Salí de la casa abrochando los botones de mi chamarra gris, cuando estaba por terminar mi mochila cayó al piso.
No la pude tomar ya que un brazo me detuvo y levantó la mochila.
— Se te está haciendo costumbre venir — dije mirándolo a los ojos.
Era Timothée otra vez, tenía una sudadera más aparte una chamarra, era de esperarse ya que el día estaba helado. Se le formó una sonrisa en la cara y me paso el casco y mi mochila.
— ¿Acaso pensabas irte caminando?
— Mmm...si — dije riendo.
—Yo te llevaré — demandó.
— Pero si mi papá o mi mamá ven que me subo a una moto me matan — dije con una sonrisa de pánico — incluyéndote.
— Vamos, solo será esta vez y ya o eso espero — dijo y tomó mi mano para guiarme a su moto — Y solo han sido dos días, exagerada.
— Gracias — se detuvo en la entrada de la escuela y yo me bajé mientras me quitaba el casco.
— No hay de que.
Me agarró de la cintura.
— ¿Ya me puedo ir?
— Si quieres podemos faltar a clases e ir a comer a algún lado — dice como si nada.
— No gracias, prefiero entrar a clases.
— ¿Por qué?
— Gracias otra vez — le dije a Timothée y besé su mejilla, me acerqué más a él y le coloqué el casco, él me observaba con una sonrisa.
— No tenías que hacerlo — dijo abrochándose el casco.
— ¿Por qué?
— Este es el momento... — se acercó y susurró a mi oído — en el que me besas.
Su cara quedó a centímetros de la mía que lograba sentir su aliento sobre el mío, era olor a menta y lograba que quisiera besarlo.
— ¿No esperas hasta mañana?
— No puedo.
— ¿Ah, no?
— ¡Permiso!
Buchanan al que no había visto llegar paso frente a nosotros separando el poco espacio que había entre Tim y yo.
— Imbécil — susurra Tim soltando un bufido.
— ¿Dijiste algo? — Se acercó a Tim muy serio mientras que Timothée seguía mirándome con una sonrisa en la cara, ignorando a Buchanan quien se acercaba a él amenazantemente.
— Hey — lo empujó.
— No me empujes — Dijo Tim y lo empujó.
Cameron sonrió como si hubiera esperado este momento hace años y lo empujó, haciendo que Timothée cayera a la acera.
— ¿Chico malo? — preguntó Cameron y se volvió a acercar.
— ¿Te conozco? — le preguntó Timothée enojado.
— Tim, nos vemos mañana — le susurré, le ayudé a levantarse, pero él no dejaba de mirar a Buchanan — Tim.
No me había dado cuenta que toda la preparatoria estaba mirando la escena y que nos empezaron a rodear.
— ¿Tim?
Él miró hacia su dirección y luego a la mía para acercarse y depositar un beso en mi mejilla, casi rozando mis labios.
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La apuesta de los 100 días (Sin Editar)
Romantik¿Qué pasaría si tus amigas y tú hicieran una apuesta para humillar a uno de los playboys de la preparatoria? Pues eso hice yo junto a mis amigas. Debo enamorarlo en cien días, pero yo no debo enamorarme. se rumorea que él es peligroso y a mi me gust...