Contrato: Unión

Capítulo 11

Bill

—Bill, ¡¿Qué mierda?! —me regañó mi hermano mayor.

Levanté mi cuerpo con ayuda de mis antebrazos allí fue que me di cuenta que caí en la mesa del comedor de la cabaña de Tyrone, al ver a todos mirándome sorprendidos los ignore y volví a acomodarme en la mesa tratando de entender que sentía en el pecho.

Siento algo brotar en mi pecho.

¿Ansiedad?

No.

—Bill, ¿Qué sucedió? —me preguntó Phill, pero no podía hacerle caso.

¿Nervios?

No.

—Hey, tienes los ojos rosados. —me volvió a decir, cosa que ignoré por completo, de nuevo.

¡Ah! Ya se.

Alegría, estoy extasiado, emocionado por lo que pasó.

Solo solté un suspiró emocionado, deseando poder volver a mi dimensión, aunque olvide por completo que iba a verificar a los animales sobrenaturales del bosque aparte de ver a Pinetree.

Narrador 

—¿Qué le pasa? —preguntó extrañado Tyrone levantándose de su asiento para ver al demonio amarillo que mantiene una sonrisa de estúpido.

—Al ver sus ojos rosados, seguro tiene que ver con Pinetree, al que siempre menciona. —explicó Phill observando a su hermano con la ceja en alto.

—¿Qué tiene que ver sus ojos con eso? —preguntó curioso Tyrone, mientras que su hermana se acercó al de la mesa para confirmar lo que decía el demonio.

—Nosotros tres somos capaces de expresar nuestros sentimientos a partir de nuestros ojos. —explicó. Claro que no notó el interés del castaño.

—Pero mi hermano es algo diferente, él no conoce, ni entiende sus propios sentimientos por lo que su cuerpo busca una forma  de expresarse y lo hace a partir del color de sus ojos. —explicó viendo a Mabel picando la mejilla de su hermano, pero este aún no reaccionaba.

—¿A ti también te pasa? —preguntó ansioso Tyrone, él había visto sus ojos rojos parpadear en un tono rosa e incluso azul.

Phill por estar atento a su hermano no notó la ansiedad del castaño y debido a que es Tyrone quien pregunta este termina respondiendo.

—Sí, pero muy pocas veces debido a que solo pasa cuando el sentimiento es muy fuerte y es algo bastante sutil, a comparación de como le pasa a Bill. —explicó aún atento a su hermano.

El castaño al ver que le estaba respondiendo por inercia y es completamente sincero, ansioso volvió a preguntar. —¿Qué significa el rosa? —preguntó con esperanza.

—Depende, normalmente es avergonzado, pero por el color casi tirando a fucsia de los ojos de Bill, pienso que está enamorado. —afirmó acercándose a su hermano, sin darse cuenta del sonrojo del humano.

—Cierto, ¿Quieres competir con mi buzo? —se burló Mabel, pero no recibió reacción alguna.

El gemelo se encontraba confundido, aturdido y esperanzado, había visto que al demonio de la ira le parpadean los ojos de rosa frente a él.

—Hey, Bill, ¿Dónde te metiste estos cuatro días? —preguntó Phill golpeando el hombro de su hermano.

Este se levantó de golpe, al oír las palabras de su hermano.

—¡¿Cuatro días?! —gritó alarmado, su expresión alterada, sus ojos empezaron a volver a la normalidad.

—Sí, desapareciste hace cuatro días. —respondió Mabel observando asombrada los ojos cambiantes del demonio amarillo.