CAMERON
La alarma sonó y la apague, me levante de mi cómoda cama y camine hacia al baño, pero este estaba ocupado por Nick.
- ¿Te falta mucho?- grite, luego de unos segundos esperando respuesta escuché como la llave de la regadera se abría.
- Nick- dice mi padre- Ve y prepárale el desayuno a tu madre.
- Soy Cameron- dije enojado- ¿A que hora llegaste ayer?
- ¿Te importa? Ni...- se detuvo y me miro- Cameron te mande a hacerle el desayuno a tu madre.
- No es necesario- dice ella saliendo de su habitación- Tengo manos para hacerlo- dice y baja las escaleras.
Llegué un poco tarde al colegio me había atrasado ya que Nick se demoró mucho en el baño. Una chica me saludo al entrar al colegio y lo único que hice fue sonreírle. Un poco más adelante un chico con lentes apareció en mi camino y me entrego una nota.
- Te lo manda Erin.
- ¿Erin?
- Dijo que no le pediste su número el otro día y estaba preocupada.
- Amigo, yo no me quedo con los números- digo y le entrego el papel- Y si te soy sincero, no recuerdo quien es Erin.-Le digo y sigo caminando, entro al salón correspondiente y el profesor me mira.
- Buchanan, otra vez tarde.
- Mañana llegaré temprano.-Le dije y el asintió con la cabeza.
Mientras la clase pasaba pensaba con que chica me liaría hoy. Ayer por una extraña razón no quise terminar lo que empecé con Ana, Clara, Lara, bueno esa chica. Pero hoy estaría con dos.
El timbre sonó y todos salimos como si estuviéramos encarcelados, en los pasillos me encontraba a varias chicas llamando mi nombre pero no recordaba el nombre de ninguna. Una chica con el cabello rubio oscuro a quien jamás había visto paso frente a mi y la seguí para luego tomarla del brazo.
- Hey- dije.
- Hola- dice seria.
- ¿Cómo te llamas?
- Gemma- dice y sigue caminando un poco nerviosa.
- Eres linda.
- Gracias- dice y me mira.
- ¿Hemos hablado antes?- niega con la cabeza- ¿Me conoces?- asiente
- Oye Gemma... ¿No quieres ir a algún lado?
- ¿A donde?
- Ven...
Dije y la tome del brazo guiándola a un pequeño cuarto desocupado de limpieza. Entre con ella tomado de la mano y cerré la puerta con seguro, la chica se veía demasiado nerviosa así que para quitarle los nervios acaricie su cabello. Ella asintió y quite el seguro de la puerta para que ella pudiera salir, no me gustaba ser la primera vez de esas chicas de las cuales no me acordaría y que no les hablaría.
- ¿Qué paso?
- chica, no pienso ser tú primera vez- le digo y sonrío.
Abro la puerta y una chica apoyada en esta cayó quedando a muy pocos centímetros de mis pies.
- ¿Anya?-pregunta la rubia.
- Oh que casualidad- dice.
- ¿Anya por qué tanta urgencia en hablar conmigo?
-Tengo nueve llamadas perdidas tuyas- dice Tarah llegando.
- Muñeca - dije sonriendo.
- Hola Cam- dijo y miro a la chica a mi lado- ¿Qué pasa?
- Bueno- dice la chica que aún se encuentra en el piso- Nosotras ya nos vamos- dice y se levanta.
Fue ahí cuando me di cuenta que la chica que había traído al cuarto de limpieza era amiga de Tarah. Y tal como si hubiera pasado la mayor de mi vergüenza, mis mejillas se pusieron rojas ya que sentía el calor en ellas. La chica tomó la mano de Tarah y se fueron sin mirar atrás, mientras que la chica llamada Gemma me miró y se alejo haciendo como si nunca me hubiera visto.
Al terminar el día no me había liado con ninguna chica y sentía vergüenza de mirar al grupo de Tarah.
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La apuesta de los 100 días (Sin Editar)
Romance¿Qué pasaría si tus amigas y tú hicieran una apuesta para humillar a uno de los playboys de la preparatoria? Pues eso hice yo junto a mis amigas. Debo enamorarlo en cien días, pero yo no debo enamorarme. se rumorea que él es peligroso y a mi me gust...