- Reto- contesta Anya desafiando a Gemma.
- Te reto a que te beses con Fred- habla mientras una sonrisa aparece en su rostro.
Nos encontrábamos jugando verdad o reto en la fiesta, exactamente en una de las habitaciones que estaba desocupada. La música no era buena pero el alcohol era gratis lo que hacía querer quedarnos en la fiesta.
- No, no, no- contesta Fred rápidamente - Anya tiene novio. Nuestras miradas inmediatamente se dirigieron a Nick.
- Somos amigos, aparte es sólo un juego, vamos hazlo- contesta Nick despreocupado.
Anya le regaló una sonrisa mientras le daba un beso en la mejilla. Se acercó a Fred y le dio un corto beso en los labios, acto seguido tomo un poco de vodka.
- ¡Siguiente!- grita Gemma. La botella giró, la punta quedó justo enfrente de Sophia.
- Reto- contesta y Nick ríe. - ¿Dónde está el tequila?- pregunta, Cam apunta la botella que se encuentra en la cama- Toma- le tiende la botella a Sophia para que le de un trago. Se acercó a Fred y él lo miró asustado. Puso un trozo de limón en su boca para callarlo, colocó sal en la clavícula haciendo ver a Fred como un chico sexy. Se alejó de él regresando a su lugar y apunto a Sophia para que se acercara a Fred.
- Es más fácil de lo que pensé- contesta restándole importancia.
Se sentó frente a él y lo miró fijamente, apoyó una mano en el hombro de Fred y limpió la sal con su lengua, tomó un trago directamente de la botella y se acercó nuevamente a Fred para besarlo. Anya aplaudió divertida.
- ¿Quién sigue?- pregunta mirándome. Sophia volvió a girar la botella está vez apuntándome a mi.
- Elijo...- dije alargando las palabras escuché que Nick susurró reto- Esta bien, reto.
- Tengo uno... escoge a uno de los chicos para quedarte en la habitación por cinco minutos.
- Es algo difícil- contesté bromeando- Fred siempre ha sido mi chico de ensueño...- dije y pude observar como Cam abría su boca claramente ofendido- ¿Qué opinas Fred?- él sonrió y apuntó a Cam- Oh, Cameron, estabas aquí- dije y él sonrió- Elijo a Cam.
Todos excepto él y yo, se levantaron y caminaron hacía la puerta para luego salir y finalmente dejarnos solos.
- Por un momento pensé que escogerías a Fred.
- No me gusta- dije rondando los ojos mientras reía.
- Eso significa que yo si te gusto- afirma con una sonrisa arrogante.
- Tenemos cinco minutos ¿Qué quieres hacer? - cambié de tema. Levanté una de mis cejas y me acerqué a él tomando su cara entre mis manos, cuando hice eso Cam amplió su sonrisa. Me senté frente a él y acaricie su cabello.
- Tengo un problema contigo- dije mirándolo a los ojos.
- ¿Cuál?- pregunta preocupado.
- Que eres tan idiota que al ser así te hace ser incapaz de besarme- dije riendo.
Se acercó con una sonrisa y me besó, me estaba acostumbrando a Cam y a sus labios, me gustaba. Jamás pensé que él de verdad sería atento o que estuviera dispuesto a cambiar su personalidad. Era tan distinto cuando lo conocí.
- ¿Recuerdas cuando no sabía tú nombre?- dijo alejándose un poco de mi, asentí con mi cabeza- Si lo sabía- ríe lo que provoca que yo sonría- Me lo aprendí a los dos días de conocernos.
- Lo sé- reí- No soy tan tonta.
Se acerca otra vez a mi para besarme nuevamente, tomé sus manos e hice que las pusiera en mi cintura.
- Tar, necesito decirte algo- susurra.
- Claro, pero no se porque susurras- contesté imitándolo.
La puerta se abrió de golpe, Leah se encontraba detrás de está, tenía su maquillaje corrido y una botella vacía entre sus manos.
- Te odio, te odio como jamás he odiado a alguien- grita enojada acercándose a nosotros.
- Mierda, ¡Leah basta!- Cam se levanta rápidamente y la toma de los hombros.
- ¡No!- grita aventando la botella provocando que ésta se estrellara en una pared- tú no entiendes- habla y pone su mano sobre la mejilla de Cam.
- Leah estas borracha.
- Ella no te quiere- dice llorando- Ella lo hizo por una chica que ni siquiera la conoce.
- Estas diciendo estupideces- contesta Cameron, me levanté de mi lugar dispuesta a ayudar al antes mencionado.
- Leah, te vamos a llevar a casa- dije y tomé su brazo.
- ¡No me toques!- grita golpeando mi mejilla- ¡Sabes lo que estas haciendo! vuelve a hablar mientras me apunta con el dedo- Dile toda la verdad, Tarah.
- ¿De que esta hablando?- pregunta Cam.
- Esta borracha- respondí tratando de no estar nerviosa y tomé su brazo- Cam, ¿puedes ir a pedir un café o encender el auto para sacarla de aquí?- él asintió y se fue- ¡Basta!- le grité- ¡Estoy bien con Cameron y no voy a permitir que una tonta como tú llegué a arruinarlo todo!
- ¿Sigues con la apuesta verdad?- pregunta empujándome.
- No- en este momento mi mente reaccionó- No hueles a alcohol... no estas borracha.
- Obviamente no estúpida, se llama actuación.
- ¿En serio estás tan obsesionada con Cameron?
- Estoy dispuesta a arruinar tu relación como tu arruinaste mi cita- me vuelve a empujar.
- Eso pasó hace tiempo- dije frustrada- Supéralo ¿si?... La maldita apuesta ya no está en pie ¿si entiendes eso?
- Él no lo sabe- levanta sus cejas- Tú y él no van a funcionar como pareja- dice tocando mi mejilla- Los dos tienen secretos que no están dispuestos a contarse y estoy segura que él te esconde con quienes se acuesta mientras tu no estas- sonríe victoriosa.
- ¿De que hablas?- pregunté, hizo más grande su sonrisa al ver que el tema realmente me importaba- Leah...
- Pregúntale. -Respondió con una gran sonrisa en la cara, tiempo después caminó hacía la puerta, cuando salió, Cam entró con una botella de agua y una pastilla. Se miraron y ella besó su mejilla. Me miró con miedo y lo único que pude hacer fue sentarme en la cama que se encontraba detrás de mi.
- Tarah- dice acercándose.
- ¿Te...- traté de formar una oración pero no podía, mi garganta estaba seca- Dime que no te has acostado con ella.
- Tarah, quiero que me escuches- habla mientras intenta tomar mis manos.
- Fui una estúpida- sonreí dolida.
- No, no, no- toma mi cara entre sus manos- Escucha fue un error... ella... ella- tartamudea- Ella me drogó.
- Me tengo que ir a casa- me levanté de la cama- Hablamos mañana- deposité un beso en su mejilla- Ve mañana a mi casa ¿si?
- ¿Te acompaño?- pregunta.
- No gracias- susurré.
ESTÁS LEYENDO
La apuesta de los 100 días (Sin Editar)
Storie d'amore¿Qué pasaría si tus amigas y tú hicieran una apuesta para humillar a uno de los playboys de la preparatoria? Pues eso hice yo junto a mis amigas. Debo enamorarlo en cien días, pero yo no debo enamorarme. se rumorea que él es peligroso y a mi me gust...