CAM
El reloj de mi muñeca marca las once en punto de la noche. No puedo creer que hayamos pasado cuatro horas buscando a Anya y a Tarah para terminar encontrándolos en la fila de una atracción extrema que provocó que todos termináramos con la cara verde.
Abro la puerta con cuidado y le pido a Nick que no haga ruido mientras entramos a casa.
Cierro la puerta, dejo las llaves del coche en la mesa que está a un costado de la puerta. Llegamos a la escalera con pasos largos y silenciosos; él comienza a subir y me relajo al darme cuenta de que mamá no se quedó a esperarnos. Por desgracia, esa paz dura apenas un momento: la luz de la entrada se prende y aparece mamá cruzada de brazos en el umbral. Nick y yo nos quedamos congelados.
-¿Qué son estas horas de llegar?- pregunta en tono serio- No me vengan con el pretexto de "No nos dimos cuenta de la hora que era mientras nos divertíamos"
Nick está pensando en qué decirle.
- Bueno, básicamente eso fue lo qué pasó... para ser exactos, en un parque de diversiones.
Mamá niega con la cabeza.
- Nick, puedes subir a tu cuarto. Cam, tú no.
Nick le sonríe abiertamente a mamá.
Nick sube las escaleras de dos en dos. Mi mamá sigue con los brazos cruzados y una mirada seria que me acusa de algo.
- Tú y yo tenemos que hablar... Se da la vuelta y camina, por lo que me veo obligado a seguirla. Se detiene en la cocina, abre una puerta de las alacenas de arriba y saca un vaso para servirse agua.
- ¿Por qué tardaron tanto?- pregunta de la nada- Porque vaya que pareciera que fueron a cualquier lado, menos a la feria, casi diez horas fuera de casa.
Me toco el puente de la nariz para no ponerme nervioso ante aquella pregunta.
-Porque... estábamos buscando a unas personas.
-¿Y las encontraron?- le da un sorbo a su vaso de agua.
- Después de cuatro horas buscándolos aparecieron enfrente de nosotros en la fila de un juego en el que casi vomitamos.
Asoma una risa burlona.
-¿Iba la chica que vino a casa?
- Precisamente la estábamos buscando a ella y a su amiga.
Me recargo en la barra y juego con mis dedos como normalmente lo hace Tarah.
-¿Y como vas con ella?- levanta las cejas mientras sonríe.
- Bien.
- ¿En serio?
- Pues ya nos hemos besado un par de veces... pero no sé qué hacer para intentar "enamorarla"- hago comillas con mis dedos- Es de esas chicas un poco tímidas y lindas, que cuando llegas a conocer más a fondo, te das cuenta que es de un carácter realmente fuerte.
- ¡Oh por dios!- deja el vaso en la barra- Mi pequeñín desea enamorar a una chica- se acerca a mi aprieta mis mejillas- Al fin dejó su costumbre de usar a las chicas por diversión.
- Mamaaaá- alargo y siento como la sangre llega a mis mejillas.
- Está bien, te diré todos los típs que sean necesarios para enamorarla- sonríe- Esta charla será muy larga, así que corre por una pluma, papel y después regresas y tomas asiento.
TARAH
La mañana era tranquila y despejada, o al menos eso se podía percibir desde la cama a través de las cortinas de la ventana. Bostezo, me estiro y me froto los ojos. Anya aún duerme y ronca, tiene la boca abierta y un poco de baba seca en la comisura derecha. Anya se había quedado a dormir en mi casa porque su mamá no iba a estar en casa y no quería quedarse sola. Me doy la vuelta en la cama y le toco el hombro para despertarla. Se mueve un poco pero sin despertar.
- Anya - le muevo el hombro más fuerte-, Nick te vino a buscar.
Abre un poco los ojos. Tiene el ceño fruncido y mira a todos lados en plan "Aquí no hay nadie"
- Disculpa ¿Qué dijiste?- pregunta con la voz ronca.
- Que ya es hora de levantarse- le respondo.
Suelta una pequeña risita y yo suspiro.
- ¿Sonríes porque el día está bonito o porque dije que Nick estaba aquí?- se le borra la sonrisa del rostro y me mira- ¿No te has dado cuenta de que traes loco a Nick?- niega con la cabeza. Pongo una mano en mi mejilla- Todos nos hemos dado cuenta.
- ¿Por qué lo dices?
- A ver- aclaro mi garganta- Nick siempre se la pasa hablando de ti.
El día del partido le faltó muy poco para que fuera corriendo a ti. El día de la feria te cuido y se preocupó más por ti que por él- parece no procesar la información - ¡¿Acaso eres ciega o tu cerebro no procesa las cosas con facilidad?!
- No es que no capte eso, sino que, desde mi punto de vista, eso es lo que cualquier novio hace.
La miro con frustración y me giro a ver el techo. Ella sigue su vida sin percatarse de que un chico daría su vida por ella. Se sienta en la cama y se recarga en la cabecera.
- Hablando de relaciones y esas cosas- se toca la barbilla-... ¿Estabas enojada con Cameron?
- No, ¿Por qué?
- Porque ayer él te preguntó si estabas enojada.
- Nada malo, sólo que lo del partido fue raro, nadie sale corriendo después de decir: "te amo"
- Yo lo haría- responde como si nada.
Me río.
- ¿Hoy iremos de nuevo a la feria?- le pregunto mientras me siento en la cama.
Revisa la hora en su celular y pone una cara alarmada.
- Se supone que nos veremos allá a las cuatro de la tarde y ya es medio día.
Saltamos de la cama, escogemos la ropa y tomamos las toallas para bañarnos.
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La apuesta de los 100 días (Sin Editar)
Romance¿Qué pasaría si tus amigas y tú hicieran una apuesta para humillar a uno de los playboys de la preparatoria? Pues eso hice yo junto a mis amigas. Debo enamorarlo en cien días, pero yo no debo enamorarme. se rumorea que él es peligroso y a mi me gust...