Las palabras se las lleva el tiempo / Taeyong y tú

UNA MIRADA HIPNOTIZANTE #87

Los guías no indicaron los límites del lugar, si pasábamos el limite inmediatamente quedábamos eliminados. También nos indicaron las reglas y donde debíamos volver si nos quitaban nuestras etiquetas. A pesar de tratarse de un juego me sentía competitiva, analizaba a cada persona e ideaba planes según lo que conocía de cada quien, sabía que con algunos podría llegar a algún acuerdo.

          —Bien —sonrió Kento Nakajima— Ya que todo está dicho, les daremos un tiempo de tres minutos para que puedan correr. ¡Empiecen!

Miré a Taeyong y el chico sonrió, me ofreció su mano y yo la tomé. Comenzamos a correr rápidamente, bueno, él corría pero yo iba casi volando. Me llevó a un lugar que al parecía era para comprar golosinas y snacks, el chico entró a un pasillo que llevaba a la despensa del lugar. A mi me parecía increíble que nos dejaran esos lugares abiertos con total confianza, aunque en realidad solo habían cosas de bodega.

          —Nos quedaremos aquí por unos minutos —me indicó Taeyong— Ya sonó la alarma, comenzó el juego

          —Dios, estoy nerviosa —reí

          —Yo también, tengo mucha adrenalina —rió

          —No te preocupes, ganaremos. Haré lo imposible para que no nos quiten nuestras etiquetas —le dije mirándolo fijamente

          —¿Puedo confiar en ti entonces? —me preguntó serio

          —Por favor —le dije—Porque yo puedo dejar que tú me lances un cuchillo con los ojos cerrados ahora mismo

          —¿Lo harías?

          —Cl- —fue lo que alcancé a decir antes que Taeyong cubriera mi boca con su mano

El chico se acercó a mí y abrió grandemente sus ojos, con los cuales me señalo hacia la derecha. Tenía razón, se oía ruido de respiración y pasos. Mi corazón comenzó a latir desesperado, no era por los que se acercaban, era por Taeyong y el perfume que yo amaba.

          —No, te digo que por aquí no vinieron —escuché la voz de Doyoung bastante cerca

          —Tenemos que irnos de aquí —susurró Taeyong.

Los pasos y las voces comenzaron a oírse más lejanas, lo cual relajó a Taeyong y así bajó sus tensos hombros. El chico quitó su mano de mis labios y se quedó en silencio, al parecer estaba concentrado en el ruido exterior. Mientras él se preocupaba de las personas de fuera, yo no podía parar de ver su rostro y sus brillantes labios, estábamos tan cerca pero no podía besarlo, no sin su permiso.

          —A mi aviso me seguirás, ¿bien?

Asentí a su pregunta y lo vi moverse lentamente, el chico estaba llegando al final del pasillo de las bodegas y lo vi mirar hacia el exterior, al parecer vio algo y me volteó a verme con sus inmensos ojos. Me hizo señas para que lo siguiera, lentamente me acerqué y miré por el final,  ahí vi a Doyoung de espaldas. Al parecer se estaba escondiendo, pero no veía a Violet.

"Yo iré primero" fue lo que moduló Taeyong, me moví en silencio y el chico rápidamente salió en puntillas. Lo miré y vi como se le acercó a Doyoung, lo abrazó por la espalda y así comenzaron a forcejear.

          —¡T/N, hazlo! —me gritó Taeyong.

          —¡Traidora, no lo hagas!, ¡piensa en la amistad!

Yo reí y me acerqué a ellos, Doyoung sí que tenía fuerza. El chico se movía tanto y con tanta fuerza que Taeyong no podía dejarlo quieto. Pero interfiriendo entro los dos logré quitarle la etiqueta a Doyoung.

          —¡Cuidado! —gritó Taeyong. El chico soltó a Doyoung y me empujó a un lado

Me di vuelta y vi a Violet con Taeyong forcejeando, la chica era pequeña pero nada de débil. Aunque al final Tayeong le quitó la etiqueta, fue inevitable cuando sujeté a mi amiga.

          —¡Yo sabía que estaban aquí! —gritó Violet

          —¡Adiós! —reí y le tomé la mano a Tayeong— Ten, guarda la otra etiqueta. Hay que llevarlas a los canastos. ¿Somos un buen equipo, no crees?

Taeyong solo sonrío y comenzó a caminar rápido pero silencioso, nuevamente tomaba la delantera. De pronto cerca de la zona de juegos de niños oí la voz de un niño, Taeyong se detuvo y me miró, el chico relamió sus labios y desvió su mirada. Me llevó tras un mostrador, de seguro es donde se ponen los cajeros.

          —¡Shh... no metas tanto ruido! —exclamó Haechan

          —Es que olvidé quitarme mis aretes... —susurró ella. Era un susurro casi gritado en realidad

          —¡Shh!

Los ruidos de pasos se oían cada vez más cerca, no pude evitar tomar con fuerza la mano de Taeyong. La adrenalina me tenía con calor.

          —¡Atrapada! —gritó Haechan y sentí un abrazó por mi espalda

          —¡No! —grité e intenté liberarme. Haechan se puso de pie conmigo y el chico no me dejaba moverme.

          —Noona deberíamos haber sido grupo —dijo Haechan riendo

          —Lleguemos a un acuerdo —le dije

          —Noona eso es jugar sucio —dijo Fuji

          —¿Que me propones? —preguntó Haechan

          —Tengo la etiqueta de Doyoung, ¿la quieres no?

El chico me soltó, rápidamente me giré y nos vimos cara a  cara. Haechan entre cerró los ojos y me miró como sospechando algo, yo alcé los hombros y le sonreí.

          —Piénsenlo, ambos equipos ganan. Después de cerrado el trato hacemos como que no nos hemos visto y seguimos con nuestro camino —dije

          —Trato —dijo Haechan

          —¡Hey! —gritó Fuji

          —¿Qué?

          —¿Y preguntas? —rió Fuji— Ya no importa...

          —Bien sigamos —dijo Taeyong. El chico posicionó una mano en mi hombro derecho y la otra mano en mi hombro izquierdo, así me obligó a caminar por la fuerza— Ni se te ocurra traicionarnos Haechan

Taeyong me obligo a girar comenzamos a caminar en reversa, todo para evitar una traición de parte de Haechan. El chico solo sonrió y se fue rápidamente con Fuji lejos de nosotros. Por lo que al verlos bastante lejos entonces el chico soltó mis hombros y sentí un vacío, claramente lo sentiría si sus manos estaban cálidas. Pero no era solamente ese sentimiento, pues había recordado lo bien que se sentían sus manos sobre mí, esa calidez que me llenaba de protección.

          —Taeyong... —lo llamé y el chico se giró a verme. Sus ojos, esos ojos, él no sabía cuanto amaba esos grandes ojos que cuando me miraba me hipnotizaban— Me gustas, me gustas mucho

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Todos cuídense mucho, lávense las manos seguido y no salgan de la casa si es posible.

Estaré actualizando más seguido pensando en ustedes para que no se aburran del encierro, las quiero a todas sanas.