UNA CONVERSACIÓN #14

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Haechan nos estaba quitando todo nuestro dinero, al menos el mio cada vez era menor. El chico tenía propiedades en cada parada y nunca caía a la cárcel. Muy tierno y todo pero sabía como ganar en sus cosas importándole lo más mínimo su querida Noona. Taeyong no había venido gracias a dios, no quería ni siquiera cruzar una palabra con él. Estaba a punto de perder mi último dinero, pero no importaba nada. La música me tenía divertida "Barcelona" de "Ed Sheeran" hacía el ambiente, Doyoung bailando lo ayudaba aún más.

          —¡Rumba! —exclamó Doyoung. Estaba sentado pero movía sus brazos en el aire

          —¡No, perdí! —exclamé poniendo mis manos en mis mejillas— Haechan es demasiado bueno

          —Lo siento Noona, negocios son negociosos —apreté la mejilla de Haechan

          —Esta bien, es solo un juego —me puse de pie y comencé a bailar estúpidamente— Eso que no he bebido

          —Así no es —Doyoung se puso de pie y comenzó a bailar

          —Te aseguro que así menos —comencé a reír nuevamente

          —¿Ya estás haciendo el ridículo Doyoung? —Taeyong había aparecido desde el pasillo

          —No tanto como tú —Doyoung lo señalo y el chico vino corriendo. Taeyong lo atrapó y cayó encima de él sobre el sofá— ¡Ah!, siempre... siempre eres tan...

          —¿Tan qué? —preguntó Taeyong

          —¡Tan bruto, Taeyong! —Doyoung estaba acariciando su cabeza

Me senté al lado de Haechan, saqué mi teléfono y puse la cámara frontal. Haechan posó automáticamente al ver mi teléfono en el aire, sonreí y tomé una selfie. Tome cinco fotos más aparte de esa, en mi galería en realidad habían demasiadas fotos con Haechan, podría apostar a que tenía más que con mi novio. Comencé a mirar Instagram, por el rabillo de mi ojo vi a Taeyong ponerse de pie al igual que Doyoung del sofá. Doyoung se acercó a la mesita y comenzó a guardar las cosas.

          —Ah... Hyung, ¿qué haces? —Haechan rápidamente puso su mano sobre el tablero impidiendo a Doyoung retirar las cosas que faltaban.

          —Ya no seguiremos jugando... ¿no ves?

          —¿Por qué no?, ¿Noona no quieres seguir jugando?

          —¿Por qué n-

          —No Haechan, ella no quiere —me interrumpió Taeyong

          —Como estaba diciendo, sigamos jugando —quité de las manos de Doyoung la caja y volví a poner todo en su lugar

          —Bien, yo no seguiré jugando —Doyoung se fue rápidamente y se perdió por el pasillo

          —¿Qué le pasa?... —preguntó Haechan y lo miré, el chico estaba mirando a Taeyong. Mi mirada fue a parar donde mi chico, le estaba haciendo señas para que el chico se fuese con su boca.

          —Haechan... —el chico se puso de pie y se fue como si nada. Me puse de pie y tomé mi mochila del sofá. No tenía nada más que hacer allí.

          —Hablemos —comencé a caminar hacia la puerta— T/N, hablemos —llegué a la puerta, aún recordaba la contraseña— No sabes la contraseña, no intentes salir y ven aquí —presioné cada uno de los números y era la correcta, aún no la cambiaban— ¿Cómo?, ¡espera!

Me detuve a un pie de salir del departamento, no sabía porque pero algo me estaba impidiendo salir de allí. No quería oír lo que iba a decir Taeyong pero si quería oírlo, no sabía que hacer en realidad. Cuando me decidí a salir de allí algo me detuvo. La mano de Taeyong estaba deteniéndome de mi muñeca. Cuando me di cuenta de todo el chico había cerrado la puerta y me estaba llevando con él hacia el sofá. Llegamos allí y me obligo a sentarme a su lado.

          —¿Quieres decirme qué pasa? —saqué mi teléfono de la mochila y comencé a mirar las fotos que me había tomado con Haechan— Esta bien, lo siento ¿si? —abrí la aplicación de Instagram y comencé a ver las imágenes en búsqueda— No fui contigo porque no quisiera, el trabajo era hasta tarde. No te mentí, además saliste con los chicos y disfrutaste con ellos un tiempo. Eso esta bien —ahí encontré una edit de Violet conmigo, a veces los ángulos de cámaras hacían ver cosas que no eran. "La shipp más real" decía en la descripción, sonreí. Taeyong me quitó el teléfono de un momento a otro y lo dejó lejos de mi— No me ignores y responde ¿si? —el chico posó su cabeza en mi hombro y tomó mi mano.

          —Dijiste que... tú dijiste que estarías todo el día en ello. Bien, pero te negaste de inmediato... ni siquiera me llamaste para decir que habías terminado de trabajar. Tal vez hubiésemos podido vernos un momento

          —T/N... —Taeyong se separó de mi y me miró— ¿Solo por eso estás molesta? —lo miré completamente molesta y me puse de pie, esta vez si me iría. Cuando me forcé a caminar rápido recordé que el chico aún no soltaba mi muñeca lo que con el esfuerzo llevo a que devolviese lo pasos que había dado, perdiendo el equilibro y cayendo sentada encima de sus piernas

          —Tú no entiendes...

          —¿Qué no entiendo? —el chico me aprisiono envolviendo con sus brazos mi estomago

          —Taeyong... siempre hay tiempo. Sí, ambos trabajamos todo el tiempo pero últimamente he hecho todo lo posible para vernos. Hace un tiempo a las una de la mañana te pedí que nos viéramos porque te extrañaba... entiendo que estés cansado también pero... —el chico soltó su agarre y suspiró— Espero que entiendas lo que quiero decir...

Me puse de pie nuevamente y caminé a la salida, pulse los números de la contraseña y ahora si salí de allí sin dudas. Esta vez el chico no me detuvo de ninguna forma posible. Me subí a mi auto y comencé a pensar en lo que había pasado, si bien no había hecho eso porque quería molestarlo sabía que lo había logrado. De algún modo él debía entender que si no luchábamos ambos por vernos no serviría de nada hacerlo sola. Las relaciones son de a dos pero a veces sentía que era la única construyendo el puente para que ambos pasásemos. Al final lo que nos esperaba se supondría que debía ser la felicidad eterna y el amor infinito, pero a veces sentía que lo construía sola y que al final solo habría mi amor hacía Taeyong.

Las palabras se las lleva el tiempo / Taeyong y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora