Le invertí tanto a los siguientes capítulos que siento que la abuela Edevane también me dio una invitación (ji ji)Espero también los disfruten y se dejen llevar...
Tal como la abuela me lo había pedido llegué puntual a la recepción del hotel con Cece y un par de pequeñas maletas.
Cada año la gala Edevane se celebraba en el mismo hotel con fachada colonial e interior lujoso. Su salón de eventos era único en todo el estado, ya que combinaba una interesante estructura con áreas verdes y fuentes.
Todos almorzamos y de ahí fuimos a ensayar la pomposa entrada de la familia como si fuéramos parte de la realeza.
Cece cada año se burlaba de los exagerados eventos de la abuela, y es que ella ha sido espectadora desde que teníamos cinco años de cómo ensayaba la "bajada de las escaleras".
Este año mi hermanito haría su primera entrada frente a todos los conocidos y la prensa; sólo esperaba que con las mil subidas y bajadas que nos hicieron hacer se sintiera más seguro; yo hasta los doce pude sentirme así y cuando pensé que ya las tenía dominadas, los tacones tocaron a mi puerta y otra vez a practicar.
Junto con la abuela y el organizador del evento, revisamos que estuviera lista la sala adjunta donde estaban las cosas que se subastarían; después el arreglo correcto de las mesas, los floreros y otros detalles más, incluida la prueba de cuan resbaloso estaba el piso; nos hizo bailar con dos meseros por toda la pista para probarlo y evitar accidentes.
A las cuatro prometimos subirnos a arreglar, pero fue justo cuando llegó Michael Bubblé y no pudimos resistirnos a fotografiarnos con él. Lamentablemente no llegamos a las poses graciosas con Bubblé por que su representante nos dijo que teníamos de dejarlo ensayar.
Era la segunda vez que venía a nuestro evento; en otras ocasiones habíamos podido conocer a Celine Dion, John Legend, Mariah Carey, Adele y otros cantantes del estilo. La familia Edevane una vez al año echaba la casa por la ventana.
Cuando llegamos a nuestra suite del hotel nos bañamos, y esperamos a que llegaran las peinadoras.
—Yo quiero estar totalmente lacia, a papá le encanta verme así, hoy no tendré ninguna trenza en el cabello— dijo Cece viéndose seriamente en el espejo.
—Amiga, te quedan preciosas... igual y puedes hacer una muy elegante.
—Lo sé, pero hoy no.
—¿Quiere que deshaga las pequeñas que tiene ya bastante enredadas señorita? — preguntó su peinadora tratando de desatorar el peine.
—¡No Cece, ya les habías puesto nombre!
—Lo siento, se tienen que ir; o tu abuela otra vez me va a decir que soy muy mala influencia para ti.
Todas nos reímos incluyendo a las peinadoras.
—¿También quiere que la alaciemos señorita Edevane? Su abuela nos ha pedido...
—Mi abuela ya ha decidido mucho por mí. Hace poco una alguien me hizo aprovechar todo lo que me ha dado mi madre y eso incluye a esta indomable cabellera.
—¿Entonces?— preguntó con la plancha ya caliente en la mano.
—Entonces haga que cada uno de mis rizos luzca más lindo que nunca.
—Como diga señorita— dejó la plancha de pelo y tomó las tenazas.
—"Oh Charles, fuguémonos por los jardines y alborótame la cabellera"— Cece suspiró con exageración pegándose un cepillo al pecho de lo más dramática.
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Todo lo que buscaba
Romance¿Te ha pasado que los planes resultan mejores en tu mente que en la vida real? Yo era experta en desilusiones de ese tipo. Pensaba que la aparente vida de ensueño que me esperaba después de la graduación lo era todo para mi; hasta que descubrí el...