¿Quién eres tú? Capítulo 11

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Doña Julia y los Mendoza, habían pasado una mañana muy feliz. La mamá de Betty, porque quedó encantada con el colegio y sus instalaciones, que no lo conocía y junto con los demás, por la ceremonia de la izada de la bandera, de la que fue especial protagonista Pepe.

Betty estaba feliz, pero don Roberto y Armando, gimnasianos hasta la médula, era que iban a reventar. Pareciese que ambos olvidasen, las particulares circunstancias de Pepe, cuando le acompañaron, vistiendo los flamantes uniformes del colegio, hasta el mástil, para que el niño hiciese realidad su privilegio particular de izar la bandera.

Terminado el acto, que Armando había inmortalizado disparando sin descanso su cámara fotográfica, el fotógrafo oficial, les hizo varias instantáneas, todos juntos, pero la que se llevaría la palma, pensaba Betty con orgullo, sería aquélla en la que estaban los tres gimnasianos juntos: Armando cargando a Pepe y junto a ellos, don Roberto.

A continuación de aquello, todos se marcharon, después de acompañar a Pepe a su aula, y explicarle que ese día almorzaría con su compañeros en el colegio, cosa que no le hizo muy feliz y provocó un lastimoso puchero, en su carita.

Pepe, mimoso.- Papi yo me iba con la yaya Julia a la cazita y ezpedo a que Vd zalga del tlabajo.

Armando, con dulzura.- Pepe, Vd ya es un chico mayor, fíjese que hoy ha izado la bandera y toda la familia ha venido con Vd y hemos hecho muchas fotos, pero ahora su mamá y yo, debemos trabajar un poquito... ¿sí?, es que tenemos que ganar platica, para poder comprar las cositas que necesitamos y la yaya Julia se tiene que ir con el yayo Hermes...

Pepe, suspira resignado.- Meno... pedo yo me comiba todo y enseguida me iba a la cazita con Vd...

Don Roberto, que se está encandilando con aquel nietecito que le ha caído del cielo, interviene mediador.

Don Roberto.- A ver Pepe, que le parece que en cuanto que Vd almuerce, le estemos esperando acá en la puerta su abuela Margarita y yo, su abuelo Roberto...

Pepe, un poco sorprendido.- ¿Vd ez mi belo?...

Don Roberto, sonríe.- Claro Pepe, yo soy su abuelo, porque soy el papá de su papá, y ella (señala a su mujer), es su abuelita porque es la mamá de su papá... ¿lo entiendes?...

Pepe, se encogió de hombros, no entendía demasiado.

Don Roberto.- Bueno, pues si Vd quiere, nosotros le venimos a buscar, y le llevamos al club a pasar la tarde con nosotros, así ve los caballitos... ¿le provoca?...

Pepe, le mira con los ojos muy abiertos.- ¿Hay caballitoz y me pedo montad?... pod favod, me buzta mutto loz caballitoz, yo sabiba muy bien, podque me zubo en Alazka y no me caigo, ¿veddad papá?...

Armando, sonríe.- Creo que te ganaste a Pepe, papá, está absolutamente decidido a aprender a montar a caballo, y trae a nuestra pobre perra mártir... si le muestras los caballos, llévalo al box de Silver para que la conozca, lo mismo uno de los mozos le puede subir al lomo, y que se le quite el ansia.

Pepe, no sabe muy bien de que hablan, pero si ha entendido el verbo subir.- Zí, pod favod, yo me zubo y me zujeto bien fuedte...

Don Roberto.- Pues quedamos en que yo le vengo a buscar, y le llevo a ver los caballos, pero me tiene que prometer que no va a llorar nunca más por tenerse que quedar en el colegio, porque debe tener la seguridad de que sus papás, o los abuelos, siempre van a regresar a buscarle, nunca más va a estar solito... ¿conforme?...

Pepe, asiente con la cabeza y es depositado en el suelo por su papá, a instancias de la maestra que le indica que ya debe entrar a su clase.

Pepe, se cuadra intentando hacerse el valiente.- Meno, ya no llodo máz, pedo Vd me decoge ponto y no ze olvida de mí ¿vale?...

Historias de Betty, la feaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora