┃Capítulo 107┃

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Algo zumbaba, no sabía exactamente dónde, pero ese zumbido me impedía volver al mundo de los sueños.

Algo suspiró, mucho más cerca, se movió con cierta inquietud pero su sueño no era tan ligero como el mío, porque su respiración se relajó, indicándome que volvió a dormirse.

Entonces me acordé, lo que zumbaba era la alarma de mi celular en alguna parte de la cocina, y el que suspiró fue Bae Hyun, su movimiento inquieto sólo sirvió para acurrucarse más contra mí. Recordé los viejos tiempos donde él se aferraba a mí de esa manera, y yo disfrutaba la sensación de ser rodeada por su calidez, por un momento deseé perderme en ese recuerdo...

-Uhmm... cinco minutos más, por favor...-murmuró Bae Hyun, bien adormilado y abrazándome como si fuera su peluche favorito.

Agradecí que mi espalda estuviera pegada a su pecho, así no podía ver mi cara de espanto... no porque no disfrutara del abrazo, sino porque temía no tener la voluntad para liberarme de él.

-Bae Hyun...-murmuré.

-No....

Solté un suspiro frustrado, traté de mover su brazo de mi cintura, pero eso sólo sirvió para aferrarme más contra él.

-Bae Hyun, ya...-me retorcí como serpiente-tienes que dejarme ir...

Me quedé sin respiración en el momento en que su cabeza se acomodó en la curva de mi cuello, se restregó como gatito en busca de mimos.

-Uhmmm...

Inspiró con suavidad, como si deseara saborear el aroma que desprendía mi piel.Me paralicé por unos segundos hasta que recobré la cordura y volví a retorcerme... lo que, por supuesto me daría cuenta milésimas de segundos más tarde, fue una mala idea.

-Abi...

Mi nombre sonó como una súplica en plena agonía, paralizó mis sentidos el tiempo suficiente para sintiera la calidez y suavidad de sus labios en mi oreja, repitió mi nombre con un susurro y mordió el lóbulo con ternura.

Eso desató sentimientos y sensaciones que creí muertas desde hace tiempo... tres años, precisamente. El gemido que solté por la sorpresa pareció motivarlo, porque la mano que se aferraba a mi cintura se deslizó por debajo de la camiseta.

-Bae Hyun... no... uhmm...-me mordí los labios para no soltar otro sonido involuntario.

Una parte de mí quería gritar y golpearlo, esa sería la acción más lógica, no obstante... cuando su mano se acomodó en mi pecho y empezó a masajear.... Toda la lógica y el sentido común volaron a otra dimensión.

Ya no me retorcía para liberarme, sólo quería dejarme llevar y no pensar en las consecuencias... como antes, cuando solo existían las risas, los besos traviesos... y sus manos inquietas. Mantuvo una en mi pecho, pero la otra se deslizó peligrosamente por mi estómago, escalofríos de anticipación me recorrieron de pies a cabeza, lo que ayudó a incitarlo a continuar deslizándose más abajo.

Cuando llegó al objetivo supe que ya no había vuelta atrás. No estaba segura si podía predecir esto al quedarme dormida horas antes, quizás me auto engañé al pensar que él no despertaba nada en mí, que ya no tenía poder sobre mí...

Qué triste es engañarse a uno mismo.

La respiración de Bae Hyun ya no era calma, mi respuesta a sus caricias lo agitó e incrementó el asalto a mi pecho y a mi zona más intima, lo que por supuesto aumentó mi necesidad de liberación. No obstante, de pronto él abandonó el asalto y me ayudó a quedar boca abajo mientras se posicionaba sobre mí.

Mi nueva vida en Corea ┃Latinas en Asia┃FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora