
-Ya empiezas a hablar como mi padre.- entrelacé mis piernas a su cadera.
-No es mi intención, pero no quiero que te metas en problemas de nuevo, bonita.- ¿por qué era tan atento y espléndido? Sólo conseguía enamorarme más y más. Di un leve mordisco en sus labios haciendo que soltara un gemido audible. -No sabes la falta que me haces cada noche...- susurró.
-¿Qué dices? Pero si el viernes tuvimos sexo.- reí por lo bajo.
-No, no me refiero al sexo. Sino, a ti... simple y sencillamente a ti. Fue muy reconfortante para mí dormir esa noche a tu lado. Tanto que pude dormir sin tener ningún problema.- explicó.
-¿Tienes insomnio?- pregunté acariciando su cabello.
-No sólo insomnio...- miraba su rostro con detenimiento tratando de descifrar el resto de su argumento. -Yo esa noche... esa noche me sentí...- antes de que pudiera seguir, mi padre interrumpió otra vez.
-Ahm... Matthew tu abuela ya se va...- dijo serio al vernos tan cerca.
-Oh...- se apresuró a salirse y a ponerse su ropa de nuevo. -Fue un gusto conocerlo, señor Anderson. Y por supuesto, permitírme acompañar a su hija en este día tan especial.- estrechó su mano.
-No hay problema, Matthew. También ha sido un gusto para mí conocerte.- respondió mi padre con seriedad.
-Linda...- Matt se puso en cuclillas, para poder verme mejor desde afuera de la piscina. -Te veré luego...- estiró su mano para alcanzar mi mejilla.
-Claro, si necesitas algo... hablar conmigo...- sabía que había querido decirme algo importante y el que la conversación hubiera quedado inconclusa, sabía que me iba a dejar con la cabeza rodando toda la noche. -Sólo llámame o escríbeme, ¿sí?- acaricié con mi dedo pulgar su mano, puesta en mi rostro.
-Sí... lo haré, preciosa.- dio un beso en mi frente y después de que la señora Miroslava se despidiera, ambos se marcharon. Salí de la piscina y sequé un poco las gotas de agua de mi cuerpo con una toalla.
-¿Ustedes dos ya son novios oficialmente?- preguntó mi padre a mis espaldas.
-Nop...- respondí sin mirarlo.
-Ahh... es que los vi muy cariñosos.- enredé la toalla en mi cuerpo y me volví hacia él.
-Bueno, es lo que pasa cuando dos personas se gustan, papá.- reí nerviosa.
-¿Y a qué te referías con decirle que si necesitaba algo te hablara?- frunció el entrecejo.
-Sabes, papá, mañana tengo clases así que ya debería ir a dormir.- caminé adentro de la casa.
-Está bien. Descansa, cariño.- se despidió.
-Gracias, papá.- respondí mientras subía a mi habitación.

I'm Your CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora