┃Capítulo 76┃

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Él quería tener la última palaba, evidentemente. Lo dejaría ser... al menos por ahora.

La sesión con el fisioterapeuta fue productiva, aunque muy dolorosa, si bien no estaba tan tensa como ayer, los músculos se negaban a ablandarse tan rápido. Pero no debía estar tan ansiosa, eso generaría más tensión, sólo debía respirar y disfrutar de mis pequeñas vacaciones.

Ya estaba saliendo del hospital cuando recibí una llamada de la casera de mi edificio, me avisó que dejaron un enorme paquete justo en la puerta de mi departamento, y que estaba obstruyendo el paso. Ese debía ser el colchón que Bae Hyun compró... llegó demasiado pronto.

Eso significaba que ya podía volver, no tenía excusa para seguir en su casa.

<< Si tienes pensado una noche de sueño reparador hoy... descártalo. No te dejaré dormir.>> salvo por eso, por supuesto. Todos los calores subieron a mi cara a recordar su tono, y todo lo anterior a esa promesa.

Uuuff. Necesitaba salir al aire frío de los inicios del invierno pronto, y acatar la tarea de volver a mi departamento para mover un colchón de plaza y media yo sola...

-¿Es tan urgente? No puedo ir ahora, amiga. Es la hora pico en la pastelería. ¿Por qué no llamas a Bae Hyun?-sugirió Sun Hee cuando la llamé.

Era la opción más obvia, pensé, pero no quería molestarlo en su oficina, llegó tarde por mi culpa y tenía mucho trabajo para hacer, no era justo que lo molestara por algo tan insignificante.

-Está en una reunión-mentí, era más fácil decir eso que explicar todo lo mencionado anteriormente.

-Uuhhm, Hong Bae no está en la ciudad... ¡Ya sé, Min Hyuk sí, lo llamaré ahora!

-¿¡Min Hyuk!?-chillé, más por la sorpresa que por otra cosa, sentí que pasaron siglos desde la última vez que lo vi.

-Sí. Le diré que vaya al edificio, pueden encontrarse ahí. ¡Oh, ya voy, Jeon Ji! Nos vemos, amiga, suerte.

La llamada terminó y me quedé en el mismo lugar por lo menos diez segundos. Era curioso, me sorprendía ver a Min Hyuk, pero nada más que eso, desde que rindió sus exámenes y convive con Eun Ji, no lo he visto o pensado en él... a pesar que fue importante el año pasado, desde que decidí dejar de sufrir y me concentré en el trabajo, ya parecía un recuerdo muy, muy lejano.

Ahora sólo Bae Hyun dominaba mi cabeza, y no estaba segura si eso era bueno o no, pero Bae Hyun... despertaba todo lo que creía dormido, y eso era emocionante.

Dejé dar vueltas sobre eso y salí del hospital para encontrar un taxi e ir a mi departamento. El trayecto fue de quince minutos en total, otros cinco para subir hasta el décimo piso.

-Hola, Abi ¿Esto es lo que debo entrar?

Min Hyuk estaba con la misma sonrisa luminosa de siempre, ofreciendo un poco de bondad al mundo.

-Oh, Min Hyuk, sí, es... -vi el colchón con más detenimiento-eso.

Era de una plaza y media, y estaba envuelto con plástico. Bae Hyun gastó parte de su dinero para comprármelo, para que ya no sufriera con mis contracturas. Un gesto de lo más tierno, a pesar de mis protestas, todavía consideraba la idea de devolverle el dinero en cuotas...

-Sun Hee me comentó lo de tus contracturas, me encargaré de todo.

-Sí... no puedo hacer ningún esfuerzo físico, es muy molesto.

Él soltó esa risa agradable que antes me revolucionaba el corazón, ahora... sólo era eso, una risa agradable al oído.

-Imagino que sí, no te preocupes, la fisioterapia te ayudará.

Mi nueva vida en Corea ┃Latinas en Asia┃FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora