Otra oportunidad (Historia corta 9)

1K 46 0
                                    


OTRA OPORTUNIDAD

Se acuerdan cuando vino Michell a Eco Moda, y Armando robó el diario de Betty? Bien pues allí comienza nuestra escena.

Armando llegó a su oficina, cogió un vaso de whisky y se sentó dispuesto a leer el contenido del diario de Betty.

Cada vez que leía una frase bajaba al infierno y recordaba todo lo que le hizo a su angelito, ¿cómo pudo hacerle eso? Y ella lo amaba desde antes de empezar con el maldito plan, le amaba desde que entró a trabajar para él y por eso le ayudaba tanto y no le importaba estar en aquella cueva con tal de estar cerca de él, e incluso le arreglaba todas sus citas... y él ¿cómo le pagaba? La engañaba, o más bien creía que la engañaba, porque el engañado en realidad era ‘el, si hasta Mario se dio cuenta de que se había enamorado de ella, e incluso Marcela lo notó, notó que se había enamorado de otra y que por eso ya no quería estar con ella, y de la única persona que no sospechaba era de Betty, pensaba que era su celestina, la que le arreglaba las citas con la otra, y en realidad era su amante, recordaba que a ella no le gustaba ser eso, su amante, pero lo era y lo aceptaba porque le amaba, aunque él nunca la vio como tal.

Armando volvió a leer y allí en el diario con fecha del día anterior ponía que todavía lo seguía amando, que después de todo lo que él le hizo lo amaba y que no soportaría verle con otra. Inmediatamente Armando decidió que eso no podía seguir así, que tenía que hacer algo pero ya, para recuperarla. No podía seguir esperando, ella le amaba y todavía estaba a tiempo, el no podía permitir que ella lo dejara y se fuera con ese francés a Cartagena. Así que Armando se fue para la oficina de Betty, donde además de ella se encontraban Cata y Michell.

A: Buenas tardes; Cata que gusto verte, no sabía que estabas acá (le da dos besos).

C: Hola Armando, sí, vine a visitar a Betty y a Michell; ¿cómo te va?

A: La verdad Cata, no muy bien (dijo esto mirando a Betty y a Michell intensamente). Betty tenemos que hablar.

B: Que pena doctor, pero estaba por irme, hablamos mañana.

A: No Betty hablamos ahora (a Armando le entró pánico el solo hecho de pensar que ella se iría y encima con ese francés, no lo podía permitir); vea, es que es muy importante y urgente.

Betty pensando que era algo de negocios accedió a hablar con él, porque quería terminar con el tema de Eco Moda cuanto antes, y si había algún problema lo tenía que resolver en seguida, no fuera a ser que se alargase todo más de lo que ella tenía pensado; así que despidió a Cata y a Michell hasta el próximo día. Cuando estuvieron ya solos en la oficina.

B: Bien doctor, ¿qué ocurre?

A: Te amo.

B: ¿Qué?
A: Que te amo.

B: (Lanzando un suspiro, ya de cansancio con el temita) Doctor, por favor, en un par de semanas la empresa estará a salvo, sin ninguna deuda gracias a los negocios que se hicieron en el desfile y a las franquicias que consiguieron Don Mario y usted, así que por favor se lo ruego, déjelo, y ano hace falta que siga con el plan.

A: Betty no es el plan, es cierto, y la empresa me da igual, le juro por lo que quiera que la empresa no me importa.

B: Esta bien doctor, supongamos que lo que usted dice es cierto, y que no le importa la empresa en lo más mínimo, entonces, ¿por qué planearon enamorarme?

A: Ya le dije, todo comenzó cuando yo le entregué Terramoda y ocurrió lo del embargo, y apareció Nicolás, entonces, Mario pensó que Nicolás andaba detrás de usted por la plata y para quitarle la empresa, para que usted se la entregara, y pensó que si yo la enamoraba no se la entregaría a él y la empresa estaría segura.

Historias de Betty, la feaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora