┃Capítulo 123┃

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Suspiré y cerré los ojos, nuestras frentes terminaron de tocarse.

-Bien. Haré lo que dicen, pero sigo manteniendo mi postura.

-No lo dudo.

Abrí los ojos a tiempo para verlo sonreír, era de esas sonrisas de alivio, como si le hubiera quitado un gran peso de los hombros.

-Acomoda tus cosas en la maleta, yo me ocupo de los boletos.

Volví a suspirar, esta vez con más resignación por el destino que me esperaba.

No había mucho para acomodar en la maleta, sólo me cambié de ropa por una más abrigadora e incluí un tapado de polar que llegaba hasta mis rodillas. Salí de la habitación arrastrando la maleta, Bae Hyun y el detective charlaban casi en susurros, se detuvieron apenas escucharon el click de la puerta al cerrarse.

-Deberás poner una cara enojada, como si quisieras patearme la espinilla pero no puedes porque estás agradecida de que te llevaré a un lugar seguro.-dijo Bae Hyun mientras se ponía el saco del traje y el tapado con el que llegó, ambos descasaban en el respaldo del sillón del recibidor.

-¿... no deberías agregar que a pesar de estar agradecida también estoy siendo arrastrada contra mi voluntad?

-Mi propuesta de llevarte en mis hombros como si fueras una bolsa de papas sigue en pie.

No sé cómo logré contener una sonrisa, era muy difícil seguir enojada con Bae Hyun cuando sonreía con coquetería, sin dejar de lado al machote insufrible. El detective Im apretaba los labios para no reírse, nos miraba a ambos con un brillo casi paternal.

-Saldré después de ustedes, mis hombres y yo los seguiremos en el auto, y una vez en el aeropuerto tomaremos el vuelo después del que tomen ustedes.

-Me siento en una película de acción.

-Si estuviéramos en una tendrías que usar un pantalón de cuero ajustado y una chaqueta del mismo material.-agregó Bae Hyun mientras salíamos del departamento.

-¿Y por qué tendría que usar algo así?

-Porque te verías muy bien.

-Ese no es un argumento muy convicente.

-Para mí sí, realmente te verías muy bien.

Estábamos a dos pasos del asensor, lo miré y noté que paseaba la vista por toda mi silueta con toda la intención de que yo lo notara e hiciera algo al respecto.

Y lo hice.

-Eres un idiota.-dije, y le di un golpe en el hombro.

Él soltó una risita, las puertas del asensor se abrieron e ingresamos. Tuve otra vez esa sensación de deja , o una regresión a un pasado que ya no existe, uno donde intercambiábamos este tipo de bromas, donde él me sacaba de quicio a propósito para que actuara en consecuencia.

-Lo sé, pero te doy permiso de imaginarme con pantalones de cuero bien ajustados.

Cerré los ojos y negué con la cabeza, negada a que esa imagen apareciera en mi imaginación.

-No puedo creer que estemos teniendo esta conversación.

-¿Y qué tipo de conversación sugieres?

-Una donde me cuentes lo que planeaste con el detective Im sería un buen comienzo.

-En teoría es un plan simple: tomaremos un avión hasta Jeju, el detective y sus hombres tomaran uno en otro horario para no generar sospechas, y nosotros nos quedaremos en mi casa con toda la naturalidad del mundo, como si ellos no estuvieran ahí.

Mi nueva vida en Corea ┃Latinas en Asia┃FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora