Las palabras se las lleva el tiempo / Taeyong y tú

UNOS ARETES #30

Durante los días que me quedaban antes de la sorpresa, ocupe mis horas libres para buscar más ideas sobre ambientación y comprar también decoraciones para la habitación. El ambiente romántico debía crearse y yo lo iba a logar, tal vez los colores rojos si ayudaban y no eran tan mala idea después de todo.

Había podido hablar con Taeyong por kakao durante algunos días, todo había estado perfecto, nuestras conversaciones eran igual que siempre, tal vez si había estado malinterpretando todo y realmente me sentía horrible con haber pensado cosas estúpidas. Violet lo sabía todo, ella también me había dicho que era una horrible persona por pensar así pero que tampoco que culpaba, el carácter especial de Taeyong lo hacía todo más difícil. También me hizo pensar en como debía sentirse él por la extraña relación que tenía con Baekhyun, porque sí, nos habíamos tratado como dos conocidos sin pudor alguno, pero si recordaba bien, el alcohol había hecho de las suyas sin mi consentimiento aunque al final de todo yo había tenido al culpa por beber sin control alguno. Esperaba que el chico no pensara mal como yo pensé de él en algún momento, si eso había pasado lo intentaría arreglar con la sorpresa que le estaba preparando.

El día sábado durante el fin de semana me di tiempo para salir a comprar el regalo de Taeyong, salí con Violet porque no podía salir con Doyoung, la gente sospechaba de todo. Pero gracias a dios el chico me había dado una idea sobre que regalarle a Taeyong y con esa idea iba en la cabeza, nadie me la iba quitar.

         —¿Crees que el rosa esta bien? —preguntó Violet. Tomé la gorra que tenía en sus manos.

         —Esta hermosa, tal vez esta perfecta para mí —comencé a reírme. Me probé la gorra— Esta es para mi, me la llevo

          —¿No buscas un regalo para el señor TY? —rió Violet

          —Si, lo sé. Pero de verdad quiero esto —pagué la gorra y salimos de la tienda.

          —Mira, ahí... esa joyería, se ve hermosa por fuera —Violet estaba apuntado con su dedo indice el escaparate de una joyería realmente grande, hermosa y luminosa.

Cruzamos la calle y rápidamente caminamos hacia la joyería, Violet no se equivocaba, el lugar era hermosamente grande y muy iluminado. Entramos y comenzamos a mirar cada lugar donde habían joyas, algunas increíblemente grandes y otras increíblemente delicadas, de oro, oro rosado y plata por doquier brillaban tras los cristales. En mi mente estaba comprar un par de aretes, tendríamos ambos los mismos, como él ya tenía el agujero entonces ahora si podía usarlo. De pronto mis ojos captaron un par de aros de oro, consistían en una argolla mediana que traían colgando una cruz un poco gruesa y con diamantes en cada punta. Eran perfectos.

          —¿Qué te parecen estos, Violet? —llamé

          —Voy —Violet caminó rápidamente hacia mi lado— ¡Wow, están hermosos!... yo creo que son perfectos para alguien como él, ¿preguntaste el precio?

          —No, eso no es importante... los compraré de todos modos. Alguien como él merece lo mejor —sonreí al recordar su sonrisa.

          —Jamás pensé que te perdería así —rió Violet— Pero creo que te entiendo... solo un poco

Después de pensarlo un poco más mirando otros modelos de aretes me decidí comprar los de cruces, no había otro par más que dijeran el nombre de Taeyong claramente en mis ojos. Al preguntar por el precio casi me arrepiento, estaba un poco demasiado alejado del presupuesto que tenía en mente, aunque al pensarlo bien el dinero pasaba a segundo plano. Compré dos par de los mismos aretes, contenta con mi compra me dije a mi misma que era lo correcto. Violet me invitó a comer por un restaurante cercano, paseamos por locales de ropa y caminamos durante toda la tarde hasta que llegó la noche. Al volver a casa las demás chicas estaban viendo televisión mientras comían pizza.

          —¿Estaban comiendo pizza y no nos esperaron? —exclamó Violet

          —Puedo apostar a que comieron mejor que nosotras así que no tienes derecho a reclamar —dijo Clavel

          —Demonios, Clavel siempre sabe todo —rió Violet

          —Estoy cansada, creo que me dormiré pronto —dije.

Fui a mi habitación y dejé las compras en el piso, me recosté en mi cama y tomé mi teléfono. Era momento de decirle a mi chico el plan que tenía para el Domingo por la noche, esperaba que aceptara ya que si no todo se iría por la borda, no se lo había dicho antes porque no sabía como pero ya era la última oportunidad. Sin pensarlo dos veces, desbloqueé mi teléfono y abrí la conversación con Taeyong.

22:04 p.m   |  Buenas noches Bebé

Bebé

Buenas noches, ¿dónde estabas?  |  22:05 p.m

Te iba a hablar y no estabas en linea   |  22:05 p.m

22:05 p.m  |  Estaba de compras con Violet

22:05 p.m    |   ¿Sobre qué querías hablar?

Bebé

Sobre el Lunes, ¿tienes planes?   |  22:06 p.m

22:06 p.m    |   No, no tengo ningún plan

22:06  |   ¿Qué pasará ese día?

Bebé

¿Podemos encontrarnos?   |   22:07 p.m

22:08 p.m   |  Si puedes, yo te iba a invitar para mañana

22:08 p.m   |   De verdad estamos conectados

Bebé

¿Mañana?... ¿a qué hora?   |  22:09 p.m

22:09 p.m | No te preocupes, por la noche

22:09 p.m | Cerca de las ocho, tal vez

Bebé

Si, creo que no hay problema   |  22:10 p.m

22:10 p.m   |  ¿Entonces es un si?

Bebé

Así es   |   22:11 p.m

Nos vemos mañana  |  22:11 p.m

22:11 p.m  |  Buenas noches TY

Taeyong como siempre, no era muy bueno expresándose en la vida real así que menos lo era por chat. En su teclado parecían no existir los emojis, de algún modo jamás los usaba por lo que estaba acostumbrada y no malinterpretaba sus comentarios. Después de esto me di un baño, me apliqué las máscaras faciales y me fui a dormir, Violet no tardó en llegar a mi lado y dormir junto a mi. El clima había estado refrescante por lo que la noche fue completamente fresca, el aire acondicionado no hizo falta para dormir relajadamente. A decir verdad, de todas maneras me costó quedarme dormida pensando en la sorpresa de mañana por la noche.