Día 5

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Domingo, día familiar, mis padres y yo nos encontrábamos en el centro comercial. Paseaba por las tiendas con mi mamá y mi papá rechistaba cuando mamá se paraba por media hora a ver zapatos, yo cada vez me aburría más, entramos a una tienda de vestidos para cualquier ocasión y mamá empezó a sacar algunos para que me los probara.

— No me gusta el rosa, mamá — dije arrugando la nariz con disgusto y le devolví el vestido.

— Tarah, a ti no te gusta nada — contesta con molestia, se dio media vuelta y dejó en su lugar el horrendo vestido y se puso a buscar más opciones.

— Me gustan las cosas que yo elijo — dije haciendo énfasis en yo, ella hace caso omiso y no me queda de otra más que esperar, me senté en uno de los sillones que había en el local — y me puedes explicar por qué estamos buscando un vestido.

— Tu tía Danielle se casará en unas semanas y quiero que te veas linda.

— No me habías dicho.

— Ya sé, si te decía te ibas a negar a venir.

— ¿Cuándo es?

— Hmm — me mira de reojo — es el sábado, como en unos seis días.

— Me dijiste en unas semanas.

— Yo no cuento los días.

Me levanté y comencé a buscar vestidos que a mí me gustaban, encontré uno blanco, uno negro y uno verde esmeralda, se los mostré y ella los examinó.

— Blanco no.

— ¿Por qué no? — pregunté ya cansada y harta.

— La novia es la única que puede ir de ese color y en segunda te vas a ver muy descolorida, de por si eres demasiado blanca — me lo quitó de las manos y lo colgó — es una boda no un funeral — dice y me arrebata el vestido negro — Pruébate ese, quizás se te vea lindo.

Entré al probador y me puse el vestido, se me veía bien era un poco corto, pero nada alarmante. Salí mostrándoselo y en su cara se dibujó una gran sonrisa.

— ¡Se te ve hermoso! — dice y comienza a buscar a mi papá con la mirada — Quiero que te vea tu padre.

Dirigí por un segundo mi mirada hacia dónde veía mi mamá, por la entrada del local pude ver como Cameron, sus padres y mi papá venían para acá, él traía lentes de sol y a su lado estaba el chico llamado Nick del otro día.

— Ahí está — dice mi mamá — Tobías, cielo, ven acá — entro corriendo al probador un poco alarmada.

Sentí como llegaban al probador donde me había escondido y logré escuchar como mi mamá se presentaba con los Buchanan.

— Tarah, sal de ahí. Hay unos amigos de tu padre que también quieren verte.

— Mamá ya me quité el vestido.

— Quiero la aprobación de tu padre así que vuélvetelo a poner.

Bufé y me metí de nuevo al probador, pude sentir como mis mejillas se iban calentando cuando sentí la mirada de Cameron sobre mí cuando iba saliendo.

— Tarah quiero presentarte al señor Mason y la señora Sherisse Buchanan.

No quería escuchar más. Con solo ver la cara de Cameron ya tenía suficiente, y Nick no dejaba de mirarme ya que parecía haberme reconocido.

— Ya puedes ir a vestirte — me dijo mi mamá ya que notó que estaba incómoda.

Traté de tardarme para que se fueran, pero mi intento falló ya que seguían hablando con mi padre, Cameron y su hermano al parecer se encontraban viendo otras cosas en la misma tienda.

La apuesta de los 100 días (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora