┃Capítulo 145┃

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-Vamos a tu habitación, bonita.-dijo, apartándome con suavidad.-necesitas descansar...

Acunó mi rostro con las manos y sus ojos llenos de preocupación se fijaron en los míos... no hacía falta decir que mi aspecto en general era un horror; era un fantasma con ojeras, no obstante... a pesar de todo, en los ojos de mi Bae Bae brilló la ternura y la comprensión antes de depositar un beso en mi frente.

-Soy afortunado, tengo a las mujeres más bonitas del mundo justo aquí.

-Si lo dices por Fiore... te creo, si lo dices por mí... no te creo nada.

Rió con ternura antes de pasar un brazo por mis hombros para guiarme de regreso a mi habitación a un paso lento, sin prisa.

-¿Por qué no me crees cuando se trata de ti?

-Porque me vi en un espejo.

-Ah....-suspiró, dramático- si Fiore sale igual de terca que tú, voy a perder años de vida tratando de convencerla de lo contrario...

-Si sale terca, será por los dos, no solo por mí.

-Yo no soy terco.

-Si lo eres.

-¿Cuándo fui terco? Puedes estar confundiéndolo con persistencia...

-No, definitivamente eres terco.

-Aigoo... esta mujer.

Un gritito salió de mi garganta cuando me cargó en brazos.

-¿¡Qué haces!?-chillé en susurros, no quería llamar la atención de las enfermeras que debían estar haciendo sus rondas en alguna de las habitaciones.

-Estabas hiperventilando, y solo dimos unos cuantos pasos. ¿Hay algo que quieras decirme sobre tu condición, Abril Gonzáles?

Su ceño serio me hizo reír... hasta que comprendí que su regaño no era para tomarlo en broma, suspiré con resignación y dejé caer mi cabeza en la curva de su hombro.

-Estoy un poco anémica, eso es todo.

-¿Sólo un poco? Si no puedes caminar y hablar... o más bien discutir al mismo tiempo, quiere decir que no estás "un poco" anémica. Estás "muy" anémica.

-¿Podemos dejar la precisión de mi diagnóstico para otro momento?-cuestioné con la voz más adormilada, ya que el balanceo mientras caminaba era muy relajante.

-No.

-¿Hace cuánto que llegaste? ¿Diez... quince minutos? Es un nuevo récord, te superaste a ti mismo como papá gallo.

-Ahora soy papá gallo por dos, eres la gallina mayor, y Fiore es la pollito que parece un pastelito.

-¿No era un cupcake?

-Cambié de opinión, definitivamente parece un pastelito.

Me acurruqué más contra él, ya no sentía tanto peso en mi corazón... aunque el dolor y la angustia persistían, tuve la sensación de que no me paralizarían como antes.

-En teoría es casi lo mismo... lo único que cambia es el molde... el proceso... la decoración.

Llegamos a mi habitación (evidentemente pasó por ella antes de buscarme Neonatología) y me depositó en la cama con delicadeza.

-Deberías ir a descansar... las llaves de mi departamento están...-comenté mientras me arropaba con la misma delicadeza.

-¿En serio piensas que voy a dejarte?-se estiró en toda su altura, con las manos en las caderas.

Mi nueva vida en Corea ┃Latinas en Asia┃FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora