Dia 70°

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CAM

Al día siguiente, voy camino a los vestidores; necesito cambiarme para el examen de educación física. Reviso la hora en el reloj de muñeca gracias a que Nick siempre se burlaba de mí porque siempre veía la hora en el celular. Me detengo en seco al encontrarme a Timothee. Tiene la mirada centrada en mí y está recargado en los casilleros como si tuviera rato esperándome o ya sabía que pasaría por este lugar. Se acerca a mí. No tengo idea de si quiere golpearme, hablar conmigo o informarme qué hay un partido amistoso. 

- ¿Qué pasó entre Tarah y Leah?- pregunta sereno. 

Me relajo un poco y suelto de poco a poco el aire que estaba acumulando. 

- Leah fue a amenazarla a la cafetería y Tarah no se dejó. 

- ¿Tarah le dejó la cara así? 

- Si. ¿Qué?, ¿pensaste que había sido yo? 

- Algo así- responde- Que quizá fue en un acto desesperado para alejarla de ti, no lo sé. 

- Tal vez sea un idiota con un ego enorme, pero quiero que sepas que jamás en mi vida golpearía a una mujer... quizás sí llegaría a jugar con sus sentimientos, pero nunca a golpearlas. 

Se queda callado y sigo mi camino, pero me impide el paso. 

- En el poco tiempo que estuve con ella, me di cuenta de que ella es una buena chica y no como el resto, que tú y yo solemos conocer. Ella ama los libros; las otras, las flores; ella usa Converse; las demás, tacones. Ella es el tipo de chicas con las que te topas sólo una vez en la vida. 

Trato de que no se note que su comentario me ha dado justo en un lugar sensible. 

Simplemente espera mi reacción.

- Si realmente la quieres, cuídala, y no la dejes ir. 





TARAH

Me hago un chongo alto al salir de los vestidores. Busco a Fred y a Anya por todo el gimnasio, pero se me dificulta porque somos varios grupos, gracias a que la maestra quiso que hiciéramos el examen juntos para no perder tiempo con el fin de, según ella, salir de vacaciones lo antes posible. Reconozco a Anya de espaldas; se está mordiendo las uñas con desesperación. 

- Oye, tranquila, ¿Qué tienes?- le pregunto- ¿Dónde está Fred? 

- No sé, no lo he visto desde el examen de historia- responde- Nick me dijo que la profesora nos pondrá a correr por todo el campo y quienes aguanten a dar más vueltas son los que quedan con la nota más alta... no sé tú, pero a mí se me da fatal eso de correr. 

- Te recuerdo que saqué un siete en el semestre pasado sólo porque no pude hacer cuarenta lagartijas.  ¿Qué calificación llegaré a sacar? ¿Otro siete o alcanzaré el ocho?

Por alguna extraña razón, me pongo igual de nerviosa que Anya y comienzo a jugar con mi cabello y a mover impaciente los pies. Me topo con la mirada de Tim, que en realidad no sé si me mira a mí o a Anya. Su expresión es muy seria, como si tuviera algo en mente y estuviera calculado las posibilidades para que funcione. Intenta sonreírme y aparté la mirada de inmediato.

Cobarde.

- A ver, ya estoy aquí, así que cierren la boca y pongan atención si quieren aprobar mi materia.  Busco a la profesora de educación física y la localizo arriba de las gradas con las manos en ambas caderas y una mirada un poco burlona. 

Ay Dios mío, la profesora nos hará sufrir mientras corremos bajo el sol y tratamos de luchar por una calificación alta. 

- Muchos ya saben en qué consiste este examen y otros simplemente están aquí presentes por compromiso y para no sentirse culpables porque mínimo presentaron un examen. Así que ya saben: los últimos cuatro corredores que queden de pie son los que tendrán la calificación máxima. De ustedes depende. 

Baja de las gradas y me recorre un escalofrío por todo el cuerpo. Creo que me resignaré a tener una calificación baja. Anya me da un codazo y me ve en plan:

"Pase lo que pase, no golpees a la profesora".

Caminamos fuera del gimnasio, los rayos del sol ciegan a muchas personas, incluyéndome, y empiezan a retractarse de decir que era una materia demasiado fácil. Me cubro la cara de los rayos del sol. La profesora nos deja en la pista de atletismo, hace sonar su silbato y todos comienzan a trotar. Primero miro raro a todos y comienzo a imitarlos. Anya ya está sudando a pesar de no haber corrido casi nada.

 Anya ya está sudando a pesar de no haber corrido casi nada

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La apuesta de los 100 días (Sin Editar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora