El amor hace grandes cosas

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Zacky:

-¡Joder, viejo, no creí que fueras tan bueno en esto! Yo estoy oxidado.- dije después de ser derrotado una vez más.
-Nadie me gana en Halo y menos en mi casa, hombre.- rió
-No cantes victoria tan pronto, ya sé más o menos tus estrategias y podría ganarte esta vez.- aseguré
-Sí, claro, eso lo veremos...- dijo burlón. Habló de más. Me había puesto como meta ganar esta partida, y la había alcanzado.
-¡Sí, sí, eso es!, ¡en tu cara, perra!- festejé. Matt hizo un puchero y me dio un empujoncito, haciendo que yo riera divertido.
-Sólo fue suerte...- rodó los ojos y se levantó del sofá. -¿Quieres más té?- tomó mi vaso.
-Sí, por favor...- respondí.
-Sabes...- dijo desde la pequeña barra de mi cocina, que daba a la sala. -Nunca había tenido un amigo como tú viejo...- dijo mientras rellenaba los vasos. -Mejor dicho... nunca había tenido un amigo.- oh mierda.
-¿A-ah no?- pregunté nervioso.
-Sí, lo digo en serio.- regresó a la sala y dejó los vasos en la mesa de centro.
-Es extraño que me consideres tu amigo... nunca te caí bien...- dije tratando de hacer que Matt se retractara por lo que había dicho.
-Sí, tienes razón, pero porque nunca me había dado la oportunidad de conocerte a fondo. Me has apoyado mucho estos días y también hemos estado compartiendo momentos agradables, como este.- sonrió. -Y debo admitir que eres una gran persona, viejo. Si pudiera regresar el tiempo; me habría hecho tu amigo, en vez de burlarme de tu peso.- levantó su vaso hacia mí. Con una risa nerviosa choqué mi vaso contra el suyo, tal y como él esperaba que lo hicera y bebí de él, tratando a toda costa de cubrir cual fuera la cara que estuviera haciendo ahora. Las palabras de Matt me habían tocado el corazón,  a pesar de que no debía de ser así. Yo sólo hacía todo esto para conseguir información y porque él era un posible sospechoso. No podía encariñarme con él. Esta amistad no podía volverse real. Pero debo admitir que me la había estado pasando más que bien con él.
-¿Y qué hay de Dallas y Monty?... ¿Ellos no eran tus amigos?- pregunté tratando de sacar algo de todo esto.
-No...- rió. -No, ellos nunca han sido mis amigos.- aseguró.
-¿Entonces?- pregunté insistiendo de una manera discreta.
-Ellos sólo son un par de conocidos. Por desgracia la vida los puso en mi camino...- explicó. -Ahm... a Montgomery llevo menos tiempo de conocerlo. A Dallas si lo conozco desde que tú y yo estábamos en secundaria.- añadió.
-Y... ¿cómo es que los conoces?... digo, sólo los conoce gente, ya sabes... peligrosa...- Matt miró al suelo y cuando estuvo a punto de hablar, Courtney entró al apartamento.
-¡Holaaa!- dijo alegremente mientras entraba. Maldita sea, Courtney, no es el momento.
-¡Amor!- Matt se levantó para acercarse a ella.
-No, no, no... no te levantes...- ella rápidamente se acercó a él y besó cortamente sus labios.
-Ya estoy mejor, linda, no te preocupes.- dijo Matt. -A propósito no la esperaba tan pronto, señorita.- la tomó por la cintura. Un tanto asqueado de tanta dulzura, me levanté del sofá dispuesto a marcharme.
-Oh hola, Zacky... disculpa por ser tan grosera.- rió.
-Descuida linda.- di un beso en su mejilla.
-Ahm... espero no haber interrumpido algo...- dijo Courtney mirando los mandos de la consola en la mesa, junto con los vasos de té y el tazón vacío de palomitas. Y vaya que has interrumpido, Courtney.
-No, no, ya habíamos terminado, ¿cierto, viejo?- le dije a Matt.
-Oye, yo todavía quiero ganarte una vez más.- respondió.
-Será en otra ocasión. Debo volver a mi casa y prepararme para la cena con mi chica.- guiñé el ojo derecho. -Además no quiero hacer mal tercio.- añadí.
-En realidad a mí me agrada tu compañía, Zacky. Claro que no haces mal tercio.- dijo Courtney mientras se encogía de hombros.
-Pensándolo bien... tienes razón, viejo... sí haces mal tercio.- abrazó por atrás a Courtney, quién sólo rodó los ojos.
-Hahaha ya lo sabía, por eso me retiro.- me despedí de ambos y salí.

Courtney:

Me vestí lo más sencilla que pude, con un pantalón deportivo y holgado color café, un body rosa y unos tenis blancos. El plan de hoy era que Matt vendría a hablar con mi padre, aparentemente de forma inesperada. Me maquillé de manera casi imperceptible, me hice un moño alto dejando algunos mechones de fuera y me puse a limpiar mi habitación, con toda la intención de que mi padre lo notara.

I'm Your CrimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora