CAM
Despierto, pero sólo hasta unos minutos después estoy un poco más consciente y me doy cuenta de que el cuarto está totalmente iluminado por los rayos de luz; siento el brazo de Tarah en mi cintura. Abro los ojos pero me veo obligado a cerrarlos para acostumbrarme a la luz del día.
Cuando los abro nuevamente, es necesario parpadear; mis dedos entrelazados con los de Tarah. Cameron Buchanan, algo malo pasa contigo Bostezo. Me restriego un poco los ojos. Tarah se remueve un poco y suelta mi cintura y su espalda choca con la mía. Su columna sobresale un poco, lo que me hace pensar que está hecha bolita. Me doy vuelta; mis suposiciones acerca de su posición son ciertas. Observó sus hombros elevarse cada que respira y su cabello castaño está esparcido por toda la almohada. Me entra la necesidad de tocar su sedoso cabello, pero algo me detiene y me dice que deje las manos quietas. Me acerco un poquito más a ella y pongo mi mano en su hombro mientras la sacudo un poco para que despierte.
- Tarah- murmuro- levántate.
Reacciona hasta la tercera vez que la llamo, pero lo único que consigo es que me dé un manotazo y vuelva a intentar dormir, lo cual no logra porque insisto en que despierte.
- Cam, ¿vas a dejarme dormir? Se da la vuelta, bosteza y sus ojos luchan para no volver a cerrarse.
- No- respondo- Ya es hora de levantarse; aparte, ya tengo hambre.
- Dame quince minutos más.
Se frota los ojos y se estira a todo lo ancho de la cama sin preocuparse de golpearme la espinilla.
- Se nota que eres muy floja, James- me burlo.
- Creo que sí- responde en medio de un bostezo- Me cuesta trabajo despertarme... podría dormir el día entero y despertarme aún con sueño.
Esta chica es más dormilona que todas las que he conocido. Miro más allá de Tarah y noto que faltan Nick y su perro.
- ¿En dónde está Nick?- pregunto.
Tarah levanta la cabeza y responde.
- Aquí, a mi la...- se queda callada justo en el momento en el que nota la ausencia de mi hermano- Podría jurar que estuvo a mi lado toda la noche.
Nos sentamos en la cama mientras nos miramos un poco alarmados.
- Nada malo pudo haberle pasado- me asegura - Además nos hubiéramos dado cuenta de eso, estaba a nuestro lado. Quizá fue al baño o a desayunar - Me paro de la cama.- ¿A dónde vas?
- A buscarlo al baño- contesto- O a su cuarto.
Tarah pone los ojos en blanco, se para también y me da un golpe en la cabeza.
- ¿Eso por qué fue?- le pregunto.
- Por despertarme a las diez de la mañana.
Me obliga a abrir la puerta e ir en busca de Nick, Enseguida nos llega el olor a hot cakes y escuchamos las risas de Nick y mamá. Cerca del comedor, el olor del desayuno es más notable y fuerte. Mientras más nos acercamos, más nervioso me pongo porque pienso que un ladrón nos está haciendo el desayuno y una malteada con algunas gotas de un poderoso veneno.
¿Qué rayos Bruchanan ¿Un ladrón deteniéndose a hacerle el desayuno a su víctima? Sí, claro.
Me detengo en el umbral de la entrada de la cocina y veo a mamá cocinando y a Nick sentado en la barra frente a la estufa. Tarah se pone a mi lado y se abraza a mi brazo mientras me mira un poco asustada o nerviosa.
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La apuesta de los 100 días (Sin Editar)
Romance¿Qué pasaría si tus amigas y tú hicieran una apuesta para humillar a uno de los playboys de la preparatoria? Pues eso hice yo junto a mis amigas. Debo enamorarlo en cien días, pero yo no debo enamorarme. se rumorea que él es peligroso y a mi me gust...