┃Capítulo 137┃

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Pompón se quedó sentada a mi lado mientras esperábamos a la madre de Bae Hyun.

Él estaba peor que un animal enjaulado caminando de un extremo al otro con suspiros molestos.

-Mmmuurrff.-lloriqueó Pompón al ver a su amo tan tenso.

Acaricié justo detrás de las orejas para calmarla. Segundos después se puso en estado de alerta, movió las orejas como si escuchara algo en el exterior... y, efectivamente, segundos después se escuchó un golpecito suave en la puerta. Bae Hyun la abrió, su madre ingresó con ese aire de elegancia y sofisticación que tanto la caracterizaba. Vestía un traje negro, el saco marcaba su cintura envidiable y dejaba al descubierto una camisa verde esmeralda con volados en el cuello.

Era tan hermosa como la recordaba, y no pude evitar sentirme un patito feo con suéter rosa.

-¿Cómo supiste que salí del hospital? Informé a la prensa que saldría mañana, no hoy.-consultó Bae Hyun con la voz tensa después de cerrar la puerta, le lanzó a su madre una mirada suspicaz antes de regresar hasta a mí y funcionar como un escudo entre ella y yo.

-La prensa no te conoce como yo, hijo, sabía que mentirías sobre el día para salir sin ser molestado... y no me equivoqué, evidentemente.

-Odio que estés al pendiente de mis pasos, no tienes ningún derecho...

-¿Ninguno? ¿Ser tu madre no me da el derecho de saber sobre tu bienestar?

-Perdiste ese derecho hace mucho tiempo.

Pompón estaba inquieta, igual que yo, pero lo disimulaba no mostrando ninguna emoción... aunque por dentro mis emociones eran un torbellino descontrolado.

-¿Alguien quiere un café... o un té? Porque yo sí.-solté de repente, ambos, que tenían el mismo tono de negro en los ojos, me miraron como si se hubieran olvidado de mi presencia.-Las cosas siguen en el mismo lugar, ¿Verdad, Bae Hyun?

-Eh...

-Iré a prepararlo, entonces. Hasta que el agua hierva seguro ya se decidirán por algo, ¿No?-sonreí, nerviosa, salí disparada hacia la cocina antes de soltar algo que me dejara en ridículo. Pompón fue la única en seguirme.

-Me decido por un té, señorita Abi.-dijo ella sin emoción-sin azúcar.

Asentí como respuesta mientras abría las puertas de las alacenas encima de mi cabeza.

-¿Puedo saber qué intentas hacer?-susurró Bae Hyun cuando acudió a ayudarme, apretando los dientes y con el brillo de la furia y desconfianza destellando en sus hermosos ojos negros.

-Preparar un té para ella... y para mí un café. Quiero creer que también te decidirás por el café, ¿No?-murmuré y traté de mirar con disimulo por encima de su hombro. Ella estaba explorando el recibidor con la mirada, después decidió sentarse en uno de los sofás.

-Esto no es una reunión social. Ella no merece tu simpatía ni tu amabilidad, no después de lo que hizo...

Posé una mano en su mejilla, la caricia lo tomó desprevenido, dándome la oportunidad de calmarlo.

-Sólo escucha lo que tiene que decir, Bae Bae. Si es bueno o malo... lo enfrentaremos juntos.

-Woff.

Pompón se interpuso entre los dos, pero rodeó las piernas de Bae Hyun para llamar la atención. Su acción nos hizo reír con suavidad y ayudó aliviar parte de la tensión.

-Espero que diga todo lo que tenga que decir con rapidez, ella crispa mis nervios con facilidad.

-Lo noté.-sonreí para que no creyera que lo estaba regañando, sólo quería transmitirle tranquilidad-aunque me parece un poco grosero que estemos murmurando sobre ella en la cocina mientras está en el recibidor...

Mi nueva vida en Corea ┃Latinas en Asia┃FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora