┃Capítulo 129┃

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Respiré profundo en un intento de calmar mi corazón desbocado y seguí a Bae Hyun hasta la entrada.

-... lo atrapamos para interrogarlo, estábamos en camino a la estación de policía de Jeju cuando escapó.-informaba el detective Im con la respiración controlada, se estaba recuperando de la persecución.-corre bastante rápido.

-¡Sueltenme! ¡Sólo quiero hablar con ellos, por favor!

-Casi irrumpes en propiedad privada y estás resistiéndote al arresto, no podemos dejarte ir.

-¡Señor, señor!-el joven vio a Bae Hyun y trataba de llegar a él, pero los hombres del detective lo tenían sujeto por ambos brazos-¡Me dijeron que era una broma! Sé que no parece una buena broma... ¡Pero nunca fue mi intención lastimarlos! ¡No me dijeron que había víboras venenosas!

-Se puso como loco cuando le informamos que algunas de ellas eran venenosas.-le explicó Im a Bae Hyun-quiere que retires la denuncia, Bae Hyun.

Estaba apoyada en el marco de la puerta observando todo, Bae Hyun estaba tenso, con esa furia contenida, Im y los demás lo percibíamos y sabíamos que no era sensato provocarlo.

Pero el joven carecía de sensatez.

-¡Sí, de eso también quería hablar! No fue mi culpa, no del todo, me dijeron que era una broma a un tipo rico, algo para asustarlo, nada más, no tenía como saber que alguna de las víboras tenía veneno... todas se parecen mucho y...

-¿Una broma a un tipo rico?-cuestionó Bae Hyun con voz calma. Sólo en apariencia. Todos los que teníamos ese nivel de sensatez nos quedamos helados, casi sin respirar.

-¡Sí, sí! eso es lo que me dijeron los miembros de mi pandilla, además nos pagaron bien y nos llevaron las víboras en una jaula...

-Así que les dejaron todo servido. Sólo tenían que soltar a las bestias en las entradas y salidas de mi casa.

-Sí, exacto. Si hubiera sabido...

-Im, llévatelo inmediatamente antes de que les de razones para arrestarme junto con este idiota.

Im hizo una mueca por el tono autoritario, pero su expresión se ablandó poco después, como si admirara que lograra contener su furia hasta ese punto.

-¡No, señor, espere! ¡No es justo!

-¿No es justo?-cuestionó Bae Hyun, avanzó unos pasos hasta que quedó a una distancia de un metro-la vida rara vez es justa, niño. No me importa si te dijeron que solo era una broma. No me importa que aceptaras el dinero porque lo necesitabas o no. Lo que importa es que tu "broma" nos puso en peligro. ¿Y si una persona de esta casa sufriera del corazón? ¿No se te ocurrió pensar algo así? ¿No? ¿Y si una víbora nos picaba y nos mataba?

-Es que yo no sabía que algunas podían ser venenosas...-lloriqueó el joven.

-¡No me importa que no lo supieras, si hubieras tenido un poco de sentido común no habrías aceptado esta broma en primer lugar!-liberó parte de la furia contenida y el joven tembló y quedó pálido-Im, hablo en serio, llévatelo inmediatamente. Ah... y por si no quedó claro, no retiraré la denuncia. Espero que no seas muy leal a tu pandilla, jovencito, porque estoy seguro que ellos no se sentirán tan culpables como tu.

Dio media vuelta para entrar en la casa, tuve que despedirme de Im y de sus hombres en su lugar antes de seguirlo y cerrar la puerta. Eso no amortiguó los gritos del joven, seguía presumiendo inocencia y suplicando que reconsiderara la denuncia.

Bae Hyun era inmume a los gritos, se limitó a caminanar como animal enjaulado en el recibidor hasta que las súplicas cesaron y solo reinó el silencio.

Mi nueva vida en Corea ┃Latinas en Asia┃FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora