CAMERON
- Nick dame eso- dije señalando mi celular.
- No, tú éstas más cerca.
- Nick por favor.
- Cam...- se levanta poniéndose frente a mi, cubriendo la televisión- Estoy triste.
- No estés así, le queda media hora al partido... estoy seguro que ganaremos- dije e hice una seña para que se moviera.
- Cam, Anya me gusta... y mucho- dijo mirándome con sinceridad. - Ve y dile eso.
- Ya lo hice...- se sentó de nuevo escondiendo su cabeza entre sus manos, lo miré.
- Estoy casi seguro que se le pasará el enojo y todo entre ustedes volverá a estar bien.
- ¿Tu crees?- pregunta mirándome.
- No- dije riendo, Nick vuelve a cubrir su cabeza- Estoy bromeando- reí- Ve de nuevo a su casa, quizás ya no esté tan enojada como ayer. Me miró por unos segundos y se levantó, sin decir nada caminó al espejo, se arregló un poco el cabello y salió por la puerta sin decir una palabra. Tomé mi celular y revisé si había algún mensaje o alguna llamada perdida, no había nada. Busqué el contacto de Tarah y marqué sin pensarlo dos veces. La voz adormilada de la chica sonó al otro lado de la línea, sonreí al escuchar su voz.
- ¿Hola?
- Hey, ¿dormida aún?
- Un poco, anoche me dormí tarde intentado que Anya dejara su enojo.
- ¿Y lo lograste?
- Si, un poco- ríe suavemente.
- ¿Tienes pensado hacer algo hoy?
- ¿Además de dormir...?- se detiene unos segundos- Tengo que ir al supermercado, mis padres se fueron pero me dejaron la lista ¿Quieres acompañarme?
- Claro, será una linda cita comprando alimentos- dije riendo.
- Te espero en una hora- contesta de la misma manera que yo.
- ¿Tanto?- suspiré.
- Tengo que bañarme, alistarme y maquillarme.
- Joder...- dije con una falsa sorpresa- Tarah James se bañará y se maquillará, eso es realmente sorprendente.
- Eres un idiota- dijo riendo.
- De igual forma te gusto.
- Imbécil...voy a cortar la llamada y haré lo que te dije segundos atrás.
- ¿Me colgaras?
- Si, del cuello si no llegas en cuarenta minutos. La llamada finalizó y miré a mi alrededor. Mi madre estaba parada en la puerta con su mirada fija en mi. Me levanté del sillón y me acerqué a ella.
- ¿Es la misma chica de siempre?- pregunta.
- Si- respondí.
- ¿Vendrá?- negué con la cabeza- Hazme un favor- dice mientras busca su cartera.
- ¿Qué?
- Compra una botella de Tequila...- Me extiende el dinero.
- Mamá...
- Toma el dinero- dijo seria- Iré a dormir un rato.
- Mamá soy menor de edad, no me venderán alcohol.
- ¡Ay, por favor Cameron!- levanta la voz- Se que compras alcohol para ir o hacer fiestas, así que deja de actuar y ve por la maldita botella- dice cansada.
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La apuesta de los 100 días (Sin Editar)
Romance¿Qué pasaría si tus amigas y tú hicieran una apuesta para humillar a uno de los playboys de la preparatoria? Pues eso hice yo junto a mis amigas. Debo enamorarlo en cien días, pero yo no debo enamorarme. se rumorea que él es peligroso y a mi me gust...