42. Escape "perfecto"

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Ahora si prometo que estos serán los últimos antes de un tiempo de espera para una gran actualización. Disfruten... 

(Cuando vean esto: *** pongan la canción; es hermosa, ideal para lo que sigue) 






En los últimos días, nos encargamos de los detalles finales como la pintura interior, exterior, colocar las ventanas, los muebles y las decoraciones.

Nuestra casa quedó con un estilo tan peculiar que desde lejos daba cierto misterio por la madera negra. Pero cuando más te acercabas y veías  el bello y estrecho balcón superior con  maceteros te dabas cuenta que lo tenebroso se iba dejando una apariencia más elegante.

En la planta de abajo habíamos acondicionado una pequeña cocina con gabinetes inteligentes que aprovechaban hasta el más diminuto espacio, y con puertas corredizas para que no hubiera accidentes al abrirlas. Un sofá lateral que podía convertirse en cama quitando la mesa de centro, y hasta una pequeña esquina que destinamos para área de lavado. Todo el piso estaba pintado en un amarillo agradable con muebles en tonos grises y negros. Y la planta superior conformaba una cómoda habitación con una cama, el escondido armario, y un baño completo; sin olvidar que tenía una vista increíble con ese ventanal de piso a techo. Jacob fue muy hábil para la instalación eléctrica, dejando sobre el techo paneles solares, que alimentarían el aire acondicionado; muy necesario para cuando llegase el verano. Como las paredes quedaron rusticas pudimos hacer lo que quisimos en el interior sin sentir tanta presión por el tiempo.

Lamentablemente algunos equipos se enfocaron tanto en hacer elaborados exteriores que a su interior solo le dio vida los muebles, ya que no tenían algo que destacara. Aún así, todos estábamos muy contentos por el trabajo tan bueno que habíamos desempeñado.


Antes del atardecer del último día, el alcalde organizó una ceremonia junto con las otras familias importantes de la comunidad que nos habían estado ateniendo muy bien, para dar entrega oficial de las casas miniatura a las familias más afectadas.

La verdad es que a todos los habitantes del lugar les encantaba tener motivos para reunirse, y un evento como este les caía como anillo al dedo.

Mientras que un grupo de chicos mal olientes y manchados de todo tipo de materiales se arreglaba para el evento que se haría en la playa; todo el pueblo decoraba con quinqués, tiras de luces, y sillas de madera la orilla del mar.

Su nivel de organización era único. Pensé que, si algún día me casase, iría ahí a organizar mi boda; seguro en casamientos hacían cosas aún más espectaculares.

En nuestro camper había un desfile de cuerpos en ropa interior medio bañados. Nos modelábamos posibles opciones para usar en la noche; hacia calor y con el día de trabajo duro bajo el sol necesitábamos lo más ligero y presentable que tuviéramos.

Unas chicas se previnieron yendo a comprar a una tienda del pueblo, pero dado que no había mucha variedad, seguro varias irían vestidas con el mismo estilo.

—Alessa, ¿Me prestarías tu vestido azul que usaste la otra noche? ya no tengo nada limpio.— me preguntó una chica mientras yo me terminaba de pintar las pestañas en un rinconcito.

—Tómalo Kate, quizás haga falta quitarle unas arrugas.

—Oh, no hay problema,  con el movimiento nadie lo notará.

Me levanté para buscar el vestido entre mis desordenadas cosas, y cuando iba de vuelta a dárselo, me llegó una llamada de papá.

—¿Hola? ¿Hija? O debo decir, ¿Hijas?— Con las llamadas tan frecuentes e inesperadas de papá a todas las chicas ya les había tocado contestarle por lo menos dos veces. Y como era el único padre que llamaba lo decidieron adoptar.

Todo lo que buscabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora