La apuesta de los 100 días (Sin Editar)

Dia 73°

Al día siguiente, al despertar, lo primero que hago es checar el celular por si Anya me contestó el mensaje avisándole que no pasara por mí, porque me dejó en visto. Reviso los demás mensajes, pero ninguno de ellos es interesante, excepto los de Fred.

¿Por qué Any aún sigue mal por lo de Nick? ¿Por qué no estás en la escuela? Tengo que hablar contigo, esto es algo grave... Voy a golpear a Timothee

10:20

No sé a qué se refiere, pero intento descifrar la razón para golpearlo, aparte de que Tim es un idiota, claro.

Me sorprende ver que tengo un mensaje del antes nombrado; descubro el motivo por el que lo quieren golpear: es una captura de pantalla de una conversación con Anya, en la que la invita a salir y ella responde que lo pensará.

¿Acaso este chico quiere terminar con el rostro como el de Leah?

Ya es mediodía, así que corro a ducharme.

Necesito hablar con Anya. Fred tiene que acompañarme a esa pequeña guerra en la que nosotros tocamos su puerta como locos y ella nos ignora porque está dolida. Salgo de la ducha. Después de pasar toda la ropa, encuentro una camiseta de tela transparente...

¿Desde cuándo la tengo?

En fin, la descuelgo y decido ponérmela. La combino con unos jeans y mis converse, me cepillo el cabello un poco y opto por usar una chaqueta de mezclilla. Voy a la cocina por algo de comer. En el refrigerador encuentro un pedazo de papel mal cortado en el que mi mamá avisa que no la espere a cenar, que llegará muy tarde y que si llama papá le avise.

Tomo una manzana y le marco a Fred.

- Tar, ¿qué pasó? ¿Por qué no viniste?

- Cam me dijo que ya no sirve de nada, que es sólo relleno para antes de salir de vacaciones.

- Opino lo mismo: no hacemos nada, hemos tenido todo el día libre; mañana viernes es el último y creo que habrá fiesta.

- No es nada raro- contesto- ¿Sabes algo de Any? ¿El idiota de Tim anda con una sonrisa de satisfacción o normal? Porque ya vi lo que hizo y te juro que iré a patearle donde más le duele. Eso no se hace.

- Ah, pues qué crees: no sólo nos mandó el mensaje a ti y a mí, sino a toda la escuela, lo que incluye a Nick.

- ¿Ya tienes tu moto? - le pregunto.

- ¿Te estas burlando? Mis padres la vendieron y ahora traigo un Jetta gris del siglo XVI. ¿Sabes lo que esa motocicleta significaba para mí?

- Lo sé, lo lamento, ¿podrías pasar por mí? Me gustaría ir a casa de Any.

- Pues ya qué...

Toco la puerta por tercera vez, sin respuesta alguna. Otra vez: cuatro, cinco, seis veces.

- ¡ANYA! - grito- ¡SI NO ABRES LA PUERTA, IRÉ A GOLPEAR A TIMOTHEE Y TÚ NO VERÁS ESO!

No pasa ni un minuto y Any abre la puerta y su mirada brilla un poco.

- Si vas a golpearlo, tengo que ir yo.

- Lástima, sólo quería que salieras de casa y hablaras con nosotros- le dice Fred- Ya sabemos todo.

- ¿Qué cosa? - pregunta Anya haciéndose la tonta- ¿De que hablan?

- Tim te ha invitado a salir, lo sabemos- le echó en cara- El muy idiota se encargó de decírselo a todos.

- Y cuando dice todos, son todos- aclara Fred.

Anya se queda callada y antes de hablar suelta el suspiro más grande del mundo.