UNA INTRUSA #53

650 80 12
                                    



Después de terminar de ver la película, Violet y Fuji lloraron un río. Igual mis ganas de llorar estaban doliendo como nunca por mi garganta cuando intenté ahogar las lágrimas a la fuerza, ya no quería llorar más. Un sabor amargo había quedado en mí después de tal drama romántico, era una masoquista.

Me dirigí a mi habitación y me di un baño en la tina, quería relajarme un poco. Lamentablemente la soledad solo hacía recordarme lo tonta que era al querer llorar recordando un amor pasado que aquel chico no valoró. Mi corazón aún era completamente preso en las manos de Taeyong, roto pero él lo tenía. La noticia que había querido darme Violet y Layla me seguía dando vueltas, no sabía que cosa era tan urgente pero estaba desesperada por ver mi Instagram. Comencé a cantar otra canción de Demi Lovato, sus canciones eran las mejores para mis diversos estados de ánimos.

Mi amor es como una estrella, sí

No siempre puedes verme

Pero sabes que siempre estoy ahí

Cuando veas una brillando

Has de cuenta que soy yo

Y recuerda que siempre estoy cerca

A pesar de decir aquellas palabras de odio y despreocupación, nunca iba a dejar de pensar en su misteriosa personalidad. En su bienestar emocional y en su paz interior, tal vez los fantasmas que solían perturbarlo en su pasado había vuelto y él no sabía como sobrellevarlo esta vez. Tal vez él se sentía solo y no había nadie que le dijera que no lo está, que yo siempre iba a cuidarlo desde la distancia porque lo amaba. Aunque él hubo decidido reemplazarme, aunque haya jugado con mis sentimientos, aunque haya besado otros labios y aunque se haya acostado con ella mi corazón lo necesitaba cerca más que nunca.

Aún solía preguntarme que tipo de relación teníamos, tal vez nunca fuimos novios en realidad.

Me puse de pie luego de descansar un momento en la tina, me sequé y me vestí dentro del baño. Salí del baño y me dirigí a mi tocador para maquillarme, cuando veía mi reflejo ahí me preguntaba para que me maquillaba si de todas maneras él no volvería a verme.

          —¿Vas a algún lado? —por el reflejo del espejo vi a Clavel, se acercó a mí y me vio en el reflejo.

          —Yo...

          —¿Dónde irás? —parecía seria y estaba usando un tono frío. No sabía que decirle, no sabía si mentirle e inventar una historia o decir la verdad y relajarme— Sabes que puedes decírmelo

          —Iré a ver a Baekhyun...

          —¿Ese Baekhyun? —preguntó sorprendida

          —Es el único que yo conozco...

          —Entonces diviértete, recuerda usar protección —dijo seriamente

          —Ajá... muy graciosa

La chica comenzó a reír, lucía como un ángel cuando se reía con ganas. Clavel no solía sonreír mucho pero cuando lo hacía las fan's procuraban tomar miles de fotos de ella para tener para la prosperidad. Le sonreí de vuelta y negué con mi cabeza, me puse de pie y tomé mi bolso nuevo que había comprado. Me había hartado aquella pequeña mochila, el olor de Taeyong y su cambio de perfume de alguna forma se había impregnado en la tela, por lo que había comprado un bolso de casi el mismo tamaño de la mochilita y la iba a estrenar. Me subí a mi automóvil y conduje por el camino que me sabía más que de memoria. Siempre solía pensar que en algún momento me podía topar con Haechan o Doyoung al entrar al edificio o al salir de la casa de Baek, no iba a saber que excusa dar e iba a ver gato encerrado. Pero mientras no pasara me iba a relajar.

Las palabras se las lleva el tiempo / Taeyong y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora