Mi nueva vida en Corea ┃Latinas en Asia┃FINALIZADA

┃Capítulo 29┃

Después de bajar del avión, un auto nos esperaba para llevarnos a la propiedad de Bae Hyun frente a la playa. No quería parecer demasiado sorprendida, pero era inevitable. No estaba acostumbrada a los lujos y a la exclusividad, no obstante... Bae Hyun no ostentaba de sus privilegios, no miraba a nadie por encima de su hombro, y eso, a pesar de varias actitudes que lo hacían ver como idiota, me hacía admirarlo sólo un poco.

-Las habitaciones de las chicas están en la planta baja y las de los hombres en la planta alta, podemos descansar un poco antes de hacer turismo por los alrededores.

Bae Hyun asumió el papel de guía, y le quedaba muy bien lo de ser mandón, pero se lo veía más relajado ahora que no estaba con su típico traje de etiqueta y el cabello bien peinado hacia atrás. Hasta puedo decir que se veía más joven y guapo, lo que no me gustaba nada. Me acostumbré tanto a estar enojada con él...

-¡Abi, Abi! ¿Y si preparamos una comida típica de tu país mañana en la noche? –preguntó Sun Hee, después de acomodar las cosas en su habitación y visitar la mía.

-¿Comida típica?

-¡Sí! Las tiendas quedan a pocos minutos, seguro encontraremos algunos ingredientes. ¿Qué preparaban para la cena de año nuevo?

Por un momento me perdí en los recuerdos y en los aromas... algo que no sabía que extrañaría tanto cuando consideré el viaje. No tomó tiempo acostumbrarme a la comida de Corea, pero tengo admitir que extrañaba la comida de mi país... aunque pudiera preparar algunas recetas aquí, no tenían el mismo sabor que si las comiera en Argentina.

-Empanadas, piononos, sándwich de miga con jamón y queso... enrollado de pollo... ensalada rusa...

-¿Podemos comprar los ingredientes en este lado del país?

-Supongo que sí.

Esto alegró a Sun Hee y prácticamente me arrastró fuera de la casa para buscar los ingredientes. Fue nuestra primera salida de chicas en mucho tiempo, y nos divertimos bastante mientras buscábamos los ingredientes... aunque todos superaban nuestro presupuesto, porque teníamos que pensar en la cantidad que debíamos comprar para alimentar a seis personas. Para lo único que nos alcanzó fue los sándwich de jamón y queso, ingredientes internacionales, por suerte, y para la ensalada rusa. Me gustó contarle a Sun Hee cómo me organizaba en casa para preparar la comida y cómo mis amigos eran parte del proceso...

-Los extrañas mucho ¿Verdad?

Tragué la tristeza para que no se delatara en mi voz, pero en mis ojos ya no pude hacer nada.

-Sí. Todos los días.

Sun Hee apretó mi hombro, dándome ánimos con una sonrisa.

-Gracias por aceptar venir al viaje.

Parte de la pesadez en mi corazón se aligeró, y parte de mis dudas sobre si esto fue una buena idea quedaron en segundo plano. No estaba sola, después de todo.

Aunque me sentía mal por ser el mal tercio entre Sun Hee y Hong Bae cuando llegó la hora de pasear por la playa, ellos no lo hicieron notar. Especialmente Hong Bae, que parecía realmente interesado en cómo festejaba las fiestas en mi país y si no sentía el choque cultural desde que llegué a Corea. Sun Hee parecía muy orgullosa de que él me sumara la conversación y de que me distrajera para no estar tan atenta a lo que hacían Min Hyuk y Eun Ji, quienes estaban jugando con las olas como en una escena típica de un drama... el resto del mundo parecía no existir para ellos, y aunque sumaban a sus juegos a Bae Hyun, seguía doliéndome un poco no poder ser yo la que riera con Min Hyuk de esa manera, de ser vista con esos ojos tan devotos...