La otra capítulo 15

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Armando estaba que se moría de los nervios, Betty se había ido temprano a casa a fin de intentar convencer a sus papás de lo bueno de irse a Miami, y él estaba en su casa, intentado centrar su atención en la novela que había abierto. De pronto oyó a su espalda la voz de Marcela, con tono bastante elevado y desagradable.

Marcela.- No puedo creer que estés tan tranquilo en el sofá con una novela, cuando estoy harta de enviarte mensajes al celular y de llamarte y ni siquiera te has dignado a responderme.

Armando, le respondió fastidiado.- No sé que tenía que responderte, no tenía ningunas ganas de hablar contigo y solo respondo las llamadas que me interesan... ya veo que regresaste, vendrás muy cansada, después de un vuelo tan largo, que descanses...

Y sin decir nada más se levanta ante la sorprendida Marcela, coge el libro, el celular y la bandeja con el bocadillo, la cerveza y la fruta que se había preparado como cena, y la deja allí plantada en el salón con la maleta y el neceser a sus pies.

Marcela.- ¿A dónde vas?...

Armando.- Al cuarto de invitados, ya sabes que duermo allí, cenaré mientras veo un poco de TV...

Marcela.- ¿Televisión?... ¿cómo?... en ese cuarto no hay.

Armando.- Ya sí...

Marcela.- ¿Desde cuando?...

Armando, sonríe cínico.- Desde que compré un aparato antesdeayer y lo instalé...

Marcela, traga saliva intentando suavizar la cosa.- Te he traído un regalo y María Beatriz te manda recuerdos... quédate un momento y hablamos, me ilusioné pensando en que me ibas a ir a buscar al aeropuerto...

Armando.- Gracias por los recuerdos de tu hermana y por la corbata, ponla con las demás en el vestidor, y no sé que te pudo hacer pensar que te iba a ir a buscar al Dorado... Estarás cansada, no te entretengo más...

Marcela apretando los labios.- ¿Por qué piensas que te compreé una corbata?... y no entiendo ese interés en no compartir conmigo ni unos minutos... ¿tan desagradable te resulto?...

Armando, suspira.- Si no es una corbata, será una loción y si no es la mía de siempre, se la puedes dar a tu hermano, no pienso cambiar y sí, me desagrada mucho compartir mi ocio contigo, sobre todo después del último numerito de Miami...

Y sin esperar ni un segundo más, la dejó plantada y se encerró en el cuarto de invitados, dónde se había mudado hacía ya varias semanas. Marcela triste y enfadada desistió y se dirigió al aseo para darse un baño de espuma a ver si se relajaba algo.

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Armando ya estaba absolutamente decidido a poner a la venta su piso de soltero, y si los papás de Betty aceptaban irse a Miami, comenzar a buscar algo para los dos y a gusto de los dos, de modo que cuando pudiesen casarse ya tuviesen ese problema resuelto.

La vibración de su celular le indicó que le llamaban, lo tomó y vio nervioso que era Betty quien le llamaba, de modo que contestó enseguida.

Armando.- ¿Aló?... ¿mi amor?... ¿qué pasó?... ¿se decidieron tus papás?...

Betty.- Hola Armando, pues sí, después de una larguísima discusión ya se decidieron...

Armando, con tono de desencanto.- No aceptaron ¿cierto?, tu papá se niega a dejarte sola en Bogotá.

Betty, rompió a reír.- Ojojojojojojoj… lo cierto es que ha costado mucho, pero al final la oferta era demasiado tentadora y han aceptado, ya tenemos gerente general de la empresa en Palm Beach... don Hermes Pinzón Galarza...

Historias de Betty, la feaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora