Distinguir la delgada línea entre el sueño y la realidad a veces puede ser muy difícil. Mi lado racional gritaba que estaba del lado de la realidad, no un sueño, pero mi ingenuidad rogaba estar del lado del sueño.
El zumbido en mis oídos ya no era tan constante, fue reemplazado por el ruido de un goteo, el aire se sentía pesado también, húmedo, era muy difícil respirar con tanta humedad.
-... me dijo que la dosis no era tan fuerte.
-... ya está despertando. Sólo durmió una hora más de lo esperado, no te preocupes.
Puse todas mis energías en abrir los ojos, cuando pude enfocar noté que estaba en una habitación con las paredes oscuras... oscuras y llenas de hongos en cada esquina, he ahí la razón de que el aire se sintiera tan viciado y pesado para respirar. La única luz provenía de una pequeña ventana en lo alto, casi llegando al techo.
-Oh... la primera vez no noté que tenía las pestañas tan largas. Son muy bonitas.
Percibí el calor de una mano acercándose a mi cara, eso me ayudó a despertar del todo y giré la cabeza para encontrarme con los ojos más brillantes y fríos que vi en mucho tiempo.
-Kang Dae Ju.-murmuré.
-Me reconociste, señorita. Eso me hace tan feliz...
Aparté la cara con una mueca de asco cuando vi que quería acariciarme la cara con un dedo largo y delgado. Eso me hizo consciente de dos cosas: lo primero fue su risita siniestra, lo segundo; mis rangos de movimiento estaban más limitados de lo que pude imaginar en un principio.
El muy sádico ató mis antebrazos y muñecas al posa brazos de una silla, y mis tobillos también pero a las patas con cuerdas gruesas bien ceñidas al punto de cortarme la circulación.
Empecé a retorcerme. Esto era peor que una pesadilla con rayos y centellas.
-No quiero preguntar lo obvio.-solté, tratando que mi voz no temblara-pero... ¿Qué pretendes lograr con esto?
-Divertirme un rato, por supuesto.
A pesar que mis recuerdos de sus facciones estaban distorsionados, conservaba esa sonrisa eterna en los labios... eternamente sádica. En lo demás cambió bastante, tenía el pelo más largo, el fleco caía sobre sus ojos, también tenía una barba de varios días que le daba un aspecto más de un miembro de la mafia que uno de la alta sociedad coreana.
-¿Realmente pensaste que te dejaría escapar tan fácilmente? Es verdad que podría haberte seguido hasta Argentina... pero es un viaje muy largo.
Volví a esquivar su mano cuando intentó acariciar mi cara, pero él atrapó mi mentón con los dedos y me forzó a ver sus ojos fríos y calculadores.
-Es más divertido dejar que Bae Hyun piense que ya estás de camino a tu país y que hizo todo para protegerte...
-Bae Hyun y yo no estamos juntos, idiota. Utilizarme para hacerlo sufrir es inútil.
Mentí llevada por la desesperación, además era muy difícil pensar con frialdad con los brazos atados, me remite demasiado a mi primer secuestro y el golpe posterior.
Era un miedo que los años de terapia no lograron curar.
-Mi compañero aquí presente dice todo lo contrario.
Giró mi cara para que divisara a un hombre que quería fundirse con la pared.
-Según él ustedes se despidieron con un tierno beso de amor, e incluso intercambiaron mensajes de camino al aeropuerto. ¿Me crees tan idiota, señorita Abi?
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Mi nueva vida en Corea ┃Latinas en Asia┃FINALIZADA
Roman d'amourTomar la decisión de mudarte a otro país no es fácil, pero Abril lo venía pensando desde hace tiempo, no porque le gustara los dramas y estuviera obsesionada con un grupo de K-pop que iba a separarse pronto... no. Quería una vida nueva, empezar desd...