5. Encuentro Explosivo

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Advertencia:
Quizás odien a alguien...

"Pi-Pi-Pi-Pi..."

—Me dijiste que le cambiarías el sonidito—Gruñó Cece debajo de las sábanas, colocándose molesta una de sus muchas almohadas sobre la cabeza.

—Cállate y vuelve a dormir— me levanté y le aventé su muñeco de peluche que en algún momento de la noche se cayó de su cama.

...

Mi parte favorita del día siempre era la ducha caliente. No sé qué efecto hacía en mí el vapor, pero era como si al entrar yo fuera una uva seca y salía como una uva fresca.

El aroma a rosas del acondicionador que me traía Blake cada que iba a Paris me hacía salir del baño con un muy buen humor. Envuelta en la bata salí a abrir las cortinas y permitir que todo el sol posible inundara la habitación con su tibia luz.

Estaba a nada de darle un discurso motivacional a Cece por que levantarse temprano te hacia tener una perspectiva diferente de la vida, cuando sonó la canción "City of blinding lights" de U2 y eso sólo significaba una cosa.

Contesté y la voz del teléfono me dijo:

—Buenos días, me comunica con una preciosa chica que me ha tenido abandonado por favor...— Dijo la voz masculina  y rasposa del otro lado.

Al escucharlo mi corazón se paralizó.

—¡Hola papá!— le saludé emocionada —Sabes que no te abandono, sólo te dejo tener tu propio espacio.

—¿Así que ahora así se le dice? "espacio"— dijo con fingida tristeza.

—Ya dramático, tú eres el que se fue de viaje de negocios y me dejó sola  en año nuevo. Pero bueno... mejor dime cómo estás tú, Blake y mi hermano.

—Todos bien. Oye linda te hablo de rápido. Tengo una comida de negocios hoy en la ciudad, será a las 2 de la tarde, ¿Quieres acompañarme? Si gustas nos quedamos a charlar después del postre los dos solos... ¿Crees poder?

—Amm... no lo sé, debo checar mi agenda, hoy tengo tantos pendientes...— Se escuchó que soltó una risita.  Él sabía que me gustaba acompañarlo a esas reuniones, aprender a negociar y llegar a conocer lo que el cliente realmente quería, eran una grandes oportunidades para una próxima heredera como yo; algún día tendría que hacerlo sola, así que aprovechaba hacer esos tratos junto a papá.

Con una risita él captó el si en mi respuesta.

—Ok señorita, te mando la ubicación en un momento. Linda, debo colgar; sólo te dejo unas palabras en mente.... "Centro artístico sustentable"— susurró con emoción— nos vemos en la tarde, te quiero.

—Adiós papi, ¡Yo más! — Colgamos el teléfono y ahora tenía una misión muy importante: elegir el atuendo perfecto.

[...]

—¿A qué hora termina tu clase amiga?

—Después de la una, apenas si me da tiempo de salir del edificio y conducir a Hartford.

—Entonces debes usar algo elegante y que no se arrugue en el camino —Dijo Cece mientras buscaba algo digno en mi abarrotado armario —este... ¡debes usarlo hoy!

—¿No es demasiado llamativo para usarlo en la escuela?

—Depende de quién te de clase hoy.

—Milo Danes— dije sosteniendo una sonrisa muy grande. Cece acompañó mi emoción con pequeñas palmaditas. 

Todo lo que buscabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora