Desactivo la alarma del celular y me dejo caer de nuevo en la cama, mientras me quejo de haber golpeado mi moretón contra la almohada. Pero no hay remedio, así que cierro los ojos antes de levantarme para no marearme, como usualmente sucede. Aviento las sábanas a un lado y me siento en la cama aún con los ojos cerrados y el cabello hecho una maraña. No entiendo como algunas chicas despiertan de lo más felices del mundo y hasta peinadas; yo soy todo lo contrario: me levanto de mal humor, con aspecto de muerta y el cabello enredado.Voy directo al baño a lavarme la cara con agua fría para despertarme y regreso al cuarto a cambiarme. Lo bueno de bañarse por las noches es que por las mañanas no vas a la escuela con el cabello mojado. Corro un poco la cortina: el día está gris y nublado.
¿Cómo era eso posible? Ayer todo el día estuvo el sol arruinando mi clase de educación física y fastidiándome la tarde. Pienso seriamente en vengarme de la profesora.
Voy al clóset a buscar unos jeans, una playera y una sudadera. Me pongo los converse.
Me quedo parada unos segundos frente al espejo preguntándome: ¿me peino o no? ¿Cam lo notará o le dará igual? Comienzo a cepillarme el cabello, me hago un chongo dejando dos mechones fuera y me pongo una banda azul que hace juego con la sudadera; tomo la mochila y en celular. Salgo a la calle porque Anya ya está esperándome. Ni siquiera me saluda.
- ¿Any, que tienes?- le pregunto al ponerme el cinturón de seguridad.
- Tenías demasiado tiempo sin usar una banda- me mira.
- Sí, bueno... ese no es el punto. ¿Nick te hizo algo?
Su labio inferior tiembla un poco, como si estuviera a punto de llorar, pero se controla. Busca su bolsa debajo del asiento y saca su celular, me lo pasa y leo sus mensajes con Tim.
El último dice: "Lo siento" , acompañado de una foto de Nick besando a otra chica.
Lo peor de todo es que ambos están de perfil y es fácil identificar a Nick. Bloqueó el celular y se lo paso en silencio. Coloca la frente en el volante; lágrimas empiezan a resbalar por sus mejillas. Se las seca con el dorso de la mano y guarda el celular.
- ¿Él ya sabe que sabes?
- Sí...
- ¿Te ha buscado o dicho algo?- le pregunto.
- Miles de mensajes y llamadas diciendo que esa foto no es actual y que es alguna venganza de un chico celoso, que él me quiere a mí y esas estupideces.
- ¿Y por qué no le crees?
- ¿Qué tal si es real?
Le pregunto seriamente:
- ¿Aún son novios?
Cuando llegamos a la escuela, ella se pone unos lentes negros para que nadie mire sus ojos hinchados, la abrazo para hacerle saber que no está sola. Las personas nos miran y comienzan a murmurar. No sé si por mi ojo aún morado, por la pelea con Leah o por algo que ninguna de las dos sabemos. Ella se va a su casillero y yo al mío. Estoy lista para ir a clase de matemáticas, pero veo a Fred corriendo hacia mí. Llega agitado, me enseña la pantalla de su celular con la misma foto.
- ¿Sabes que rayos significa esto?- pregunta.
- No tengo la menor idea, pero el idiota que lo hizo tiene celos o es real e intenta hacer que lastimen a Anya.
- ¿En serio, Tarah?- pregunta con la mirada seria.
- Bueno, no y ya, pero Anya se puso lentes oscuros para que nadie viera sus ojos hinchados; en todo el camino a la escuela no dijo nada.
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La apuesta de los 100 días (Sin Editar)
Romansa¿Qué pasaría si tus amigas y tú hicieran una apuesta para humillar a uno de los playboys de la preparatoria? Pues eso hice yo junto a mis amigas. Debo enamorarlo en cien días, pero yo no debo enamorarme. se rumorea que él es peligroso y a mi me gust...