Mi nueva vida en Corea ┃Latinas en Asia┃FINALIZADA

┃Capítulo 39┃

-Abi ¿Vas a evitar a Bae Hyun el resto de la fiesta? –cuestionó Sun Hee. Ambas estábamos en el baño de damas, ella retocando su maquillaje y yo mi peinado, pero de manera ausente.

-Está con sus amigos, no es como si me necesitara.

-¿Qué pasó en la azotea? Ustedes estaban muy...

-No pasó nada-dije con demasiado énfasis, suspiré, frustrada. Sabía que no podía evitar esta conversación, de hecho, debería hablarlo y no ocultarlo, pero por alguna razón no quería decir nada, porque al decirlo en voz alta sería darle más crédito, más realidad.

-A mi me parece que pasó mucho. ¿No confías en mí, Abi? primero me ocultaste lo de Min Hyuk...

Ah, justo lo que necesitaba ahora, el puñal de la culpa.

-Dijo que le gustaba-solté, sin pensarlo mucho.

-¿Eh?

-Bae Hyun. Dijo que yo le gustaba.

Sun Hee tardó varios segundos en reaccionar, y fue con un grito tan agudo que la mujer que estaba a punto de entrar al baño salió corriendo.

-¿De verdad? ¿Bae Hyun dijo eso? ¿Dijo exactamente esas palabras? ¿Me-gus-tas?

No comprendía el nivel de su emoción ni sus chillidos, sólo deseé salir corriendo como la mujer que quiso entrar al baño.

-Eh... sí.

-No puede ser. Esto es emocionante. Y lo sabía. Lo sospechaba desde hace mucho. ¡Sí, sí, sí!-hizo un bailecito de triunfo que debería causarme gracia, pero sólo me irritó otro poco-¿Y qué le dijiste?

-Que no le creía.

Toda la emoción de Sun Hee cayó al piso. De verdad, se encorvó como si le hubieran golpeado en la nuca.

-Ah, no debería sorprenderme, pero me sorprende.

-Sun Hee...

-Bueno, creo que puedo entender tu punto. Es muy repentino. –su ánimo resurgió-yo también estaría sorprendida.

Sorprendida era un calificativo que no definía en su totalidad todas las emociones que he vivido desde la confesión de Bae Hyun.

-¿Le darás una oportunidad?-cuestionó con cierto nerviosismo.

¿Podrías darte la oportunidad de sentir algo por mí? ¿Eso era lo que tenía que hacer después de una confesión? ¿Darle una oportunidad sin siquiera considerar mis sentimientos?

-Bueno, no tienes que hacerlo si no quieres.

-No, la verdad no quiero.

-Pero... ¿Sabes? Bae Hyun no es tan malo. No es malo. Y que declarara sus sentimientos es algo... sorprendente, la verdad.

-¿Podemos no hablar de Bae Hyun, por ahora? Siento que si escucho su nombre una vez más, voy a gritar.

Sun Hee decidió que lo más sensato era no insistir, y aprecié eso. Necesitaba estar medianamente tranquila para soportar el resto de la fiesta.

Eso, para mi sorpresa, fue fácil gracias a que Bae Hyun recibió una llamada y desapareció sin más. Una parte de mi, la más curiosa, deseó indagar sobre su partida, pero la más sensata me hizo entrar en razón y sólo me limité a pasear con Sun Hee y hablar con los recién comprometidos. Seguía pensando que era milagroso ver el amor que se manifestaban, y cómo me hacían reflexionar sobre ese vacío en mi vida, sobre el que no quería reflexionar, precisamente. Pero al estar rodeada de parejas felices era inevitable no hacerlo. Por eso prefería ocupar mis pensamientos en el trabajo, cuando dedicaba el tiempo a una receta o a un modelado, mi mente viajaba a otro lugar, pero mis manos sabían qué hacer con exactitud. Era un momento de desconexión que a la vez me ayudaba a sobrevivir, así que, no era extraño que dedicara mis días solo a eso y descuidara una vida social propiamente dicha.