Me gustaría poder decir que logré pegar los ojos durante la noche, pero no lo logré. Cada vez que intentaba dormir, Bae Hyun soltaba un ronquido en un tono más alto, o se movía, o murmuraba, todo eso sin dejar de abrazarme.
Ya no sentía mi seno derecho, ni el resto de ese lado, la verdad.
-¿Jefe Song, usted está...? ¡Oh ma...!
-No, no, no ¡No se vaya, por favor!
Una mujer de mediana edad había ingresado a la habitación, y cuando notó que era una estatua con ojeras y los ojos muy abiertos recibiendo los primeros rayos del amanecer, salió disparada, no obstante, al escuchar mi voz susurrante llena de urgencia, regresó.
-¿Usted es el ama de llaves?-murmuré, no quería alzar la voz para perturbar el sueño de Bae Hyun.
Sólo el ama de llaves tendría el código de la casa y la libertad de entrar a la habitación del jefe.
-Sí, Chae So Mi, señorita Gónzales.
-¿Usted... me conoce?
La sonrisa que apareció en su cara fue tan sincera que calmó mi corazón acelerado.
-Sí, el jefe me habló mucho sobre usted.
Carraspeé al no encontrar nada inteligente por decir, miré la cabeza de Bae Hyun, ya que era lo único que alcanza mi visión.
-Uhm. Bueno... ¿Cree que... pueda ayudarme con esto...? Es que... uuhm...
¿Cómo le dices a una persona que acabas de conocer que tu vejiga está a punto de explotar?
La mujer me miró con cierta curiosidad, y no pude culparla por ello.
-Es que él... no deja que yo...-intenté zafarme para demostrarlo, pero el agarre de Bae Hyun no cedió ni un milímetro- me mueva.
El suspiro resignado debió conmoverla, porque se acercó y trató de ayudarme a liberar el brazo de Bae Hyun que me rodeaba por la cintura.
-Niio, déjenme dormir.-su voz salió como un murmullo, y restregó su cara en mi pecho un poco más.
-¿Bebió algo anoche?-cuestionó la señora Chae, podía ver la risa en sus ojos, pero tenía el decoro de contenerse.
-Soju. Una botella.
-Oh, él no tolera el soju.
-Ya lo noté.
-Jefe Song, Jefe Song-lo llamó con suavidad, tanta que instaba a seguir durmiendo, no a despertar-Jefe Song, despierte, es tarde.
-Uuuuhmmffffmm.
-Jefe Sooong....
-No. Mi almohada. Mía.
Me apretó más contra él para reforzar sus palabras. Ella no pudo contener la risa, aunque fue más una risotada corta antes de retomar el control y mirarme con una sonrisa amable.
-Lo lamento, señorita Gonzáles, cada vez que bebe soju... o, mejor dicho, las raras ocasiones en los que lo bebe, es imposible despertarlo.
-No puede hablar en serio.
-Me temo que sí, él despertará solo. Son las...-miró el reloj en su muñeca-seis, despertará a más tardar a las ocho. A pesar de la borrachera, tiene un reloj interno muy justo.
Mi gesto debió ser el más lamentable y patético que esa mujer haya visto en su vida, porque sus ojos se llenaron de compasión al decir:
-El jefe tiene insomnio crónico, me temo, que lograra dormir tantas horas es bueno... aunque, me temo que usted no pudo dormir mucho, ¿Verdad?
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Mi nueva vida en Corea ┃Latinas en Asia┃FINALIZADA
RomanceTomar la decisión de mudarte a otro país no es fácil, pero Abril lo venía pensando desde hace tiempo, no porque le gustara los dramas y estuviera obsesionada con un grupo de K-pop que iba a separarse pronto... no. Quería una vida nueva, empezar desd...