UNA SENTENCIA #68

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Los tiempos de infierno estaba aquí, ya se habían instalado junto al invierno. A pesar de que dos semana habían pasado ya sobre la noticia sobre Taeyong, los medios aún seguían tan vigente en ella. Intentando averiguar sobre las amenazas del ex manager. Durante todo ese tiempo se estuvo en buscar más pruebas, cosas que señalen al autor de culpable sin poder decir lo contrario.

Cuando por la tarde dieron las noticia otra vez, fue cuando la sentencia de los imputados iba a ser declarada. Como Suni estaba metida en el asunto, fue declarada culpable y cómplice del delito. Al ex manager lo estaban declarando culpable por acoso, amenazas contra Taeyong, daño moral y por soborno a los policiales que trabajaban en la cárcel a los cuales se les dio de baja por aceptarlo y una sanción.

A las demás personas que ayudaron, se encontró parte del plan en ciertos chats de algunas personas cercanas al ex manager y también fueron sentenciadas.

Declarando culpable por todos los hechos, pagando ocho años de cárcel y removido a una cárcel de máxima seguridad fue dado el ex manager de NCT. Mientras que a Suni le dieron una remisión condicional de la pena, así firmando mensualmente, además de pagar por daños. Las demás personas cómplices y sentenciadas por ayudar en el plan fueron castigadas con dos años de cárcel. SM tenía al mejor abogado del mundo.

          —Ese señor solo debería morirse, su vida será un infierno mayor cuando salga de ahí —comentó Clavel

          —No se puede morir —dije— Tiene que pagar en carne propia por el daño que ha hecho

          —Tienes razón. Pero de todas maneras, esa escoria no debería haber nacido nunca

Antes de poder responder, escuché el sonido del timbre. Me levanté del sofá y abrí la puerta sin pensarlo. Byun Baek Hyun estaba parado fuera como si nada.

          —Oppa... ¿qu-qué haces aquí?

          —¿No puedo venir?

           —Dios —me toqué la frente asustada— Con todo esto que está pasando... no es buena idea

          —Pero ya vine...

Su expresión de desilusión me hizo actuar rápido y dejarlo entrar sin pensarlo más. El chico saludó a Clavel quién aún estaba sentada en el sofá, la chica se puso rápidamente de pie y saludó con una gran reverencia. Lo invitamos a tomar asiento, a lo que él rápidamente accedió.

          —Yo pasaba a saludar, tenía un poco de tiempo y quería saber como te encontrabas... después de todo esto

          —Bueno...

          —Ella no quiere decirlo, pero se siente culpable —soltó Clavel

          —Lo suponía —confesó Baekhyun— Conociéndote... pero no hagas eso. Alégrate de que fue lo suficientemente fuerte para decir algo así, cualquiera tendría miedo.

          —De todas maneras no estuve ahí, él me necesitaba

          —Él te necesitaba porque no sabe como ser fuerte por si mismo, no puedes hacer las cosas por él —dijo agresivamente Clavel

          —Tú no sabes como es él —le repliqué

          —No discutan —dijo suavemente Baekhyun— Ambas tienen razón. Pero yo creo que él ya aprendió o eso intenta ahora. En el mundo del artista se aprende a las buenas o a las malas, no se puede ser débil o al menos demostrarlo y es algo que ustedes deberían aprender también. Cualquiera podría tomarlas por broma y las dejarían en la ruina, su carrera luego no vuelve a ser la misma

          —¿Por qué hay gente tan cruel? —pregunté, solo quería llorar— Él no es alguien malo...

          —Cosas buenas le pasan a las personas malas y viceversa, así es el mundo. Donde quiera que vayas esta frase es una realidad —me contestó Clavel

          —No importa cuantas veces pasen cosas malas —Baekhyun se acercó a mí y me rodeó el cuello con su brazo— Lo importante es que sepas como ponerte de pie otra vez, lo mismo le dije a Taeyong. Él quiere seguir en lo suyo y lo veo entusiasmado

          —¿Hablaste con él? —me sorprendí

          —Bueno, nuestro concierto fue aquí en Seoul y pasé por la empresa. Nos encontramos y conversamos por un buen rato. Está pasando por un proceso fuerte, pero él ya es fuerte por sí solo. Podrá salir adelante con su grupo y como persona, no te preocupes

Aquella conversación con Baekhyun de algún modo me había aliviado y me sentía un poco mejor, al menos. Después de conversar un poco más, Baekhyun se fue. Me sentía increíble al ser que en realidad seguíamos siendo amigos.

Al día siguiente por la mañana teníamos en la agenda grabar un spot publicitario, además de una sesión de fotos para la marca Adidas. De a poco mi vida se estaba normalizando de alguna manera. Pero por mucho que intentara olvidar por un momento a Taeyong, me era casi imposible.

          —¿Qué tan agotadas están? —nos preguntó el Manager cuando veníamos de vuelta en la van

          —Más que agotada, diría hambrienta —confesó Layla

          —¿De verdad?, entonces vamos por unas pizzas. Yo invito —dijo el Manager.

          —¡Yei! —gritaron Layla y Violet

          —Manager-nim es el mejor —Clavel alzó su pulgar y nuestro Manager sonrió

El chofer de la van nos llevó hasta una pizzeria pequeña que atendía hasta tarde. Siendo las once de la noche se hacía un poco más difícil encontrar locales abiertos. Pero ese pequeño local era la excepción. Entramos y nuestro Manager fue a hacer el pedido mientras nosotras nos sentábamos en una mesa todos juntos, incluso el chofer fue invitado. Cuando llegó con tres pizzas familiares fue cuando la felicidad se apoderó un poco de mí, lucían deliciosas y a decir verdad estaba un poco hambrienta también.

Conversamos mientras comíamos, hablamos de un par de cosas y nos sinceramos sobre otras. Nuestro Manager era tan comprensivo que estaba segura que no habría ninguno como él, personas como nuestro Manager clasificaría como difícil de encontrar o únicas en el mundo.

Mientras todos reían y algunos comían, me dediqué a mirarlos a cada uno. Pues cada persona a mi alrededor era tan importante para mí, sin tener que ver con lo que pasaba últimamente me sentía con ganas de cuidarlos y valorarlos como nunca. Aquel porcentaje de personas que me rodeaban eran las que estaban conmigo en las buenas y en las malas, que me apoyaban y aconsejaban. Era lindo mirarlos y agradecer de tenerlos como amigos y familia a la vez, la nostalgia no tardó en hacer de las suyas. Pero traté de disimular lo mejor posible riendo de unos chistes que no escuché en realidad.

Las palabras se las lleva el tiempo / Taeyong y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora