UNA PUERTA ABIERTA #99

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Cumpleaños, mi cumpleaños, mi maldito cumpleaños. A pesar de saber que me quedaba la vida por delante, era cada vez mas duro saber que cumpliría un año más, no me gustaba envejecer. De vez en cuando era divertido pensar en los tiempos donde no tenía responsabilidades más que estudiar y asistir a clases que ahora que lo pienso ni siquiera era tanto esfuerzo.

          —¡Feliz Cumpleaños! —escuché exclamar a las chicas.

Habían llegado al salón de ensayos luego de una larga charla con mi Manager y nuestro jefe, habían buenas noticias para nuestra demo.

Durante la mañana había visto un hermoso mensaje que había dejado Taeyong en nuestro chat, cada palabra, cada punto y cada coma estaba perfectamente cuidada. Sí, había escrito en Español y no se como había conseguido una traducción tan buena. Incluso decía "Te Amo", una clara diferencia al "te quiero".

Incluso sus lindas palabras me había provocado lagrimas, era un Angel, nadie como él.

          —¡Feliz Cumpleaños a ti! —comenzaron a cantar todas juntas, más entonadas que en vivo.

El estaff también estaba, sostenían globitos de colores con mi nombre y algunos tenían carteles con mi nombre y el nombre del grupo. De verdad eramos un buen equipo. Era todo tan hermoso hasta que recordé a mi familia y comencé a llorar, no los veía hace un tiempo por mi ocupada agenda.

          —No llores —río Violet y me dio un abrazo. Así se sumaron todas las chicas y me dieron un gran abrazo

          —¡Muchas Gracias! —exclamé y di una reverencia después de abrazarnos— ¡Los quiero a todos!, ¡Manager-nim!

Tomamos un montón de fotos, con el pastel, con las chicas, con el estaff, con nuestro manager, fotos de mí y un par de selfies. Estaba todo hermosamente decorado y no podía parar de tomar fotografías, aproveché de subir un par de fotos a Instagram. Después de unos segundos me tomé el tiempo de leer cada comentario que pude, nuestros fan's eran los mejores.

Cinco en punto de la tarde y ya estaba completamente arreglada, traía un vestido de seda color rojo apegado al cuerpo y un maquillaje un poco cargado como me gustaba. Pero lamentablemente tuve que usar un abrigo negro, un gorro, lentes oscuros y un tapa boca.

Subí a mi automóvil y manejé por la ciudad, me sentía como en la primera instancia cuando conduje hasta ese Hotel tan particular. La primera cita tan especial que habíamos tenido que incluso me provocaba risa recordar todo.

Llegué al lujoso hotel "Diamond", la entrada era preciosa, mucho color dorado, fuentes de agua por doquier y muchos candelabros gigantes. Había un par de personas por aquí y por allá pero nada para desesperarse.

          —Hola —saludé al recepcionista que lucía muy mayor

Caminé con seguridad hacia el ascensor, calmada y serena. Cuatro personas subieron junto a mí en el ascensor, pero ninguna bajo en el piso diez. Una vez llegué al piso diez caminé por los hermosos pasillo de paredes rojas con zócalo dorado, había mucha decoración color dorada.

Silenciosamente intenté abrir la puerta de la habitación que me había dicho Taeyong, sorpresivamente estaba la puerta sin seguro. Al entrar a la habitación vi la hermosa decoración con pétalos por doquier, rosas en muchos jarrones, en paredes calcomanías de corazones y muchos pequeños detalles hermosos. Olía a comida. Me quedé un rato mirando todo, aunque lo quería evitar no pude; los pensamientos sobre nuestro aniversario fallido me golpearon un poco fuerte.

Salí de mis pensamientos tristes y dejé mis cosas silenciosamente sobre el piso, muy suavemente. Me quité el cubre bocas y todo lo que traía para cubrir mi identidad, así lo dejé en la mesita de noche.

Caminé siguiendo el olor a comida y llegué hasta la cocina, me asomé y vi a mi chico de espalda. Traía un blazer aterciopelado color negro, podía ver el cuello de una camisa a rayas con diferentes tonos de café, traía unos jeans color negro y estaba con pantuflas en sus pies. Noté en su oreja derecha el arete que le había tirado esa vez. Parecía estar revolviendo lo que cocinaba.

Caminé silenciosamente hacia él y lo abracé por la espalda, el chico llegó a saltar y hasta gritó un poco.

          —¡Ah, en serio! —exclamó— Eso... esto no está bien. Se supone que tendría todo listo y te pondría una venda en los ojos antes que entraras pero... esto aún no se cuece bien y no cerré la puerta y tú me asustaste...

          —Oh... perdón —dejé tres besos en su espalda— Podemos hacerlo cuando termines allí

          —¿Podemos hacerlo?, pero... ya no será sorpresa —suspiró

          —No importa, puedo expresar nuevamente como me sentí cuando lo vi hace unos segundos

          —En serio, soy muy torpe —rió— Casi boto la comida también

Ambos reímos, no podíamos hacer nada más después de todo.

Seguí pegada a la espalda de mi chico todo el tiempo mientras cocinaba, era todo lo que estaba bien. Era lindo verlo cocinar, pero no quería estar viendo su rostro ya que lo más probable es que se pusiera nervioso, lo conocía demasiado.

          —Ok, listo —dijo. Escuché como apagaba la cocina, seguí sus pies— Bien, vamos a la entrada. Por cierto, estas hermosa.

El chico me llevó hasta fuera de la habitación y me puso una venda para tapar mis ojos, luego tomó mi mano y entrelazamos dedos. Seguí sus pasos mientras me guiaba hacia dentro de la habitación. Antes de darme cuenta, estaba llorando, lágrimas caían desde mis ojos y no podía controlar la emoción.

          —¿Oh? —Taeyong quitó la venda de mis ojos suavemente— ¿Por qué lloras?

          —No lo sé —reí mientras lloraba— Gracias, está hermoso

          —Mereces esto y mucho más, perdón por olvidar nuestro aniversario. Tal vez hubiera sido algo distinto todo... perdón —el chico me abrazó nuevamente y dejó pequeños besos en la parte superior de mi cabeza

          —Pensé que solo yo estaba recordando ese momento ahora... —dije— Perdón...

          —Planeo reemplazar todo eso en este día, si me dejas

          —Te lo pido —reí— Ahora, déjame actuar las expresiones que puse cuando entré aquí

Me separé de Taeyong y limpié mis lágrimas, me quede quieta a su lado y miré todo; la expresión en mi rostro la traté de controlar tanto como recordé haber hecho.

          —No te gusto —rió Taeyong. El chico comenzó a reír descontroladamente mientras aplaudía

          —¿Qué dices?

          —Es qu- —seguía riendo sin controlarse. A veces creía que se quedaba sin aliento porque no emitía ruido— ¡Tu expresión! —el chico se afirmaba su estómago— Después de llorar así, es como una expresión de disgusto

De esa manera imaginé mi rostro y no pude evitar reír, Taeyong reía mientras lo veía imitar mi expresión. Si de verdad había expresado así mi primera vista a la habitación, pues le creía que podía ser cara de disgusto.

Las palabras se las lleva el tiempo / Taeyong y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora