-¿Se puede?- preguntó desde el marco de la puerta.
-Sí, pasa.- respondí.
-Ahm... yo iba a darte esto hasta mañana, a la hora en que partieramos tu pastel, pero quisiera que lo empieces a usar a partir de hoy.- explicó sacando de detrás de su espalda una cajita color negro.
-¿Qué es?- me senté en la orilla de la cama, curiosa.
-¿Alguna vez te conté cómo conocí a tu madre?- preguntó. Sólo negué con la cabeza. -Bueno... pues la conocí en la playa de Huntington Beach California. Yo... tenía una especie de obsesión por coleccionar conchas de mar. Y un día después de salir de la escuela fui a la playa a buscar, ya que no tenía algo mejor que hacer.- reí ante su comentario. -Con la vista puesta en la arena, recorría metros y metros de la costa hasta que vi una pequeña concha de mar color blanco con coral, clavada en la arena. Estaba tan distraído... que ni siquiera me percaté de que alguien más ya había presenciado esa concha que yo me disponía a tomar.- explicó mientras yo sólo sonreía. -Una mano desconocida... agarró esa concha exactamente al mismo tiempo que yo. Lo primero que pensé en ese momento fue algo como: a la mierda, yo la vi primero.- me hizo soltar una fuerte carcajada. -Pero al levantarme y ver ese rostro... supe que estaba dispuesto a darle toda mi colección de conchas de mar a aquella bella señorita de ojos azules, que para mí fueron mucho más hermosos que el océano, que tenía enfrente. Ojos que como ya sabrás... tienes tú.- acarició mi mejilla. Mis ojos no pudieron evitar empezar a humedecerse. -Su sonrisa me hechizó y yo no paraba de actuar como un retrasado delante de ella. Claro que le di la concha y después de eso le invité un helado. Doy gracias a Dios, que haya entendido lo que balbuceaba.- me hizo reír de nuevo. -Pero, bueno, que me voy por las ramas...- abrió la cajita. -Este pequeño collar se lo di a tu madre cuando le pedí que fuera mi novia. Lo conoces bien.- abrí los labios sorprendida.
-Oh por Dios, sí. Lo llevaba todo el tiempo.- dije mirando aquél pequeño collar de oro con un dije de una conchita de mar. -Pero creí que la habías sepultado con él.- me volví a mirar a mi padre.
-Pensaba hacerlo, pero decidí conservarlo para ti, cariño...- tomó el collar, apartó mi cabello y me lo colocó. -Sé que debí dártelo antes, porque prácticamente te quedaste sin ningún recuerdo de ella, pero estaba deprimido... lo sabes...- sólo asentí dando un suspiro. -Pero ya es hora de que lo tengas, cariño. Ese collar significaba mucho para tu madre y para mí. Ahora quiero que signifique lo mismo para ti.- las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.
-Oh papá, muchas gracias...- lo abracé. -Claro que significa lo mismo para mí de ahora en adelante. Es el mejor regalo que pudieron darme.- sollocé.
-No hay de qué, cariño, sabía que te gustaría.- acarició mi cabeza.Matt:
Casi era hora de irme a la pequeña reunión de cumpleaños de Courtney y yo ya estaba más que listo. Con una camisa blanca de manga larga, un pantalón de vestir negro y unos elegantes zapatos negros recién comprados, y por último el regalo de Courtney en una bolsa de regalo color rosa. Estaba nervioso. Nunca antes había actuado como un "novio". Me preguntaba si Courtney y yo ya éramos novios o era algo que tenía que pedirle antes. Joder, soy una mierda en esto. Sólo de verdad espero no cagarla con su padre hoy. Cuando salí de mi departamento mi celular sonó.
Número desconocido: Estoy sumamente intrigado por saber qué ha sido de ti, Matthew. Y algo me dice que no vas por un camino que comúnmente tomarías.
Una vez más no abrí el mensaje. Bloqueé el número y salí de mi edificio. Caminé al garaje, donde tenía mi ahora automóvil, pero en el camino supe que alguien me estaba mirando.
-¿Quieres otra paliza, Montgomery?- pregunté sin siquiera girarme.
-Increíble... no sólo estás demente, sino que también puedes ver de espaldas.- dijo sarcástico.
-Eres tú, ¿cierto?- saqué mi celular.
-¿De qué hablas?- levantó ambos brazos confundidos.
-Del chistosito que me está enviando mensajes, de eso hablo.- puse cerca de su cara el celular con el mensaje que acababa de recibir en la pantalla.
-No sé de qué hablas. Yo no mandé eso. Vamos viejo, tú tienes mi número y no ha cambiado.- se encogió de hombros.
-Entonces, ¿qué cojones haces aquí? No me tienes nada contento después de lo que pasó y no me gustaría tener que molerte a golpes.- dije entre dientes.
