- Tarah- habla mi padre y lo miro- Mañana nos vamos a la casa de tu tío a pasar las vacaciones.
- ¿Mañana? Tan rápido.
- Necesitamos llegar antes Tar- dice mamá lavándose las manos.
- No quiero estar allá tanto tiempo.
- ¿Por qué?- pregunta mi padre.
- No me llevo bien con mis primos.
- Claro que lo haces- ríe.
- Esta bien. Pero quiero pasar estos días con mis amigos.
- Al decir amigos ¿Te refieres a Cameron?
- ¿Cameron?- pregunta mi padre.
- Es el hijo del señor Buchanan, el chico que viene seguido a casa o Tarah va a su casa- responde mamá sentándose al lado de papá.
- ¿Tienen algo?- pregunta mi padre.
- No- respondí- La verdad... para ser sincera. - Ambos me miraron atentos esperando mi respuesta.- Me acerqué a él por la simple razón de que era difícil.
- Te gusta lo difícil como a tú padre- dijo mamá y él la hizo callar.
- Lamentablemente él me terminó gustando y al parecer yo a él.
- ¿Y eso que tiene de malo?
- Que tengo miedo de estar con él.
- ¿Por qué?
- No lo se, además, todo esto lo hice por una estúpida apuesta.
- ¿Apuesta?- pregunta papá. Mierda
- ¿Apuesta?- me hago la loca.
- Hija dijiste apuesta- dijo mamá.
- Debí confundirme de palabra- quise decir propuesta, ya saben es casi como decir apuesta.
- Tar...- habla mi mamá.
- Mamá tengo cosas que hacer- dije rápidamente subiendo las escaleras para dirigirme a mi cuarto. Al llegar a este mi celular sonó mostrando en la pantalla el nombre de Cam.
《Camarón》
¿Tienes fuego?
15:10 p.m¿Qué?
15:10 p.mNecesito encender mi cigarro y no tengo encendedor.
15:11 p.mLmao. Si tengo pero en mi casa.
15:13Genial yo estoy abajo :)
15:13Miré por la ventana de mi habitación y Cam se encontraba abajo de los arbustos fuera de mi casa mostrando su cajetilla de cigarros hacía mi ventana. Le hice un gesto con la mano para que subiera y él se dirigió a la puerta, negué rápidamente con la cabeza. Mis padres ahora sabían que el me gustaba y tendrían una conversación con él si lo veían entrar a la casa.
Sube por la ventana
15:15 p.m
Mandé el mensaje y espere a ver su reacción, sonrió como la primera vez que le hable. Esa sonrisa coqueta que enamora a todas las chicas y las hace caer a sus pies. De un momento a otro trepó las paredes de mi casa hasta llegar a mi ventana.
- ¿Por qué no puedo pasar por la puerta como la gente normal?- pregunta pasándome la cajetilla.
- Porque mis padres saben de tu existencia.
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La apuesta de los 100 días (Sin Editar)
Romance¿Qué pasaría si tus amigas y tú hicieran una apuesta para humillar a uno de los playboys de la preparatoria? Pues eso hice yo junto a mis amigas. Debo enamorarlo en cien días, pero yo no debo enamorarme. se rumorea que él es peligroso y a mi me gust...