┃Capítulo 23┃

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No sé cuánto tiempo estuve ahí, al salir, noté que Bae Hyun estaba sentado en una de las mesas, junto la pareja que nos había cedido lugar. La adorable mujer me vio y me saludó, yo sólo alcancé a esbozar una sonrisa antes que otro retorcijón me doblara en dos, obligándome a volver al baño.

Mientras tanto, en la mesa de Bae Hyun.

-Pobre niña-murmuró la señora Kim, apenada al ver que Abi regresó al baño.-será mejor que la lleve a un hospital cuando termine. Quizás comió algo en mal estado.

Bae Hyun no supo qué contestar a eso, sólo estaba agradecido que esta adorable pareja les cediera el lugar. Le asustó mucho la palidez de Abi, tuvo que soportar un gran dolor...

-¿Y hace cuánto que son novios?-preguntó la señora Kim con una sonrisa demasiado entusiasta y curiosa.

-Nosotros no...

-¿Sabes? Mi hijo también tiene una novia extranjera. Una chica de Estados Unidos, muy alta y muy rubia. ¡Un encanto!

Bae Hyun miró a su esposo, demasiado atónito como para decir algo, y él sólo le brindó una sonrisa que decía "a ella le encanta hablar, déjala ser" e hizo eso. Al menos no le daba la oportunidad de contestar con tanta habladuría de su parte. Le parecía que le daba lo mismo si Abi y él eran pareja o no. Le debía la vida a esa señora, por eso se ofreció a pagar todo lo consuman, era lo mínimo que podía hacer.

Cuando Abi salió del baño, seguía pálida y con el ceño fruncido, como si la media hora que pasó en dentro no hubiera sido suficiente. La señora Kim tenía razón, debía llevarla a un hospital.

-¡Pobre niña! ¿Ya te sientes mejor?

Llegó arrastrando los pies, pero tuvo la fuerza para esbozar una pequeña sonrisa que golpeó directo al estómago de Bae Hyun.

-Sí, muchas gracias, ajhumma.

-Le estaba diciendo al CEO Song que deberían ir a un hospital ahora que terminaste. ¿Comiste algo en mal estado?

Apretó los labios, gesto que Bae Hyun interpretó perfectamente, no quería hablar de eso, así que se apresuró a añadir.

-La señora Kim tiene razón, Abi. Vamos al hospital...

Ella se dio cuenta de la hora, y si era posible, empalideció todavía más.

-¡El concierto! ¡Mis chicos! ¡Ya es muy tarde!-chilló, e intentó correr a la salida, pero Bae Hyun la retuvo sujetándola del brazo.

-Tu salud es primero. Tus chicos no irán a ningún lado.

-Pero es el último que darán. Trabajé mucho por esas entradas, Bae Hyun. Tengo que ir.

Sus ojitos de cervatillo asustado amenazaron con hacerlo ceder. Ella no tenía idea del poder que tenía sobre él, y no pensaba demostrarlo justo ahora...

-¿Se refieren al concierto de los Bad Boys? ¡La novia de mi hijo también está loca por ellos!

-Bae Hyun, ya estoy bien. En serio.-intentó zafar el brazo, pero no lo logró, en vez de eso usó su arma mortal: ojos tiernos y tristes-Por favor, déjame ir.

Él apretó los dientes, sí, era muy consciente de todo lo que ella trabajó por esas entradas, soportando el rechazo de Min Hyuk y sobreviviendo con un salario mínimo e indispensable. No conocía a nadie capaz de soportar todo el peso del mundo en los hombros y hacer como si no fuera nada.

Este concierto era importante para ella porque escuchar a ese grupo la hacía feliz sin tener que deber nada a nadie. Eran su único escape de los problemas que cargaba, y, por Buda, deseaba que fuera así de feliz todos los días.

Mi nueva vida en Corea ┃Latinas en Asia┃FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora