Perdónenme por tardar... se acercan momentos fuertes y necesito prepararme psicológicamente. (Les recomiendo lo mismo)Mil gracias por esperar
Del aeropuerto llegamos a la casa de la madre de Charles.Estaba aterrorizada. Ya habíamos tenido una amarga experiencia con la familia Edevane y no sabía que esperar de la suya. Ahora me tocaba a mi ser juzgada y criticada. Admiraba la valentía de Charles por soportar estos infernales nervios dos veces.
Ya estaba anocheciendo así que cruzar la ciudad viendo como encendían las luces de temporada fue una hermosa y relajante terapia.
Por fin nos estacionamos en un vecindario agradable cerca del centro , con vista privilegiada a la torre Eiffel. Los restaurantes bajo los edificios comenzaban a llenarse de personas haciéndose de ambiente.
El taxi se estacionó frente a un edificio elegante. Se acercó el portero a recibirnos y ayudar con el equipaje. El recibidor del edificio parecía el lobby de un hotel elegante.
Charles apretó el botón del piso y nos acomodamos en el elevador con todo y los perros.
—¿Estas seguro que tú madre tiene espacio para nosotros? — Le pregunté con nerviosismo a Charles mientras ascendíamos — No quisiera incomodar, estaremos aquí más de un mes, y se acerca la temporada en qué hay muchas visitas en casa.... podríamos ir a un hotel... — le dije a Charles con tono de súplica, buscando razones para evitar ese incómodo tormento.
— Si querida, confía en mí. Yo fui de la idea del hotel y ella insistió en tenernos aquí. Te lo prometo. — me dio un rápido beso en los labios para impregnarme confianza. Yo le sonreí nada convencida y quizá hasta aterrorizada.
Llegando al piso el portero acarreó el equipaje hasta la puerta del departamento. Eran solo dos puertas por piso. El sonido de mis tacones hizo eco en el pasillo de mármol, odié ese sonido sólo por el hecho de saber a donde me llevaban.
Tocamos el timbre y una sirvienta vestida de un elegante traje negro con blanco nos abrió la puerta. Al verla se me hizo el más tonto cliché francés existente, así que traté de reprimir una risa burlona.
Seguro Charles sabía de lo que me reía y saludó a la mujer conteniendo también la carcajada.
–Bon nuit Agnés– Le saludó amigable Charles.
La muy descarada le hizo una sonrisa picara y claro que a mi me fulminó con la mirada; tenía un porte tan egocéntrico como si fuera la señora de la casa. Esta era una señal que las cosas ya habían empezado muy mal. Con la misma arrogancia de su mirada nos dijo que la señora Chevalier (La madre de Charles quien usaba su apellido de soltera) estaba fuera de casa, pero que dejó instrucciones que si llegábamos antes que ella; que nos instaláramos y la esperáramos para cenar.
Cerró la puerta y camino indicándonos el camino para nuestra habitación. Por supuesto que entre Charles y yo llevamos todo el cargamento por que la mujer no ayudó en absolutamente nada. En el trayecto por la sala, el comedor y el pasillo para las habitaciones; percibí que era una casa muy auténtica y elegante.
Pisos blancos de un mármol brillante que reflejaba todo lo que estuviera arriba como un perfecto espejo, saloncitos con sillones clásicos, una gran colección de adornos finos, en fin.... el diseño y la estructura tenían mucho potencial, no obstante eran demasiadas cosas como para decorar todo un piso. Incluyendo los muebles, quizá mi abuela era un poco más moderna. Dimos dos vueltas para poder por fin llevar todo a la habitación.
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Todo lo que buscaba
Romance¿Te ha pasado que los planes resultan mejores en tu mente que en la vida real? Yo era experta en desilusiones de ese tipo. Pensaba que la aparente vida de ensueño que me esperaba después de la graduación lo era todo para mi; hasta que descubrí el...