Dia 45°

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CAMERON

- Cam, vamos- dice Nick aventándome una sudadera- te encantan las fiestas.

- No quiero ir- dije doblando la sudadera.

- ¿Es por qué Tarah no estará?- pregunta, a lo que yo sólo alzo la mirada- No...- dice mientras una sonrisa de emoción se forma en su rostro- ¡Estas enamorado!- grita emocionado mientras se lanza sobre mi.

- No digas estupideces- hablé con esfuerzo.

- Admítelo - sonríe- Es por eso que le llamas todos los días.

- No- dije y lo empuje para que cayera al piso- Sólo me atrae.

- Es la misma cosa- dice mientras se levante y se sacude- Vamos a celebrar.

- Nick tu sabes como son las chicas en las fiestas, se acercan a mi y...- me mira como si estuviera mintiendo- Hablo en serio, no quiero que Tarah piense que soy el mismo de antes.

- ¿Hace cuanto no tienes sexo?- pregunta cruzándose de brazos.

- Digamos que...- pienso un poco- Unas dos semanas, quizás tres.

- ¿Hace cuánto conoces a Tarah?

- ¿Para que me estas preguntando todo esto?

- ¿No tienes sexo desde que la conoces?- pregunta sorprendido.

- No, seguí teniendo sexo hasta luego de una o dos semanas de conocerla pero...- me interrumpe.

- ¿Ella sabe?

- ¿Qué?- pregunté confundido.

- Espera...- dice levantando su mano- ¿Tarah no es virgen?

- No.

- Bien- dice mientras lo miro dudoso de su respuesta- Vamos a la fiesta, estarás conmigo y con Anya. Ninguna chica se te acercará- asegura sonriendo.


(......)


Una hora después me encontraba bailando con Anya, quién no dejaba que las chicas se acercaran a mi ya que Nick le había contado acerca de mi "enamoramiento" hacía Tarah y ella había reaccionado de la misma forma que él.

- Me gusta que te guste Tarah- dice en mi oído. Le sonreí sin responder y ella río. Comenzó a bailar y Nick imitó sus pasos.

- ¿Puedes escucharme?- grita Nick y yo sólo asiento con la cabeza- Iré a buscar algo para beber ¿quieres algo?- pregunta.

- Yo voy- dije sonriendo- ¡Iré yo!- grité y él asintió. Me aleje de la pista y caminé hasta la barra. Un chico vestido de traje se acercó hasta mi lugar.

- Dame dos cervezas y esos tragos que han pedido las chicas- señale al par de chicas que se acababan de ir. Él asintió y comenzó a preparar un trago de color azul. Saqué mi cartera y el dinero para pagar. Me senté para esperar cuando alguien se sentó a un lado mío y me habló.

- ¿Cuántos días van?- pregunta una voz femenina que reconocí como la de esa chica rubia y fastidiosa, Leah, que iba vestida como si tuviera 19 o 20 años.

- ¿De que hablas?- pregunté restándole importancia a lo que había dicho y me concentré en ver como preparaban las bebidas.

- ¿Eso es para Tarah?- pregunta mientras señala el líquido que estaban sirviendo en el vaso.

- No, para Anya- contesté.

- ¿Anya es amiga de Tarah?

- Si.

- Estas mintie...- la interrumpo.

- Anya es mi amiga y es la novia de mi hermano, ella y Nick me acompañan.

- ¿No quieres ofrecerme uno?

- ¿Por qué debería?

- Porque soy una chica- le regale una mirada fría y ella sonrió

- Amigo, dame otro de esos- hablé y él chico asintió.

- ¿Cómo estás pasando tus vacaciones?- pregunta tomando mi mano.

- Bien, gracias- dije quitando bruscamente mi mano de el agarre de ella.

- ¿Dónde está Tarah?

- ¿Te importa?- pregunté.

- ¿Por qué me tratas así?- pregunta haciendo un puchero totalmente falso- Hoy me arreglé para ti.

- ¿Yo te pedí que lo hicieras?- pregunté- La fiesta es de un chico popular ¿no? Y que yo recuerde tu no lo eres- dije y me volvió a sonreír.

- Fui amiga de Anya- ríe- Todas sus amigas son populares.

- Claro- dije y en la barra ya se encontraban los tres tragos y las dos cervezas que pedí.

- Toma- le entregué el vaso a Leah- Ya te puedes ir.

- Quédate, hay que hablar- pone el vaso en su boca tratando de verse "sexy"

- ¿De que quieres hablar?- pregunté cansado.

- ¿Luego de aquí que harás?

- Ir a mi casa a dormir.

- ¿No tienes planes con alguna chica?

- No- dije, detrás de ella se encontraba Fred platicando con una chica- Hey- dije y Fred me miró.

- ¡Cameron!- sonríe- Pensé que no vendrías.

- Aquí estoy- contesté y miré a la rubia- Leah, él es Fred- señale al pelirrojo- Fred, ella esa Leah- sonreí cuando una idea cruzó por mi mente- Ella está aburrida, quiere bailar y bueno creo que tú también lo quieres hacer- dije y Fred la miró.

- Hola- saludo amable- Amigo, estoy con una chica- mira a Leah- Quizás luego.

- Aquí está el otro trago- dice el Barman entregándome una copa con un líquido rojizo.

- Gracias- extendí el dinero.

- No, el organizador para todo- informa.

- ¿Noah es millonario?- le pregunté a Fred.

- No lo sé- contesta encogiéndose de hombros.

- Gracias- le dije al chico y caminé con las bebidas hacía donde estaba Anya y Nick- Adiós Leah.

- Sólo, déjame bailar contigo, sólo una vez y ya- súplica y Fred me mira.

- No.

- Vamos, no te pasará nada por bailar conmigo.

- Eres capaz de cualquier cosa.

- No- ríe y se acerca a mi.

- Iré a ver como está mi chica- habla Fred y la chica a mi lado lo mira.

- Dale el vaso a Anya - ordena ella. Él me miró confundido entre si hacerlo o no, sólo asentí de mala gana enfrente de ella para que se alejara de mi.

- Fred, hazme un favor y dale la bebida a Anya, esta con Nick en la pista- me miró asintiendo y me quito las bebidas de las manos- La cerveza es para Nick.

- Una canción solamente- advertí y Leah asintió

- Una canción solamente- advertí y Leah asintió

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La apuesta de los 100 días (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora