UN DULCE COCO #9

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Después de terminar el ensayo siguió NCT, tan sorprendentes como nunca. Yo estaba con mis chicas observando el ensayo a gusto, yo si que estaba a gusto. Que bien se sentía ver todo lo que es tuyo. Cuando mi chico comenzó a ensayar "Baby Don't Stop" mi respiración comenzó a acelerase, no era posible que me costase controlarme frente a la gente, que vergüenza sentí. Al termino de todos los ensayos comenzamos a retirarnos, ya era hora de cerrar el local. Mientras caminábamos por el pasillo vi a mi lado, allí iba caminando Baekhyun.

          —Oh, Hola —que voz más dulce tenía esa persona.

          —Hola —respondí. No sabía que más decir— Todo salió bien gracias a Oppa

         —Tú lo hiciste bien, no te preocupes

          —Oh... gracias

          —Aunque ya entiendo porque estabas nerviosa, dile a tu novio que no se preocupe

          —¿Qué? —mierda, Baekhyun nos habrá visto en el baño. Fue ese mi primer pensamiento— N-No tengo uno

        —Está bien, la primera vez que nos vimos estabas con Doyoung también, no tienes que ocultarlo. No lo diré a nadie —había dicho Doyoung, era posible que se haya confundido de nombre.

          —Doyoung... es, él es mi amigo —traté de lucir lo más tranquila.

          —¿De verdad?, ustedes parecían tan cercanos cuando estaban en el rincón abrazandoce —Baekhyun rascó su cabeza— Bien, si tu lo dices

          —Somos amigos desde hace tiempo, puedes preguntarle si no confías en mi —Baekhyun negó y alguien lo llamo. Se despidió y se fue rápidamente.

Seguí mi camino, demonios. Agradecí al cielo que en realidad no me haya visto con Taeyong, eso hubiese sido algo que no podría haber negado. Subí a la van, las chicas subieron tras mí. No sabía que pensar, a lo mejor podía estar dando una mala imagen siendo tan cercana a Doyoung, tal vez se veía terrible. Me planteé eso durante todo el camino a casa.

Los días pasaron y ensayábamos más seguido en el escenario, el teatro ya parecía un lugar familiar. Mi relación con Baekhyun iba en ascenso, el chico era alguien tan cómodo para hablar, ser gracioso y tierno a la vez era uno de sus dones. Me hacía sentir cómoda y confiada en el escenario sin necesidad de vacilar si lo que hacía estaba bien. En un principio siempre pensé que alguien con la popularidad que tiene EXO sería realmente alguien difícil de alcanzar, que sería alguien con el ego por las nubes. Baekhyun hizo darme cuenta de lo erróneo que era mi pensamiento, gracias a dios. Pero también podía notar lo serio que se volvía Taeyong al verme tan cercano con él, a veces hasta irritado andaba y respondía de forma despreocupada.

         —Mi Manager firmó un contrato, pronto haré un comercial para la marca Puma —Taeyong estaba echado en el sofá de la habitación del motel jugando mirando su teléfono.

          —¿Sólo tú? —era tan difícil pasar el maldito juego.

          —Yo y Suni. Es una actriz —últimamente había oído tanto ese nombre en todas partes. La chica se estaba haciendo tan conocida ahora, sobre todo por el drama protagonizado con Lee Jong Suk.

          —Que chica más suertuda, primero actuó con Jong Suk y ahora hará un comercial con el hombre más guapo del mundo —Taeyong había saltado a la cama, esta se meció y me hizo perder la partida— Perdí, por tu culpa —su pecho se apoyó en mi espalda y con sus brazos envolvió mi estomago.

          —Tú... tú tienes la culpa

          —Confieso que odiaba cuando decías eso en el pasado —este chico me ponía a pensar siempre que esa frase salía de su boca, en el pasado era como una incógnita en mi cabeza.

          —Bebé —Taeyong comenzó a reír mientras ocultaba su rostro en mi espalda. Mierda, que tierno era cuando hacía esas cosas— El día de la fiesta de SM se acerca, ya quiero ver como todos se mueren por ti, mala suerte para ellos

          —Eso crees tú, nadie debe conocerme —comencé a reír. Jamás había escuchado a algún artista decir que yo era su tipo ideal o si quiera nombrarme.

          —Eso ya lo veremos —dijo. El chico comenzó a besar mi cuello, reprimí mi voz— No sé como antes no me di cuenta de esto. Ya encontré la debilidad de mi chica

Demonios, no era divertido que haya encontrado mi debilidad. Sabía como manipularme sin que yo pudiese hacer algo al respecto. Los besos se hicieron cada vez más intensos, me estaba siendo realmente imposible controlarme cada vez que empezábamos así. Obviamente no llegamos más lejos que eso, el chico aún estaba en plan de no hacer nada más. Hace unos días había buscado un poco sobre la cultura en Corea en cuanto a la familia, posiblemente los padres de Taeyong le inculcaron esa cultura desde pequeño y posiblemente ahora mismo esa cultura estaba siendo ya corrompida con el simple hecho de salir con una extranjera. Si bien les decían que debían casarse con una Coreana, incluso de otro país de Asia ya era problema. Mi pensamiento siempre ha sido que lo correcto es casarse para tener hijos pero era muy distinto tener relaciones sexuales antes de eso, era bastante normal pensar en sexo de donde yo venía. Lamentablemente estaba en otro país y muy distinto. Así que decidí darme por vencida en eso.

         —Oppa creía que mi novio era Doyoung —ambos estábamos recostados en la cama después de besarnos.

          —Oppa... ¿dijiste Doyoung?, ¿por qué? —el chico me miró molesto

          —Bueno, solo pensó eso al verme dos veces con Doyoung —sonó mi teléfono. Lo tomé de la cama y desbloqueé la pantalla. Una llamada de Oppa Wonho, respondí de inmediato.

          —Oppa hola. Si, demasiado tiempo, pero tú estas muy ocupado últimamente ¿no?. Está bien, no estas obligado a llamarme de todos modos. No, no estoy haciendo aegyo. Tú, no hagas eso, no hables así. No, yo no empecé, tú imaginas cosas, si, tú. Bien, dejemoslo así, ¿cómo has estado?. Me alegra escuchar que todo esté saliendo bien. Nosotras también. ¿De verdad?, entonces nos veremos allí ese día. Es el destino Oppa ja, ja, ja. ¡Oh!, no, no te vayas. ¡Ah!, bien... hablaremos entonces otro día. Adiós Oppa —corté la llamada.

Hacía aproximadamente dos meses que no hablaba con él, nuestras agendas diferían tanto en horarios que era realmente imposible reunirnos aunque fuese un momento para hablar. Esa llamada me había alegrado más de lo que había esperado, hablar con él era realmente reconfortarte. Dejé mi teléfono a un lado y miré a Taeyong, él estaba nuevamente con su teléfono entre las manos.

          —Eres coqueta para hablar con otros chicos —dijo

          —¿Qué?, ¿coqueta? —reí. Nuevamente estaba siendo celoso— Oye Parker, estas demente

          —¿Parker?, sabes que no sé español

          —Mi amor, estoy loco mi dulce coco —cubrí mi boca mientras reía de la cara de sorpresa de Taeyong

          —¡Hey! —Taeyong se acercó a mi y me abrazó. Yo ya sabía como apaciguar sus momentos de celos perfectamente.

Las palabras se las lleva el tiempo / Taeyong y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora