9. La Fiesta del Dormitorio

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Ya entenderán por que ahora les puse este video...

¡Disfruten!

...


Después de clases fuimos a almorzar a la cafetería y ahí les conté las buenas noticias de la compañía Edevane a mis amigos. Ellos como siempre mostraron su alegría y apoyo muy a su manera... 

—¡Esto merece una celebración! ¿Alguien sabe donde encontrar una copita de algo festivo? — Michel impaciente giró a todos lados buscando algo de licor.

—No amigo, el único licor que encontrarás está en el guisado de ternera al vino tinto, pero les advierto que está más duro que las suelas de las zapatillas deportivas de Kenzo. — Jacob tomó un pedazo con el tenedor lo estiró con los dientes para demostrar su teoría. 

Todos lo giramos a ver horrorizados, dejamos el plato a un lado, y preferimos comer la bandeja de patatas fritas que pusimos al centro de todos. Después de unos minutos en silencio, Kenzo llamó la atención de todos con la garganta y miramos. 

—Saben, aunque pensándolo bien, yo también me estoy secando, no recuerdo la última vez que fui a una fiesta. — entrecerró aún más sus ojos rasgados como si de verdad estuviera haciendo memoria. 

Todos empezamos a contener una sonrisita traviesa hasta que Cece explotó.

—Bien bien, organizaré una fiesta; pero fue por que ustedes insistieron. — dijo bastante exaltada tratándonos de convencer con su argumento.  

—Cariño, tu eres una fiesta instantánea, sólo hace falta echarte agua caliente y listo. — Le dijo Kenzo para que se tranquilizara un poco. 

Cece puso los ojos en blanco, pero segundos después ya le llenaba la cara de besos a su amado.  

... 

Ya en el dormitorio, en lo que Cece movía los muebles de la sala de un lugar a otro, yo trabajaba en la digitalización de mis dibujos para la galería ecológica. Moría por tomar la computadora y diseñar todo. Jacob también era bueno con estas cosas, él después me ayudaría a darle su toque final.

—Amiga... ¿Estas segura que los chicos van a traer suficiente bebida para todos los que has invitado de camino a nuestro dormitorio?— Le pregunté a Cece gritándole desde la recamara.

—Tú tranquila Ales. En estas reuniones nunca faltan los educados que traen su propia bebida. Además, siendo la primera "fiesta" de la semana y en miércoles, no creo que quieran beber tanto. – dijo Cece un tanto despreocupada.

Ella era una experta en estas cosas de pasarla bien y sobre todo tratar con desconocidos. La comunidad estudiantil era muy grande pero al escuchar que era una fiesta de Cece Williams los  interesantes siempre llegaban sin invitación.

Al ver la mesa de las bebidas comprobabas la experiencia y sabiduría de Cece, varios colaboraron con algún tipo de bebida. Todos los que llegaban dejaban alguna botella o latas  de cerveza en la variada mesa.

Cuando llegó Jacob acompañado de una chica con el letrero en la frente de "carne fresca", también dejó una botella de algo que decían era mexicano y estaba bastante fuerte.

Seguramente la conoció en su junta de teatro por que traían el mismo montón de papeles en la mano. 

Durante la fiesta todos la pasaban muy bien. Jacob se fue a un rinconcito a platicar con la chica nueva, aunque no dejaba de buscarme con la mirada y saludarme, quizá no quería me sintiera sola; Cece y Kenzo bailaban un poco descoordinados, quizá por los vasos de plástico rojo que no se despegaban de sus manos ni de sus labios. Michel estaba en una competencia de tragos de tequila con un montón de chicos ruidosos y musculosos; y yo... bueno no la pasaba mal; conversaba con unas chicas que mientras más tomaban, liberaban pormenores más personales de chicos de la escuela, fue bastante incómodo, y como no quería desperdiciar mi tiempo enterándome de intimidades de otros,  me disculpé con ellas y entré a mi habitación por un poco de tranquilidad.

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