Me limité a no hacer contacto visual en lo que restaba del camino. El silencio era demasiado denso y me costaba respirar... ya de por sí tenía dificultades para serenarme.
Por suerte el trayecto no fue tan eterno como había esperado, entramos por urgencias y no tardaron mucho en ubicarme en una de las camas de las salas comunes, solo había un paciente con dolor de estómago en una esquina, las camas estaban separadas por unas cortinas para dar más privacidad.
Bae Hyun caminaba de un lado al otro, mareaba verlo, ya tenía suficiente con mi propio dolor y traté de no prestarle atención.
Minutos después llegó un doctor, alto, de abundante cabello negro y que no debía pasar de los cuarenta años. Bae Hyun por fin dejó de caminar y se detuvo para quedar a mi lado izquierdo en la cama. Él empezó con preguntas de rutina, su voz era suave y tranquila, y apuntaba todo lo que yo le decía en su tabla de notas.
-¿El dolor se volvió crónico hace unos minutos?
-Sí.
-Pero ya lo sufre desde hace varios días. ¿Ha tomado analgésicos?
-Unos días, y no me hacían efecto, así que decidí dejarlos y traté de descansar un poco más. Pensé que con eso sería suficiente.
El doctor no pudo evitar mirarme con curiosidad, pero siguió anotando, como todo un profesional.
-¿Hace trabajos pesados, señorita Gonzáles?
-Trabajo en una pastelería.
-¿Pero hizo algún esfuerzo... como levantar cosas pesadas?
Lo pensé un momento antes de decir:
-Ah, sí. A veces levanto las bolsas de harina...
-¿¡Qué!?-chilló Bae Hyun, el doctor y yo saltamos por la sorpresa. Estuvo tan silencioso que no se notaba que seguía a mi lado.
-¿Tú... levantas esas bolsas de harina, que pesan más de diez kilos...
-Veinte. A veces cuarenta-contesté como si nada.
Bae Hyun aspiró por la nariz, y todo su cuerpo estaba inquieto, como si no supiera qué hacer con él.
-¿Levantas todo ese peso tu sola?-cuestionó con la voz ahogada-¿¡Estás loca!?
-¿Por qué estás tan escandalizado, Bae Hyun?
-Es que tu... es que tienes... es que no...
-No puede ser... no estarás pensando que porque soy mujer no puedo levantar un costal de harina. ¡Dime que no tienes ese pensamiento tan retrogrado, machote sin pelos en el pecho!
-¿¡Levantas todo ese peso con dolor de cuello!? ¿¡Y así dices que solo necesitas descansar!?
-No levanto ese peso con dolor de cuello, idiota ¡El dolor de cuello no viene de eso!
El doctor carraspeó con fuerza, y ahora nos tocó a Bae Hyun y a mí brincar de la sorpresa. No se veía molesto o fastidiado por la pelea, es más, parecía contener una sonrisa a duras penas, pero debía mantener la seriedad profesional.
-Bueno, uhm, levantar cargas así de pesadas pudo haber empeorado su condición, señorita Gonzáles.
-¡JÁ! Lo sabía.
Le lancé a Bae Hyun mi mirada más venenosa, pero eso valió otro tirón en mi cuello y no pude mantener el contacto visual.
-Uhm... también recomendaría evitar las situaciones estresantes todo lo que pueda. Revisaré que tan grave es su situación, ¿Puede sentarse?
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Mi nueva vida en Corea ┃Latinas en Asia┃FINALIZADA
RomansTomar la decisión de mudarte a otro país no es fácil, pero Abril lo venía pensando desde hace tiempo, no porque le gustara los dramas y estuviera obsesionada con un grupo de K-pop que iba a separarse pronto... no. Quería una vida nueva, empezar desd...