Historias de Betty, la fea

La primera de muchas CAP 9

Cuando llega la víspera del 7 de diciembre, la famosa noche de las velitas que celebra todo Colombia, Ecomoda está totalmente adornada para las próximas fiestas navideñas. El colorido, la ingenuidad y la sencillez de los adornos, da calidez a las diferentes zonas de la empresa, dónde se han colocado exhornos alusivos a la navidad. Por último, a petición de Betty, pues nunca se había hecho, y con el beneplácito de todos los empleados que siempre lo echaron de menos, por todos sitios se han colocado velas, farolillos y unas novedosas guirnaldas de fibra óptica, que se pueden dejar prendidas toda la noche. Desde las primeras horas de la tarde los empleados han ido encendiendo las luces de las diferentes plantas.

Las muchachas del cuartel están felices y tararean villancicos, esta celebración de la víspera de la Inmaculada es muy popular en todo Colombia, y el pistoletazo de salida de las fiestas de Navidad. Siempre pasaban esa tarde trabajando y en la empresa no se hacía ningún tipo de celebración. Este año es diferente, al tiempo que se encienden velas, faroles, veladoras y guirnaldas, se van sirviendo unas copitas de licor y se ofrecen pasabocas y dulces propios del tiempo. Y es que don Armando ha querido sorprender a su novia, la doctora Pinzón y está celebrando con todos los empleados de la compañía su próximo matrimonio que celebrarán la mañana del día 25 de diciembre; no podrán asistir todos, pero si pueden ser partícipes de la felicidad que él experimenta.

Marcela ha estado todo el día fuera de Ecomoda, ha debido pasar por los diferentes puntos de venta a ver como están de stock en estas fechas de tantas ventas, cuando por fin regresa a la empresa se sorprende al ver toda la fachada iluminada y las velas prendidas aquí y allá. Siempre le había parecido una costumbre estúpida y de la gente de bajo estrato por eso nunca la potenció. Cuando entra al lobby de la planta ejecutiva el escenario dónde nadie le echa cuentas, la sorprende y la enfada, pues los celos se apoderan de ella.

La luz eléctrica se ha bajado de intensidad, después del último arreglo de esa zona de la empresa y del show room, hacía dos años, la iluminación se actualizó y se pusieron esos interruptores graduables, que permitían crear un clima más adecuado cuando había desfiles en la misma empresa. Al estar la luz general más baja, las velitas, farolillos y el árbol de navidad que hay en una esquina del recinto totalmente encendido, destacan de modo especial.

Los empleados tienen en las manos vasitos de papel, evidentemente con algún licor y Aura María y Mariana pasan unas bandejas con pasabocas entre todos, no solo están los miembros de la planta ejecutiva sino también han subido los ingenieros de sistemas y otros empleados de administración... ¿que están celebrando?, para la navidad faltan más de dos semanas. Armando está al fondo y lleva de la mano a Betty, se sube a la pasarela del show room, y comienza a hablar atrayendo la atención de todos hacia donde están ellos.

Armando.- ¡Amigos, compañeros...!, ¿me atienden por favor?, tengo algo importante que comunicarles...

Los empleados se han ido congregando en esa zona del fondo de la planta, llegando desde el pasillo y el lobby y atienden al doctor Mendoza. Betty está sonrojada y se deja abrazar por los hombros, por un eufórico Armando, que carraspea antes de seguir hablando.

Armando.- Como les decía, les tengo una noticia muy importante que comunicar, seguro que ya saben algo porque en la planta ejecutiva tenemos un servicio de inteligencia y espionaje, que ya lo quisiera el gobierno de la república, ¿no es cierto Berta?...

La aludida, protesta aparentemente ofendida:

Berta.- ¡¡Doctoor!!... ¿cómo puede decir eso de mi?, cualquiera que lo escuche... ¡que pensarán de mi!...

Armando, tiene que hacer calma entre las risas de todos para continuar hablando.

Armando.- Bien... bien... la noticia es que el próximo día 25 de diciembre, día de Navidad, me caso con la mujer más maravillosa del mundo, la mujer de mi vida que tiene un corazón que no le cabe en el pecho y me ha aceptado, aún sabiendo, lo poco que valgo... me caso con la doctora Beatriz Aurora Pinzón Solano, nuestra presidenta, mi gran amor... (y alzando su vasito, exclama)... ¡¡POR BETTY, MI MUJER, MI FUTURA ESPOSA!!...