-Hombre, tranquilo, sobre eso quería hablar contigo.- levantó ambas manos a la altura de su rostro.
-¿De que quieres que te golpeé?- sonreí sarcástico.
-¡No!... sobre ti, viejo. Shadows, ¿qué carajos estás haciendo? ¡Mírate!...- señaló mi vestimenta. -Ese no eres tú.- hizo una mueca de asco.
-Yo me visto como se me da la maldita gana.- dije altanero.
-¿Como a ti se te da la gana o como te gustaría que te viera Courtney?- se cruzó de brazos.
-¿Eso a ti qué?- pregunté irritadísimo.
-Vamos, Shadows, golpeaste a alguien que conoces de años, por defender a esa perra que acabas de conocer...- me aproximé hacia él dispuesto a partirle la cara. -¡No, no, no!... quise decir esa... esa chica...- rió nervioso mientras retrocedía como un marica. Con su miedo hacia mí me bastaba.
-No iba a permitir que la tocaras. Ella no ha hecho nada malo.- negué con la cabeza.
-Me compró hierba.- se rascó la cabeza.
-Ajá... ¿y ahora me vas a decir que te follas a todas las que te compran mercancía?- puse las manos en mis bolsillos.
-No... porque la mayoría de mis clientas son mujeres callejeras, adictas al crack o cualquier tipo de estupefaciente. Y pues Courtney se ve como...- entrecerré los ojos decidido a que le rompería las piernas si decía algo que no me parecía. -Una linda y diferente chica...- dijo sonriente. -Por eso se me hizo raro que me comprara.- se encogió de hombros. -Y bueno, te seré sincero... siempre he fantaseado con estar con una chica así...- apreté ambos puños conteniendo mi rabia.
-Sí bueno, pues sigue fantaseando.- di media vuelta.
-¿Acaso es alguna de tus víctimas? ¿Y si lo es por qué no está tiesa ya?- rió.
-Courtney no es mi víctima... y aunque lo fuera eso no te incumbe.- me volví hacia él.
-¿Estás interesado en ella más allá de sólo querer sexo?- preguntó serio.
-Púdrete.- seguí caminando hacia el garaje.
-¡Puedo apostar a que no es tan inocente como se ve!- caminó detrás de mí. -Estoy seguro de que ya te abrió la piernas.- me detuve en seco y me giré hacia él con una sonrisa. -¿Estoy en lo correcto?- preguntó con una burlona sonrisa.
-Sí, tal vez...- ni siquiera sé cómo estaba controlándome. Pero quería que se confiara.
-Hahaha lo sabía... y no te veo enfadado por lo que dije. Supongo que todo lo que sospechaba no era más que una simple...- tomé su mano brazo izquierdo y le apliqué una llave llevando este atrás de su espalda. -¡Aaaaaahhhhh mierda!- chilló adolorido.
-Me vas a dejar en paz a mí y a Courtney, o la próxima no será tú estúpido brazo el que sufra las consecuencias.- dije en su oído. -Sino que todo tú ya estarás destazado, tres metros bajo tierra, antes de que tengas tiempo para rascarte las bolas. ¿Algo no te quedó claro?- subí más su brazo, provocando que se dislocara más.
-¡Aaaaahhhh aahhhh maldita sea!... ¡Entendí, entendí!- sollozó.
-Marica...- pateé su pierna haciendo que cayera al piso. Escupí saliva en su cara y me alejé, dejándolo en el pavimento como el insecto miserable que era.Subí a mi auto y manejé camino a casa de Miros, quién pasaría a recoger primero. Pude ver como Montgomery se levantaba del suelo y se subía a su auto, aún llorando como un maricón.
Una vez que pasé por mi abuela, caminamos juntos tranquilamente hasta la casa de Courtney.
-Te ves muy guapo, cariño. Justo como un caballero...- dijo acomodando el cuello de mi camisa, mientras esperábamos a que nos abrieran.
-Tengo que esmerarme si de verdad quiero agradarle al padre de Courtney, Miros.- sonreí nervioso.
-Le caerás bien. Ya lo verás.- besó mi mejilla. La puerta se abrió y lo primero que presenciamos fue a Courtney con un vestido un poco más arriba de la rodilla, color rosa pálido ajustado y unas zapatillas altas color piel.
![](https://img.wattpad.com/cover/228538615-288-k626711.jpg)
ESTÁS LEYENDO
I'm Your Crime
Fanfiction¿Alguna vez te has preguntado qué tan peligroso puede ser el amor?, ¿te has puesto a pensar en qué personalidad hay detrás de cada individuo que conoces?, ¿haz acaso imaginado en algún momento que eres cercana(o) a alguien peligroso?, ¿Y alguna vez...