La otra capítulo 12

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La pregunta sorprendida de Marcela hace levantar a don Roberto la mirada del folio donde estaba anotando los diferentes datos que le estaban dando por teléfono, ahora en concreto, la combinación de la caja fuerte de Armando, donde estaban los pasaportes de él y de Betty, así como los visados que él había conseguido hacía pocos días. Sin decir nada, y escuchando a Armando que le estaba explicando algunas cosas, se puso en pie y le cerró la puerta en la cara a una atónita Marcela.

Después de pasar la mañana haciendo compras, Armando decidió adquirir unas pizzas e irse a su piso de soltero, para almorzar juntos y tener intimidad. Al fin pasaban de las cuatro de la tarde cuando vinieron a aparecer por Ecomoda. Marcela como era de esperar, estaba pendiente y nada más verles aparecer por el lobby, enfrentó a Armando.

Marcela.- Armando, tengo que hablar contigo.

Armando, suspira.- Vamos a mi oficina, Beatriz vea con Aura María qué asuntos se han presentado esta mañana, ahora me informa.

Dentro de la oficina, se sentó tras la mesa y le preguntó.

Armando.- Y bien Marcela ¿qué cosa quieres ahora?...

Marcela.- ¿Os lleváis a Betty a Nueva York?, oí a tu papá pedirte el número del pasaporte de ella.

Armando, lo sabía, su papá le comentó.- Sí.

Marcela.- ¿Por qué?...

Armando.- Es mi asistente, una brillante economista, el viaje es de trabajo y ya sabes que en temas de acuerdos y contratos no doy un paso sin su asesoramiento.

Marcela, asiente.- De acuerdo, pero es también un viaje familiar, Roberto me dijo... ¿por qué ella sí y yo no?... ¿me puedes explicar?...

Armando respira hondo.- Teniendo presente el tema laboral, yo deseaba que viniese mi papá, esa multinacional nos hace una oferta muy importante...

Marcela, perpleja.- ¿Cuál oferta?, no me has explicado nada... será por el tema de las franquicias ¿no?, porque si no es así, no estás autorizado debes convocar a la Junta de Accionistas y no puede ser de momento, Maria Beatriz sigue en Sydney y Daniel, está en Argentina, no viene hasta año nuevo.

Armando.- Sólo es una oferta muy interesante, antes de presentarla a la Junta, debo saber bien de qué trata y no sólo lo que hablamos por teléfono, de ahí que hayamos concertado una cita en la casa matriz de ellos en Nueva York, quiero que venga mi papá porque tiene un excelente ojo empresarial, cuando le expliqué enseguida se ofreció y entonces mi mamá y Camila, dijeron de venir y pasar esos días en familia.

Marcela, asiente.- Entiendo todo eso y respeto que no quieras comunicar nada a Daniel, dado vuestro antagonismo hasta que no tengas certeza, pero lo que no entiendo es que yo no pueda acompañarte a ese viaje, si sencillamente no intervengo en nada de la empresa, ¿cómo puedo molestar?...

Armando.- Marcela, hacía mucho tiempo que no veía a mi hermana, ella viene con nosotros en un deseo de estar todos juntos y ella simplemente no te soporta, le hiciste mucho daño, de modo gratuito. No la voy a amargar a ella y a Marcos, imponiendo tu presencia.

Marcela.- ¿Y sí le impones la presencia de Beatriz?...

Armando, sonríe.- Betty es mi mejor amiga y se ha hecho muy amiga de Camila, yo le había hablado a mi hermana de ella, de lo especial que es siempre conmigo, y cuando vino la quiso conocer, comimos juntos hace unos días y simpatizaron enseguida.

Marcela, se queda en silencio por unos interminables minutos.

Armando, impaciente.- ¿Algo más Marcela?...

Marcela.- Armando, sé que tienes otra mujer, desde hace mucho, cerca de un año, desde el mismo momento que saliste de mi cama. Es más, me consta que Beatriz sabe quién es...

Historias de Betty, la feaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora