La primera de muchas CAP 2

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Betty.- ¿Embarazada?...¿yo?... ¡Dios mío!, no sabía... no esperaba...

Y de modo protector se coloca las manos en el vientre.

Armando, a quién se le ha erizado la piel, al oír la noticia, exclama.

Armando.- ¡¡Un bebé, mi amor, vamos a tener un bebé!!... ¿para cuándo doctora?, ¿de cuánto tiempo está Beatriz?...

Doctora.- No lo sé exactamente, ¿cuántas faltas ha tenido señora?...

Betty, se queda unos minutos pensativa.- No sé, quizás dos, o tres... no me había dado cuenta, han sido unos meses muy complicados y nunca he sido muy regular... yo no me he cuidado... ¿está bien mi bebé, doctora?...

Doctora.- Si le parece podemos hacer una ecografía y así vemos con más exactitud el tiempo de ese bebé y ver como se encuentra.

Betty, asiente nerviosa.- Si por favor, por favor...

Cuando se ponen en pie, Armando le pasa la mano por los hombros con un gesto entre protector y posesivo que ella no rechaza, al contrario, interiormente agradece tenerle a su lado, es algo de los dos, aunque le esté pasando a ella y su cercanía la ayuda.

Unos minutos después está tumbada en la camilla mientras la médica le pasa por el vientre untado de gel, el instrumento que envía los ultrasonidos que se convertirán en imágenes, permitiendo el visionado del interior del útero.

Betty y Armando miran con ansiedad la pantalla del monitor, cuando la doctora les señala sonriente.

Doctora.- ¿Ven este punto que late?... es el corazón, ¿lo oyen?... sí, late con fuerza, vamos a ver las medidas... pues si señora, deben haber sido tres faltas porque este pequeño es de unas 12 semanas... por las medidas de la cabecita y demás...

Armando es incapaz de hablar, está llorando y es Betty quien pregunta.

Betty.- ¿Está bien doctora?, yo no esperaba este embarazo y he tenido mucho stress por el trabajo, y no me he cuidado como debía...

Doctora.- Queden tranquilos, en principio todo parece normal. Lo que si es importante que se busque un buen obstetra y comience a vigilarse el embarazo...

Armando, que se ha repuesto un poco.- Mañana mismo vamos a la clínica Renaissance, mi mamá va allí al doctor Muñoz...

Doctora.- Excelente elección señor, don Fernando fue profesor mío en la facultad, es probablemente el mejor obstetra de Bogotá.

Cuando salían de la clínica, Armando tomó a Betty de la mano y la llevó a una zona de jardines con unos banquitos. Ella ha estado en silencio desde hace un buen rato.

Armando mirándola a los ojos.- Betty, estoy feliz por este bebé que viene... ¿sabe? he echado cuentas y le encargamos la noche que pasamos en lo de Mario, nuestro bebé siempre sabrá que sus papás le encargaron con mucho amor...

Betty, escucha nerviosa.- Yo lo siento doctor esto es una complicación... ¡Dios mío mi papá!, ¿cómo se lo voy a decir?... ¿cómo?...

Armando.- No le tiene que decir nada...

Betty.- ¡Cómo que no le tengo que decir!... estoy de tres meses de embarazo, pensaba que había cogido algo de peso, es evidente que en breve se empezará a notar...

Armando.- Nos casamos Beatriz, nos casamos enseguida en dos o tres semanas como mucho, y cuando se venga a enterar ya será una realidad dentro del matrimonio...

Betty, le mira sorprendida.- ¿Casarnos?... ¡Vd. está loco doctor!, ¿cómo se va a casar conmigo, con el asco que le doy?... además yo no quiero, no quiero... que dirán sus papás, o doña Marcela, yo le juré... ¡no puede ser, no puede ser!...

Historias de Betty, la feaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora