Dia 30°

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La clase de matemáticas era una pesadilla, el profesor además de dejarnos estúpidas guías para que hiciéramos el resto de la clase, el se dedicaba a sacar su celular y revisar sus redes sociales, si hablamos o nos movíamos estábamos muertos, nos llevaba a dirección a que nos pusieran reporte y nos teníamos que quedar en detención el resto de la tarde. 

- Tarah- susurra a mi lado Anya. 

- ¿Si? 

- Mañana habrá fiesta ¿Piensas ir? 

- ¿Irá Timothee?- niega con la cabeza. 

- ¿Segura? 

- No, pero si va nosotras nos quedamos con Nick y sus amigos. 

- Lo pensaré. 

- Las señoritas del fondo ¿quieren contarle a la clase lo que hablan o quieren ir a detención?- pregunta el profesor son despegar la vista de su celular. Me acomode en la silla y Anya hizo lo mismo, como era de esperarse toda la clase se giró para mirarnos. 

- Estaba preguntándole si tenía un lápiz extra- contesta Anya rápidamente. 

- Si claro.

(....)


Caminé con Anya hacia la cafetería para pedir nuestra comida cuando Nick se atravesó para ponerse frente a ella. 

- ¿Cómo estás?- pregunta ella sonriendo. 

- Bien, ¿quieres que vayamos a comer juntos? 

- Voy con Tarah. 

- Puedes ir con nosotros- me comenta Nick. 

- Puedo sentarme sola, no hay problema. 

- Por cierto, Cameron te estaba buscando pero...- me mira- la chica nueva le llamo la atención. 

- ¿Que? 

- Una chica nueva, su nombre es Margot o algo similar. 

- Bien, no me importa. 

- Ah mira, allá está.  Dice y me giré, la chica la cual al menos sabía que se llamaba Margot se encontraba con él caminando por el pasillo de los casilleros e hice una seña a Anya para que entendiera que los iba a seguir.  Camine siguiendo sus pasos y se detuvieron en las escaleras, la chica peli-negra subió un escalón más quedando a la altura de Cam. Comenzó a tocar la mochila de Cameron en modo de ligue, cosa que no le estaba funcionando ya que lo único que provocaba en él eran pequeñas risas nerviosas. 

- Hola- dije llegando a su lado. 

- Tarah- dice sonriendo- ¿Qué haces aquí? 

- Ayer me llamaron, me dijeron que tus resultados del examen de SIDA era positivo- dije tocando su hombro. 

- ¿Que?- pregunta anonada la chica. 

- Oh por dios...- dice Cameron riendo y dirigiendo una mano hacia sus ojos. 

- Cameron hablamos luego- dice subiendo las escaleras. 

- Cam, soy nueva, enséñame los salones y los lugares más cómodos para acostarnos- dije imitando su voz. 

- ¿Celosa?- pregunta con una de sus cejas levantadas y sonriendo. 

- Jamás. 

- Admite que estabas celosa y no te besaré frente a todos. 

- Te estaba buscando para quitarte a esa buitre de encima. 

- Ahora es buitre- ríe- la chica es linda. 

- Si tanto te parece linda ¿por qué no la llevaste a la sala del conserje? 

- Secretos de Cam- sonríe- ¿pensaste en la pregunta de ayer? 

- No...ósea... Si, pero es un no. 

- ¿Entonces a que vienes? 

- A saludar- sonreí. 

- Hola- dice y aprieta uno de mis cachetes.

- Cameron...- dice una chica acercándose a nosotros. 

- Hey... ¿sam?... 

- Eres un idiota, te dije que me llamarás, pensé que lo nuestro era casi real- dice a punto de llorar. 

- Hey, yo te lo advertí. 

- ¿Y quien es esta?- me apunta y me mira de pies pies cabeza- te advierto que es un idiota...- la interrumpí. 

- Créeme que de eso no tengo duda- dije sonriendo y el sólo río. 

- ¿Sabes lo que hizo?- me pregunto y negué con la cabeza- tuvimos sexo en la fiesta de mi amiga. 

- Oh vamos...- ríe Cam- Eso fue hace dos semanas. 

- Fui a dar al hospital por intoxicación, apenas salí esta semana y todo este tiempo estuve esperando una llamada tuya. 

- Pensaba que no recordabas a las chicas después de tener sexo.

La chica lo golpeó tan fuerte que sonó por todo el pasillo y por las escaleras, haciendo que algunos de los chicos que caminaban por ahí nos miraran.

- Primero, mi nombre es Ro y segundo, estaba borracha- dice y se va. 

- Mierda- sobó su mejilla- Me dolió.

- Te lo merecías- comenté riendo. 

- Si... después de todo se llama Ro y no Sam, dime ¿Qué clase de chica se llama Ro? 

- Ella. 

- ¿Quieres escaparte?- suelta de la nada. 

- No. 

- ¿Quieres ir mañana a la fiesta que habrá en casa de Brandon? 

- No se que tiene planeado Anya, me invito a una fiesta pero no se cual era. 

- Irá con Nick. 

- Si voy estaré de mal tercio. 

- No exactamente, podríamos ir a besarnos a algún lugar- sonríe. 

- O podríamos separarnos y buscar otras personas con quien tener sexo. 

- Suena bien- sonríe- pero sonaría mejor si tu y yo tuviéramos. 

- Sueña. 

- Lo hago. 

- Idiota- dije riendo. 

- Responde mi pregunta- toma mi brazo.  - ¿Cuál de todas? 

- Amigos con derechos. 

- Mi respuesta es un... no. 

- ¿Segura? 

Rápidamente hice que me soltara y caminé lejos de el, dejando que se quedara con las ganas de acostarse con la nueva y dejarlo con la duda dije lo que había entre el y yo.

Rápidamente hice que me soltara y caminé lejos de el, dejando que se quedara con las ganas de acostarse con la nueva y dejarlo con la duda dije lo que había entre el y yo

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La apuesta de los 100 días (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora